jueves, 24 de noviembre de 2011

Lectura Fantástica

Leo con agrado el libro que lleva como título “Antología de la literatura fantástica”, compendio elaborado por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.

Los textos corresponden a una selección que tiene como data 1940, allí el prólogo es extenso y precisa los recovecos de la literatura fantástica junto a los alcances casi indescifrables en la atracción a oírlas y narrarlas. Prosigue una posdata de 1965 en donde el revelador autor de la Invención de Morel, aborda ciertas precisiones y busca rectificar juicios o sentencias que a su gusto fueron excesivas o poco rigurosas en el decir. Como sea, el compilado sorprende, promete y revela con elementos constitutivos de una narrativa que busca salir de los cauces normales, aquellos de pauta consignada en la cotidianeidad.

Mantengo mi excursión de lector y aventurero, como si me preparara a viajar en la máquina del tiempo o en el ingenio sorprendente de una explicación de las mil y una noches, de este modo surgen, más bien brotan cuentos de extensión variada y que surten el efecto vital de sorprender, dislocar la línea recta en una elíptica o definitivamente deshacer las premisas para reconstruir desde las bases una nueva concepción. Desde la trama esencial se bifurcan entonces pequeñas hebras de un hilo casi invisible y que no obstante, aborda una historia dentro de otra historia, la que sin embargo implica un subsistema diferente, un universo tan ajeno a esa trama que nos permite releer con nuevos ojos esa realidad a veces gris o sempiterna que percibimos.

Edgar Allan Poe, Ryunosuke Agutawa, Thomas Bailey, José Bianco, Chiang Tzu, Lewis Carrol, Julio Cortázar, José Zorrilla, junto a tantos otros y obviamente nuestros anfitriones mencionados antes, constituyen un verdadero festín desde donde cada instante se torna en una suerte de arena movediza, sin la calibración de certezas y estructuras que acostumbramos leer de forma común…

-El escritor en busca de fama que vende su alma, el enigmático romance de un solterón con un fantasma, el aprendiz de sennin que traspasa los límites de lo esperado- y así cada historia y relato configuran esa dimensión del mundo fantástico que encontramos en cada esquina donde vayamos y que a ratos simplemente olvidamos, quizás por comodidad, quizás por mera costumbre o simplemente por la misma razón que utilizamos anteojos al perder la flexibilidad de nuestra retina. Como cada cual desee explicarse ese proceso allí también encontrará un devenir de incertidumbre que será un fino hilo de la costura fantástica…

En efecto, en este mismo instante mientras ustedes leen, alguien golpea la puerta y me despido tras la pista de un hecho sin par y que muy bien puede ser la oportunidad de ingresar por la puerta de esta historia que no se detiene y más bien avanza sin detenerse hacia esa perspectiva que nos desliga de lo construido, amén de la razón y nos deja en esa faceta de mero invitado sin saber adonde ni cuando; cual Teseo sin hilo ni Ariadna que lo socorra del laberinto de la vida………

martes, 22 de noviembre de 2011

Deriva Vital

Campo a la deriva, simple sombra
Cualquier lugar en el mundo
Simple ilusión
Senda de extravagancias iluminada
Tu rumbo se ha disgregado, en medio de la tarde

¿Dónde estás?

Las aves inician el vuelo hacia su sentida alborada
Mientras, las montañas inmóviles descansan
Parecen inertes, aunque su señal es definitiva
Sólo duermen, pues sus entrañas avanzan
Se desplazan a nuevas rutas
Porvenir de promesas indescifrable
Que sentencia el dictamen escrito hace siglos

Alegoría de símbolos, representación vital
Cada cual en su rol de máscaras
En tanto, el peregrino avanza con afanes de solemnidad
Sus convicciones le mueven, cómo las aves
Hacia una nueva alborada
Aquella descrita en las antiguas escrituras

¿Quizás simples sueños de amanecida?

Simple alucinación encapsulada en locura

¿Quién lo sabe realmente?

Los hombres avanzan cual manso rebaño
En medio del artificio de la ciudad
Lejos, muy lejos de la montaña señera
Así, cada cual cumple su ciclo
En el baile de juegos convenidos
Mañana será un nuevo día, -se escucha-
Cada cual duerme, en el afán de siglos
Cómo búsqueda señera
Simple afán de certezas labradas bajo un atardecer
Tras el camino prometido, transportados por el viento
En un soplo de vida y muerte

Travesía Ilusoria

Es tarde o al menos eso parece, afuera el ruido se expande sin control, en cambio adentro de la habitación el silencio se instala solemne.
No hay sino atisbos de voces, mera formalidad que ata a la soledad unida al sinsabor de entender que nuestro diálogo al menos hoy se encuentra derribado.

Me interrogo en la extensa sensación de vacío y no logro dar con respuestas significativas, ¿acaso debo tenerlas?, realmente lo ignoro. Todo viene de pronto, se instala y sucede, aunque nunca suele ser del todo así, pues al igual que los movimientos telúricos, existe un punto de quiebre, una fricción de encuentro y una liberación de fuerzas que desencadena todo lo demás.

Pienso en dormir, luego cambio de opinión y contemplo el atardecer, la compañía de costumbre es mera ausencia, de esta forma la sensación de pérdida se instala, aunque siempre existe la certeza, en esta ocasión también se suma la incertidumbre, pues nuestra vida se asimila a ese viaje milenario por senderos y recovecos perdidos, sin carta de navegación segura en donde la ruta se define por trazos de precisión y cálculo. –No- en este caso al menos, es un mero devenir, un tránsito, que nos depara sorpresas o situaciones inesperadas, por ello este viaje es una suerte de revelación con aquello encubierto, embozado y fiel testimonio del camino de la vida.

La pausa se torna amigable, es una arremetida de nuevos aires, cantos, sonidos y descanso que invitan a una suerte de ensoñamiento, mientras afuera sucede lo que tiene que suceder. No habrá intención de torcer aquello que debe seguir el curso predefinido, al menos por esta vez….

Extiendo mis piernas, busco una mejor manera de lograr mi estado de relajo y meditación y un susurro recorre mis sentidos, es una voz de agrado, suave, es la remembranza, el encanto de ilusión desatada que me visita en sueños, tratando de aliviar aquella pérdida temporal que me invade. Es el encanto de las ondinas del Danubio o la encantadora Pincoya de Chiloé, artífices de emociones labradas en el corazón interno, proyección del ánima extraviada que busca el reencuentro.

Mientras el viaje prosigue con sus adimentos de extraña conjunción, a lo lejos una luz cada vez más tenue se extingue para iniciar su ciclo en otras latitudes, mientras en mi tierra, la de entrañables recuerdos una luna de faz impulsiva otorga el brillo anhelado a una noche de soledad que parecía ser más oscura y lúgubre que la constatación, así la simple ilusión se desvanece en ese rayo de argento que traspasa toda certeza esperada…

martes, 15 de noviembre de 2011

Ausencia de Eurídice

He llegado al límite de mi larga travesía para encontrarme contigo, extenuantes jornadas acompañadas de tinieblas y destellos de anhelos que convertían mi desesperanza en añoranza y de esta, a la esperanza última, forjada en rudas canteras de la vida.
Simple relato de quién constata que su vida ha sido una ofrenda constante ante el devenir, simple transición de eventos que recogidos y ordenados por mis manos, son depositados en la guardería de la imaginación. De esta forma recuerdos y sucesos se convierten en materia prima para la construcción de la carta de presentación, pergaminos oblongos que sustentan mi existencia junto a lo olvidado, aquello dejado atrás y que sin embargo me acompaña como el más fiel perro, me identifica aún en mi vejez al igual que el rey de Itaca en su regreso. ¿Lo recuerdas?
-Guardas silencio solemne- mientras tu mirada permanece perdida en medio de este jardín de flores magníficas.

-No entiendo tu actitud- pues he recorrido valles, mares, desiertos y mi cuerpo ha sufrido el vaivén del tiempo, algo debiese alegrarte o al menos sorprenderte, empero ninguna de las dos alternativas resalta en tu mirada, es más tus pupilas presentan un extraño destello que me hace recordar el simple eco de la foresta…

-¡Habla, canta, grita o simplemente maldice mi ausencia!- ¿Qué ocurre contigo?, tu silueta se dibuja en medio de mi existencia, no obstante eres ausencia en presencia, ¿Qué ha sucedido con tu sonrisa?, acaso mis largas jornadas terminaron por exterminar tu cordura y ahora no soy más que un simple extraño. – No respondes- mi voz es mera ilusión, caminas en medio del prado y tus pasos resultan suaves caricias para las hierbas que sustentan tu marcha, cual alfombra de verde extensión dispuesta para la precesión de tu destino.

-¿Dónde estoy?- ¿Acaso es esto la vida o tal vez mi ruina?, siento que te observo e inclusive el dulce aroma de tu perfume se escabulle entre la brisa de la mañana hasta llegar a mi cuerpo, más todo esto pareciese ser una apariencia, un engaño de seres pérfidos que juegan conmigo al igual que lo hacen algunos truhanes con los niños del pueblo. Mírame al menos un instante y envía tu alegoría de amor acompañada de tu suave sonrisa, para dejarte en paz y abandonar esta jornada hacia nuevos tiempos y destinos….

-No hay respuesta- te extravías y comentas con otros de planes, proyectos y ese devenir que labra configuraciones caprichosas, de mi presencia en tanto apenas un instante de interrogación, como si fueras a decir algo y luego callaras. Remembranza, recuerdos idos, caminos recorridos que simplemente se traen al instante y luego se dejan ir como los cometas luminosos de china, así cual luciérnagas se van desvaneciendo en los confines de nuestra existencia sin más retorno que el despertar del anhelo…

Mientras, sigo alerta, atento a tu regreso, pues al parecer es mi designio el esperar más que encontrarte, pues paradojalmente habiendo encontrado tu presencia eres ausencia constante, simple tibieza de recuerdos latentes que no logran conectar con esa realidad que tu llamas vida y yo en tanto ; Muerte……

lunes, 14 de noviembre de 2011

Travesía por el Desierto

El silencio envolvía los sentidos, mientras las arenas se extendían de una manera particular, como si fuesen senderos de iluminadas formas, con las partículas como parte de un cosmos diverso, extendido y misterioso. Más allá, las rocas estoicas mantenían su presencia en aquél extenso escenario, como testimonio de solemne virtud, pues aunque gobernarán los hijos de Helios durante el día y los de Plutón en la noche, su permanencia indicaba que los espíritus capaces de transmutar los influjos del ambiente por los anhelos del interior, bien pueden optar por una alternativa distinta a la simple disolución sin más.

Como sea, los coloridos de dicho ámbito eran algo que iluminaba, figuras de contornos imprecisos que evocaban imágenes primordiales, un cielo límpido y sobretodo un silente aviso de que en dicho espacio -Uno más- era siempre la oportunidad de avizorar más allá de lo presente e indicaba el sentido de supervivencia superior, que debían desplegar aquellos que osaban viajar en aquellas comarcas…

La soledad parecía abrazar a cada peregrino, no obstante el silbido del viento, el Eolo de los mensajes del lejano terruño de la isla parecía actualizarse en medio de la nada. Así , aún cuando la desesperanza podía visitarnos, algo muy profundo, parecía emerger de aquellas tierras para invitar a la exploración…

Los recuerdos de huellas milenarias parecían confirmar dicha sentencia, así como los vestigios de culturas memorables, que aunque extintas habían logrado transformar la simple piedra en arte y a la bestia en transporte, así como también al alto volcán en santuario y a la laguna en hogar de residencia para bellas doncellas encantadas…

Era aquél desierto algo enigmático, pues mientras avanzábamos por senderos devenidos en testimonio de la valentía de travesías antiquísimas, su fisonomía se tornaba en transfiguración; una suerte de mutación que lograba actualizar a la inerte tierra en verdadera potencialidad de vida, en valle, vergel y hogar. De esta forma fue que llegamos al antiguo oasis, donde se mantenían las formas de remotas ceremonias, en donde los visitantes exfoliados por al calor, el frío y la aridez retornaban a una suerte de segunda vida, una verdadera ventana en donde los tiempos marchaban al ritmo de los amos de aquél valle encarnados por personajes de solemne mutismo y gran vitalidad…

Simple ilusión, fantasía anhelada que descargaba una oleada de sensaciones sin mediar la intervención de artilugios, todo allí parecía revelación, explosión de multitudes albergadas en el interior y que ahora establecían una verdadera sincronía con el entorno delineado por las míticas labranzas de símbolos de proyección latente.....

Una suerte de pasadizo entre la vida y el más allá, entre paraíso y el averno incandescente, mera solemnidad de convenciones que no logra suspender la impresión de encontrar la belleza en su estado primigenio, ni asimismo ser mudo testigo de las voces que emanaban desde la profundidad para destacar que al menos en aquella tierra nada de lo traído era válido o mejor dicho las convenciones convertidas en leyes eran allí mera superficialidad, una simple manifestación de superficialidad y amaño de soberbia, que simplemente se desvanecían entremedio de las rocas, como las arenas rojizas que daban nombre a aquél solemne espacio como Valle de la Muerte…

Todo esto sin más oportunidad que ser testigo presente, actor privilegiado en medio de un escenario de vigorosa estética que aguardaba en cada instante sorprender y acompañar en un tránsito de verdadero desapego con aquello dado por cierto y certero..
Fue de esta manera que iniciamos una verdadera exploración que cual proyección transportaba nuestra sensación interna con los caminos que íbamos transitando, así como lo habían realizado esos “otros”, en viajes anteriores, éramos el eco, la actualización de un ritual que no lograba dar abasto para la búsqueda elemental, que mantenía la solemnidad de la travesía milenaria, con una verdadera fuerza invisible que trasladaba a ser conscientes de que el estar allí, no era simple acto de voluntad sino de sentido de encuentro y aceptación del espacio que nos recibía en ese momento verdaderamente mágico........

miércoles, 9 de noviembre de 2011

San Pedro de Atacama

Mágica expresión de nuestro norte, punto de encuentro de culturas milenarias que encontraron albergue en medio del desierto más árido del mundo.


Expresión de facetas diversas de una realidad que entraña los destinos de la vida en clave de expresión indescriptible, belleza trascendente y en donde el cielo parece hermanarse con los silentes parajes del desierto....

Los principales atractivos se encuentran en los alrededores del pueblo:


Iglesia de San Pedro: Perimetrada por un muro de adobe que tiene tres puertas coronadas por un arco, es la más grande y hermosa de la región. Fue sede parroquial antes de 1641, pero sus actuales muros datan de 1744 y fueron reparados entre 1839 y 1843. La torre, del año 1964, reemplazó una antigua de madera.
Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige: Su fundador, a quien debe el nombre, fue un misionero jesuita belga que realizó un dedicado estudio de la arqueología andina y recolectó cientos de objetos indígenas, los que con la ayuda de la Universidad Católica del Norte logra reunir en un museo. Con éstos restos arqueológicos se ilustra la evolución de los pueblos que habitaron el Territorio Atacameño en sus once mil años de desarrollo.
Casa Incaica: Es la construcción más antigua del pueblo, techada con vigas de troncos, ramas y paja.


Géiseres del Tatio: Emplazado en la cuenca geotérmica de igual nombre a 90 km al norte de San Pedro de Atacama a una altura aproximada de 4320 metros sobre el nivel del mar emergen imponentes fumarolas a través de las fisuras en la corteza terrestre originadas por el contacto de ríos subterráneos de agua helada con rocas calientes alcanzando unos 10 metros de altura y 85°C.
Valle de la Luna: Sitio localizado a 12 km del pueblo, por el antiguo camino a Calama. Es una depresión rodeada de dunas desérticas y cerros con impresionantes crestas filosas, que se encuentra sobre la Cordillera de la Sal. Forma parte de la Reserva Nacional Los Flamencos.
Termas de PuritamaTermas de Puritama]:,Termas ubicadas a 28 km de San Pedro de Atacama, están emplazadas al fondo de una quebrada a lo largo del río que corre a 33,5°c. Es un lugar ideal para el encuentro con la naturaleza y relajación. En lengua Kunza Puri quiere decir Agua y Tama caliente.
Pukará de Quitor, (Aldea de Quitor, Monumento Nacional): 4 km al norte, por el camino junto al río Grande. Es una fortaleza defensiva que data del siglo XII, aunque luego fue ocupada y reforzada por los incas.
Salar de Atacama: 62 km hacia el este. Es una reserva natural de flamencos, de gran tamaño. Este lugar tiene una vista magnifica, mostrando grandes montañas (en el invierno nevadas). Un lugar increíble para visitar y ser admirado por su gran belleza.




Creció la simiente en medio del desierto, construyendo la imaginación posible de anhelos significativos. De esta manera, se desplegaron en preciso enjambre desierto, salares, montañas, volcanes, animales variados y todo un indescriptible paisaje de enigma que dio inicio a San Pedro de Atacama.


Piedra que entraña labranzas milenarias, caminos de pioneros anónimos que se pierden en la memoria de un terreno de colores de misterio.



Tierra de rojo ardor, que parece deshacer la frontera de nuestra presencia ilusoria rodeada de una promesa de verde que de piedra se transmuta en pastizales, árboles y praderas por donde ebullen bestias y humanos en la hermandad del refugio prometido....



Volcanes imponentes son los guardianes custodios de lagunas encantadas, en donde se evocan tiempos desplazados más allá del presente, tiempo de encuentro que permite saborear el crucial desafío de la vida, sin más ambages que el signo de la heroicidad.


Cómo solemnes peregrinos que transitan en las caravanas de búsqueda permanente, tras la existencia de los corazones que laten en lo profundo de tus entrañas, allí mismo ante la mirada del Tatio, el viejo guardián desde donde observamos la respiración de nuestra tierra ancestral y primordial......