Océano; escucho tu melodía ensimismado,
entre los cánticos de gaviotas que rondan tu amplia comarca.
Las olas agitan el tiempo
mientras van y vienen,
dibujando una caricia que avanza y luego rehuye su impulso.
Mientras el agua se despliega
entre movimientos ondulantes,
el silencio arrulla los ecos del instante.
A lo lejos, la silueta de cada día, se posa en cada gota que contiene tu
caudal,
como un signo de omnipresencia.
En tanto, el sonido de tu historia se repite cual latido de quién anhela
perdurar
Mar de altibajos, aventuras y pulsiones vitales que irrigan cada
momento.
Mar del recuerdo, no olvides tu historia, no olvides mi tiempo
Pues de pasado se fomenta el presente y también el futuro
Aunque las voces se apaguen al acercarse la tarde
Correrán nuevamente las aguas del río hacia ti
Para reiniciar el permanente ciclo, como la rueda del samsara
Hasta que hayas extinguido cada gota
Hasta que partamos a otro tiempo a otro océano