jueves, 25 de junio de 2009

Deja Vu




Nuevamente transitando por la senda del eterno retorno
Percibiendo cada instante como un sin fin de pasajes conocidos
Saboreando esa extraña conjunción de coincidencias
Retomando simplemente el camino señalado desde antes
Ese que te lleva a ir una y otra vez al mismo destino
Mutilando la sorpresa, cayendo a un vacío que no es tal
Pues a cada momento retornan los recuerdos
Que ligan el ayer con el hoy y el mañana
Sin diferencias de tiempo o espacio
Sin distingo entre un antes o un después

Tránsito infinito de un eco transmutado en mil caras
Que va instalando un conciente Deja vu en la vida, que no es vida
Sino simple imitación de actos que retornan desde un espejo simétrico
Parodia de simulaciones entremescladas de ofertas delirantes
Logrando socavar la variedad y la plena sensación de libertad
Atrapando todo intento de ruptura

Entonces, sólo entonces queda la imaginación, último reducto de la resistencia
Anhelos, sueños y probabilidades que matizan la certeza
Hasta tornar la fantasía en realidad o mejor dicho a la realidad en fantasía
Esa que permite volar sin ataduras
Lanzando hacia el universo la consigna del camino único e irrepetible
Al menos como anhelo de un sueño dentro de otro sueño

jueves, 4 de junio de 2009

Sólo Ilusión





Sólo ilusión, un sentido perdido en la tarde
Cuando el Sol se oculta hacia oriente
Cuando cae la sombra tras añoranza
Cuando descubres la soledad en medio del silencio
Tan sólo La Luna te acompaña
En su maternal regazo de plateada simiente

Eterno Retorno





Tu imagen nuevamente se aleja en medio de la nada
Cargada de promesas, sueños y sorpresas
-¿Dónde estás?-, Simplemente no te encuentro tras la espera
Sólo sombras, sólo imágenes que deambulan fantasmagóricamente
El tiempo, ese tiempo de ayer, hoy no existe más que en mis recuerdos
Nuevamente la conciencia trastrocada olvida cual es tu semblante
Entonces vago sin destino, ¿Quién eres?
No te encuentro, tu nombre es el de miles y tras tu cara ilusión perdida
¿Cómo recordar, aquello que he soñado?, dando así forma a mi presente
La búsqueda es continua, en medio de la nada
En medio del desierto más ausente, huelo tu aroma
Ese de ausencia, el de tu persona
Por más que apelo a la divinidad no te encuentro
Pues entre la certeza y la razón de ideal
Hoy te has reencarnado nuevamente en la distancia
Esa de abismos y macizos infranqueables
Lejanía, simplemente huida sin presencia
Entonces el eco del futuro suena más fuerte en el hoy
Llamando tu vida simplemente desesperanza

lunes, 1 de junio de 2009

El Niño




Las sombras de la tarde se entremezclan con el silencio gélido del hogar, en dicho lugar la atmósfera apenas surte de vida el imaginario y también en la realidad. Justo en aquel instante, se observa una silueta diminuta, es una proyección atiborrada de sensaciones encarnada en un pequeño niño que deambula en su hogar.

Su figura ágil, destellante se asemeja a los seres del bosque, habitantes de valles perdidos en medio del verdor desplegado como escudo en donde las verdes campiñas adornan cual alfombra, su caminar. Así, recorren sonrientes tras riachuelos, desplegando su magia humana y de la otra, son seres de vida, esa vida que olvidamos, esa vida que enterramos el día en decidimos crecer.

Sus pequeñas manos intentan asir el aire que sobrevuela como un fantasma el espacio, juega a no asustarse, transitando por extrañas dimensiones que ha creado para sí, en su propio universo, en un jardín donde llega la luz, la calidez y las sonrisas de sus seres queridos. Su pequeña mano guarda como un tesoro un par de figuras, en su bolsillo carga piedras, pues aunque lo ignora se halla hermanado con la tierra, esa misma que su abuelo pisa y transita. Su memoria no le permite recordar fácilmente lo que es verdad de fantasía, pero es mucho mejor para el, pues así sus amigos y la sonrisa de la luna que lo impulsa con sus rayos serán una fuente de poder extra ante las amenazas. Así por un instante, no recordará al despertar si es sueño o verdad el sonido de sus padres discutiendo en torno a temas que sólo ellos saben. No sabrá si en verdad aquél muchacho agresivo que lo golpeó y por un instante se adentrará en si mismo para partir en el viaje que iniciara décadas anteriores otro como el.

Las huellas del jardín de su interior demarcan claramente la frontera entre el verdor de su propio mundo, frente al desierto árido de la externalidad. Sin embargo, el transita indiferente, como si todo aquello sólo fuese un mal recuerdo, un recuerdo de antes, de un tiempo perdido, olvidado y desterrado de su límite personal, de su propio yo interior.

Quienes le han observado resaltan cierto nerviosismo, inquietud y ansiedad que media para impedir su tranquilidad. Junto con ello, se denota una mirada de tristeza, una sensación que le acompaña en el pensamiento del presente que lo ha marcado, no es ajeno para él, la sensación de vulnerabilidad, de apatía y hasta hostigamiento que siente por parte de esos otros que lo invitan hoy a la mesa. ¿Cómo saber si dicha sensación se terminará apoderando de el hasta consumirlo? -No hay respuesta al respecto, al menos hoy-.

Las interrogantes nunca están de más, al contrario a ratos son respuestas dentro de preguntas y es de ese modo que la tristeza de su mirada es necesaria, pues dentro de ella emergerá la alegría, esa que corre por vías invisibles a quienes sólo observan lo aparente -¿Te recuerdas del Principito? : “Lo esencial es invisible a los ojos de los hombres”. El niño sonríe sabe que dentro de si la alegría corre a raudales, sólo falta que vengan a enterarse de su gozo y júbilo, más dicho descubrimiento no será prodigio de cualquiera, ni siquiera de quienes han estado bordeando su historia. El descubrir implica una aventura, el desafío y la entrega por conocer lo nuevo, ese otro que habita en si mismo y para ello el pequeño guarda su tesoro preciado, tan preciado como esas piedras extraídas desde le jardín de su interior.