Hoy lunes 03/12/2012, conforme a lo programado se iniciaran las intervenciones del gobierno
peruano respecto de sus demandas en el tribunal de la Haya. Probablemente dominen las intervenciones
teñidas de emotividad y sobriedad, elementos indisolubles de una adecuada
oratoria, tendiente a sensibilizar a la tribuna de jueces atentos a conocer las
razones del demandante.
Perú sabe que cualquier elemento a su favor suma, pues en esta partida sólo
el demandado encarnado en Chile, lleva las de perder, pues apuesta al todo o
nada.
Esta situación, hilvanada con astucia desde Torre Tagle viene a consumar una
apuesta de largo plazo que Perú inicia desde hace más de 20 años, con la
paciencia de quién estrecha los hilos de una delicada tela. En efecto, la
sofisticación rayana en la hipocresía que alimenta el quehacer del demandante,
le otorga oropeles de un adversario de gran altura, que ha logrado luego de una larga travesía
arrinconar a la escuadra rival.
En el caso de Chile, nuevamente una encrucijada que recuerda las traumáticas
experiencias del Beagle y Laguna del
Desierto, sólo por nombrar las más contemporáneas. Una suerte de deja vú inquietante, perturbador y sobretodo
cuestionador del rol de los políticos y su Diplomacia. En efecto, si analizamos
cuidadosamente el itinerario que hoy se consuma en las intervenciones de la Haya, encontraremos esa suerte
de sello propio de nuestros gobernantes
caracterizado por una acción a contrapelo, improvisación y sobre todo candidez
en nuestros actores, que evidencia su calidad de verdaderos neófitos en las disputas diplomáticas.
Deseo enfatizar que ese aire de
candidez y entreguismo, tan propio de nuestra élite actual, se opone
radicalmente a la posición de nuestros antiguos próceres como: Portales (con
sus cartas a Cea), Ohiggins (con su énfasis en Magallanes) o en Bulnes (con los
asentamientos en el extremo sur) y otorgan una suerte de inseguridad propia de
los eventos deportivos en que habitualmente “sentimos la derrota” antes de
iniciado el partido. Una cultura que se hermana con declaraciones nefastas para nuestra historia, como las vertidas por Barros Arana respecto a la
Patagonia o el ex Presidente Patricio Aylwin en referencia a
Laguna del Desierto……
Asimismo, al revisar las
declaraciones de los ex Presidentes de Chile entregadas en razón de sus
creencias y argumentos respecto al conflicto, encontramos a diferentes
integrantes de esta camada de personajes “bienaventurados en ceder y regalar
terreno” criticando ácidamente a los ex Presidentes Lagos y Frei por señalar que
: “Los fallos deben apegarse a derecho” o “ No necesitamos fallos salomónicos”.
Si la mordaza está en nuestros propios compatriotas hacia quienes pretenden
fortalecer una posición de validez de lo acreditado por los pactos vigentes y la
práctica de más de 50 años, entonces, ¿Quién puede expresar la defensa de
nuestro territorio?.....
Perú mientras; observa, evalúa y calcula, allegando cualquier elemento
relevante a su causa. Asimismo, posee la cualidad psicológica de dualidad, siendo capaz de manifestar por un lado una
perspectiva de país despojado y víctima, que demanda una justa recompensa ante
un enemigo vil y abusivo. No obstante, por otro lado; trama, intriga y conspira
contra el supuesto país abusador encarnado en Chile, sumando aliados y
sobretodo manteniendo el orgullo de su pasado heredero del Incanato y Virreinato. De esta forma Perú suma de ambos lados y todo
ello en la perspectiva de sus objetivos.
Chile en tanto, con la complicidad de la élite entreguista y el silencio de
la masa, viene a jugar en el imaginario un verdadero rol de surtidor culposo de; tierra, mar o cielo, según sea el vecino y las necesidades que demande. Yendo a
una exploración más profunda encontramos
en esta realidad una manifiesta ausencia de visión estratégica, junto a una
carencia vital de sentido de identidad y pertenencia con nuestra tierra, expresado
en una perspectiva de centralismo-urbano que supone que Santiago es Chile y que todo fuera de dicha órbita se torna prescindible y sujeto a trueque. Sumemos a esto una evidente sensación culposa respecto a nuestro pasado de sacrificio e inmolación por la patria y tendremos el resultado del presente.
En este
contexto, la simple evocación de héroes: como: Luís Cruz Martínez (quién muere a
los 15 años durante la batalla de la Concepción), Arturo Prat Chacón o Hernán Merino
Correa (teniente asesinado en 1965 mientras patrullaba en territorio
chileno en una emboscada de gendarmes argentinos) parecen incomodar a
esa élite alejada y divorciada de nuestra historia junto a su territorio.
Una mirada radicalmente opuesta por ejemplo al habitante de Arauco, que antaño se
ungió como “Mapu-Che” (gente de la Tierra) ante el invasor
español .
En fin, las situaciones de tensión y conflictos focales no cederán como
piensan los utopistas alejados del realismo, más bien con cada muestra de cesión
de Chile, el apetito de sus vecinos se acrecentará con el deseo de obtener una
parte de nuestro territorio ( no debemos olvidar la situación de Campos de
Hielo Sur o la disputa de Bolivia por Mar)…..
Hoy, Chile fue testigo de cómo Perú
logró llevar a puerto su demanda, no logrando
nuestro país anticipar dicho escenario y
sucumbiendo ante una mirada complaciente y lejana a la legítima unidad
territorial. Mañana vendrán nuevos conflictos, ¿estará Chile a la altura de un Estado en forma? o mejor dicho ¿estarán sus
líderes a la altura de los desafíos de nuestro país? y tener la capacidad de defensa frente a los adversarios que buscarán
socavar nuestra integridad.
Conocemos el valor de identidad y estrategia que se otorga al territorio
por parte de naciones como EEUU, China, Inglaterra o Israel.
¿Somos capaces de pensar en un Chile merecedor de un mejor futuro que el presente de sumisión que lo
hunde en la desintegración y el simple materialismo mercantilista?. Ese es el
desafío inmediato, pues la deuda con nuestros héroes y compatriotas que
forjaron nuestra nación se mantiene.