El caminante marchaba sereno en torno a aquél sendero. No obstante, a ratos atisbaba la calidad del mismo, su condición y la real situación en que se encontraba.
Algo no lograba satisfacerle de esa huella demarcada por largos 20 años.
Ese camino que había sido su ruta habitual, hoy simplemente le parecía desgastado, escabroso, amenazante y rodeado de personajes hostiles, leanos. En síntesis, distantes de sus vivencias como viajero y de allí a los sueños que albergaba .
Algo había cambiado de eso no había duda. Del brillo y promesas iniciales, había tornado en una ruta sin un destino novedoso.
Por ello, atisbando el horizonte se dijo asimismo: -Eres tú el camino, eres tú la oportunidad de cambiar- y en un instante se lanzó por una ladera vecina dejando el añoso y poco seguro sendero por una nueva ruta que le deparaba aventuras, desafíos, que le imponía simplemente la posibilidad de experimentar y comprobar cuan lejos podía llegar confiando en sus capacidades, lejos del monótono resquemor del camino del pasado......
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