viernes, 23 de mayo de 2014

Bestia Voraz

Nuevamente ha despertado la bestia desde la penumbra lejana, para desatar su azote en la comarca de nuestra tierra....

Nuevamente, han sido elevados los designios de la mirada absolutista, que abriga a los sumos sacerdotes para empoderarse ante la ciudadanía, y de esta forma asumir las atribuciones de : Prohibir, Aceptar,Condenar y Castigar.....

La Serpiente milenaria ha despertado desde los barrancos del abismo , para elevar su fuerza constrictora, abrazando y comprimiendo la energía vital de los habitantes...

Asimismo, el báculo del poder concedido,ha permitido expulsar cualquier idea de opinión y debate, trayendo la sombra sobre el gran valle que alberga a las almas de nuestra comarca...

Capturado con maestría, el poder del báculo será utilizado para negar la esencia de aquellos que lo entregaron. Así, tarde o temprano, el poder ancestral será hecho rehén de quienes se han investido  de  sacerdotes de la verdad....

Mascaradas, artilugios, sonrisas, promesas y toda gama de ilusiones se lanzan a la atmósfera, el ambiente se torna confuso y engañador.Se elevan discursos, los epítetos alcanzan calidad de fundamento y las masas rabiosas son estimuladas para luego ser soltadas, cual jauría de perros rabiosos tras su presa... No hay sacerdotes sin guardianes que aseguren la pureza del pensamiento...

De esta forma, se comienza por las palabras, algunas de ellas son maldecidas en la plaza pública, innombrables, el sumo sacerdote las enuncia y escribe en un cartel para luego quemarlas. La masa observa con cierto temor mientras  unos cuantos enfervorizados gritan y lanzan proclamas, incendian y destrozan lo que encuentran a su paso....

Hoy son las palabras, los sacerdotes de la verdad saben muy bien que mañana pueden ser personas, de hecho si lo saben, pues ya hay vidas que comienzan a ser cobradas por la barbarie....

Avasallamiento del sentido y razón, en su lugar son reemplazados por impulsos y consignas que  conducen a una tierra de especulación delineada por el éter abisal de la gran serpiente.

Bestia interna devenida en externa, sentido de exclusión que va dejando su huella de martirio y vil ceguera en cada hogar de nuestra tierra, ávida de poder has extendido tus tentáculos para asfixiar la iniciativa y la expresión del jardín de la extensa pradera por donde corren nuestros hijos...

En medio de la maraña de las vociferaciones, se escuchan fundamentos que aseguran la llegada de una nueva providencia,- Un nuevo mundo- quizás en evocación del edén perdido. Son los mismos que hace unas décadas prometían otro paraíso, ahora en otro tiempo, el sueño ha cursado su ciclo de evolución, para volver a nacer en los juveniles rostros de sus líderes presentes,  quienes metamorfoseados, transmutados y devenidos  mesías,  revelan las leyes de la salvación.

De tal forma se comienza por expulsar el libre albedrío, la posibilidad de elegir o simplemente decidir, -No-, aquello es una prerrogativa de los sumos sacerdotes, los mismos que ayer  y hoy, elevarán hogueras para purificar a los perversos y malvados. ¿Qué diferencia el pasado del presente?, sino un simple cambio de fecha, una vez más vuelven los iluminados, nuevamente se alzan en el poder los precursores del camino único, nuevamente los individuos y familias abarrotados como mansos corderos para ser guiados por sus pastores reverenciales de la verdad.....





jueves, 15 de mayo de 2014

La Herencia de Babel

Dentro de la historia en clave teológica, se encuentra el relato relacionado a  la torre de Babel. Esta nos habla del conflicto surgido entre hombres y la deidad, básicamente ante la promesa de los primeros, por erigir una construcción que llegase a los mismos cielos. Todo esto, en un tono cargado de orgullo desafiante hacia  la autoridad, en un atisbo de supremacía que buscaba igualar e incluso superar los parámetros de simple humanidad.

De esta manera, la empresa propuesta ya no sería asumida con la debida humildad y agradecimiento de aquellos dones recibidos desde la divinidad, sino más bien se tornaba en una actitud de descreimiento y absoluta prescindencia de aquello que los griegos llamarían más tarde: Moira...

Vale la pena recordar, que en la perspectiva del antiguo Testamento, la sabiduría queda definida nítidamente en la persona del Rey Salomón, al respecto Humberto Giannini nos refiere: "Como hijo de rey, Salomón fue educado en todas las ciencias de su tiempo, adiestrado en todas las artes y en todos los refinamientos de la Corte. Sin embargo, su proverbial sabiduría no consistirá en la acumulación de todos estos conocimientos y habilidades; su sabiduría va a estar ligada a un acto de obediencia y sometimiento. Sabio lo es sólo el ejecutor de la voluntad de Dios, el guardador de su preceptos y el seguidor de sus caminos" (Breve Historia de la Filosofía).

Prosiguiendo con  la Historia de la Torre, encontramos lo señalado  en el génesis: "Toda la Tierra tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras, más Yahveh descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie.

Enfrentamos en esta historia por tanto  un claro dilema, entre el saludable desafío propio de los seres humanos por avanzar hacia un determinado desarrollo, versus la expresión también humana de aquello que los griegos denominaron Hybris (orgullo vano). En este caso, la Hybris se antepone a la voluntad del reconocimiento divino, no obstante bien puede ser expresión de antagonismo hacia los pares, es decir los propios seres humanos entre sí. En efecto, el brote de potestad cuasi mesiánica, que deviene en devastación de la cordura y asimismo  perdición cabal de la altura del hombre,  es una temática recurrente en el curso de la historia de la humanidad.

Si somos capaces de trascender este relato mítico o escrito bíblico, encontramos un acontecimiento de actualidad. Específicamente  en nuestra comarca de Chile, pues no ha estado ajeno nuestro territorio  de manifestaciones claramente en el sentido de la Hybris griega. Esto es; expresiones de soberbia, ampulosidad y arrogante vanidad que ha redundado en un ambiente de tensión y amenazas altisonantes. Esto, ha sido directamente observable  en el quehacer político, en donde precisamente la mesura y diálogo debiesen guiar la labor cotidiana de aquellos que supuestamente buscan el bien común de la Polis. Al revés, de aquello,casi como una maldición o una tragedia, -Se ha abierto una verdadera caja de pandora -, constatando una visión excluyente, unilateral y que pareciese validar sólo una sola forma de entender la realidad, - aquella de la autoridad vigente- en cuanta propuesta surge hacia la comunidad.

En este punto, volvemos a un concepto de sabiduría Socrática, que ve en el diálogo, es decir el hablar entre dos, la herramienta efectiva de la verdad objetiva.

No será la primera vez entonces, que los Cantos de Sirena tornen ingobernable la conciencia de quienes deben navegar en los designio de nuestra sociedad. Más, la altura del deber y misión, demandan un cuidado para justamente cumplir con la nobleza de la sabiduría que atiende tal proceso.

El fin de la Historia de la Torre de Babel llega con la división de los hombres, pues literalmente quedan aislados de dialogar, en síntesis de comunicarse y con ello acordar y elevar la simple conversación en un proceso de unidad. El mensaje que rescatamos entrelineas es evidente; tanto el orgullo como la exclusión condenan a la fragmentación de la sociedad y asimismo abren una peligrosa aventura para quienes resulten arrastrados por la visión de vanidad.

Téngase presente entonces lo señalado, para todos quienes deben liderar un proceso, sea cual sea la naturaleza de este; La imposición voluntariosa y ciega, no tiene sino como resultado la división. Ayer, hoy y siempre, en el camino del eterno retorno, que nos señala el "Nihil Novum Sub Sole"...




viernes, 2 de mayo de 2014

Travesía

Dormí entonces bajo los efectos de la noche embriagadora, donde los dulces anhelos se entremezclaban con las sutiles agonías de vidas anteriores. Era una sensación extraña, el observar y ser parte de un mismo escenario, los colores entrecortados se dividían a cada instante, dando una suerte de panorama caleidoscópico hacia lo entreverado con el porvenir.

Era de esta forma el inmenso cielo, una suerte de alfombra extensa que recorría hacia distintos horizontes, sin fronteras, ni límites establecidos. La totalidad en tanto, se expandía a cada segundo, sin detenerse,  en un incesante deja vú que me retrotraía hacia sensaciones de un pasado que no me era lejano, más se esfumaba de mis manos como un ágil pez en el agua.

Las preguntas entonces buscaban encontrar el curso de mi viaje, con interrogantes disimiles entre cada día de vida, manifestando delicadas señales que alborotaban el interior en una conmoción sin sentido. Nuevamente el silencio se imponía, como el aleteo inmortal de miles de aves que atraviesan su destino prefigurado hace siglos. ¿Adonde marchar?, es la interrogante que despierta el clamor y afán de miles de viajeros, en cada amanecer. Nuevamente el silencio, eco primigenio del nacimiento, para luego estallar en un coro de alegorías desperdigadas por distintos confines de nuestra galaxia....

Nubes transitorias, ríos pasajeros y contorneados, viento que sopla sin cesar entre horizontes de susurros, labrados cada uno de ellos en el cambio sin frontera, ni tiempo. Como simple testimonio, de nuestra naturaleza de fugaz impermanencia.

Así, como la voz de un ser extinto en la superficie, más de vital permanencia en las profundas razones de nuestra humanidad, nos desenvolvíamos junto a los otros transhumantes de aquella lejana comarca. No había tiempo para una detención, ni mucho menos de explicaciones o largas charlas. El curso de nuestro camino delineaba simplemente el proseguir hacia una ruta que aunque lejana, seguía siendo el universo de anhelos que mantenía la esperanza de muchos como nosotros. Secreto era el códice que almacenaba las palabras de nuestra historia, y más secreto aún era también el sentido y sonido de las mismas, quienes deleitaban con su música los oídos de quienes esperaban se abriesen de par en par los frutos que albergaban las conjugaciones del origen, en una trama de sinuosas añoranzas. 

Extrañas imprecaciones, cánticos y alabanzas eran alternadas a cada instante, pues extrañas eran también las conjugaciones que componían las palabras que emanaban de la boca de aquellos hombres. Palabras de otras tierras, versos de otros tiempos, frases creadoras de una vida en perspectiva, como señal de una visión  casi olvidada. Un nuevo programa, para una nueva vida, un resurgimiento que llevaría a cada sujeto a renacer desde las cenizas, como el muerto milenario, que deshecho se revierte en vital humanidad, para volver a lanzar sus pasos tras las colinas y desfiladeros, en el eterno recorrido de Aton, Yavhe, Buda, Jesús o Alá,...

Las manos añosas se transmutaron en juveniles, los ojos cegados se tornaron en ávidos de luz y diversión, mientras que los dientes carcomidos volvían a brotar. La palabra había vuelto a renacer, como la flor eterna en la estación de primavera, un nuevo Avatar volvía para retomar la senda de los iluminados de antaño, de esta manera mi clan, volvía a resarcir la justicia para los perseguidos, de esta manera casual, los de ayer, se hermanaban con los del presente, en una comunión de eterno retorno...

Lejos, el gran océano danzaba, las olas convergían en una magnífica ceremonia de alzas y bajas, pleamar y bajamar, sinuosas olas que contraían la superficie de ese espíritu de hermandad que ataba a cada criatura.La luna ascendía, el frescor se extendía sobre la campiña y miles de ruiseñores cantaban en una sinfonía de deidades extasiadas que albergaban cada partícula de aquél reducto- un minúsculo espacio para la deidad-
, más el hogar para todas aquellas criaturas, que aún admiraban el viaje de una estrella fugaz en el firmamento o la estela de un río, tras una cascada.....