jueves, 23 de diciembre de 2021
El deterioro de la formalidad
sábado, 6 de noviembre de 2021
La violencia nuestra de cada día
miércoles, 4 de agosto de 2021
Die Zeit ist vorbei (Tiempo Ido)
El río escurre lentamente, mientras se desliza hacia su fin
Sus aguas, no volverán atrás, ni volverán a bañarte nuevamente
En este instante, es único, exclusivo y particular
Aunque tus ojos aprecien algo distinto
Así, el tiempo transcurre entre las tardes y amaneceres
Desde un lejano horizonte en oriente, hasta su ocultamiento en el oeste
Tu camino ha sido labrado con artilugios de ilusión
Lo que fue, simplemente no es
El tiempo ido se desvanece en un ayer que aún saboreas
Piensas que se encuentra en algún lugar
Las nuevas generaciones se alzan con gritos vociferantes
Buscando derrumbar las estatuas que impasibles les observan
Hay un destierro de las ideas de antaño, una sorna que roe la existencia
Los cimientos de tu mismísima construcción están siendo atacados
Las palabras ya no son las mismas, los saludos o las reuniones
Entre gritos, fuego y mascaras el día a día se ha impuesto
Mientras el ayer se va quedando en el fondo del río
Pareciera que sólo es una pesadilla ( y tal vez lo sea)
Más el sueño no se rompe y el anhelado despertar es un anhelo
De esta forma, el laberinto nos extravía en medio de anhelos y consignas
Mientras acaricias la suave tela del vestido de la danzante, este mismo se deshace
Mientras sonríes, tu mirada ya se apaga
Mientras corres y balbuceas palabras, tu voz se alza y comenta
Mientras te levantes de amanecida, ahí mismo tu cuerpo se prepara a dormir
Apenas comienzas a vivir, y tu cuerpo va camino al sepulcro
Tiempo ido, tiempo de ilusión
Tiempo de apariencias y momentos
Hace mucho vino un visitante y prometió volver a nuestra tierra
Algunos aún lo esperan y lanzan sus consignas
Otro sabio prometió el eterno retorno
Una suerte de rueda de permanente giro
Yo no sé donde estoy y donde estaré mañana
Ví llover fuego de los cielos, y oír los lamentos de mi pueblo
Mientras otros eran aplastados por la fuerza de la guerra
También sentí el placer del amor y la desazón de la pérdida
Mientras era apenas un adolescente
Entre tanto ir y venir, las historias se mezclan
Así hoy honro al tiempo ido, sin saber si mañana lo recordaré o volveré a vivirlo
Mientras tanto, las calles oscuras reiteran el eco de las consignas y gritos
martes, 2 de marzo de 2021
Recuerdos
La lluvia riega el rostro de la vieja calle
Lavando sus grietas, limpiando el polvo acumulado
Por un instante, remece el tiempo ido
En un pasaje de rosas rojas
Atrás, el pasado recubierto de hojas que bailan en el viento
Mientras el antiguo cerrojo espera ser abierto
Así, las sombras esperan atentas a dicho evento
Ilusión
Existen días en que Mara se instala a mí alrededor
Ella danza su mejor baile
Abre sus ojos y muestra su abominable faz
Intenta perturbar mi paz, a ratos logra su objetivo
Entonces, justo en el momento en que creo verme arrastrado
Al intrigante laberinto de los fantasmas, recuerdo
El concepto de transitoriedad
Así, sin más, respiro y pronto las angustias
han partido como un trozo de papel
viernes, 8 de enero de 2021
Poema 29
Los
pesares del lamento fueron vanos
A la
heroica resistencia de tu ser
Constreñida
hacia el núcleo de la magia
Has
vencido a los cantos fúnebres de ayer
Más
que auxilio, tu voz clamó justicia
Más
que honores, el respeto de la multitud
Pues
de dádivas, no concibes tu existencia
Como diosa intransigente,
testimonio de tu voz
El fulgor de tu enigmática
presencia
Obnubila los augurios de dolor
Con
el brillo del aura omnipotente
Inmortalizas las bellas causas del vivir
Fuerza
de frenético impulso ante el cosmos
Tu
pasión ha desbordado los confines legendarios
Ya
cansado, me detengo a recordarte
Como artesana del quehacer entre
aquellos
Donde el sol
aún no llega
Heroísmo, entrega y lealtad por siempre
Crónica de una Rebelión
Sentarse frente a la ventana y observar la calle gris, mientras los transeúntes deambulan, fue mi decisión en cada tarde que llegaba a mi hogar.
La soledad había calado mi
existencia y me negaba a reunirme nuevamente con el mero afán de oír las voces
humanas que según muchos ayudaban a reinsertarse. Mi opinión era distinta,
había que observarlos y ver su tránsito para saber que nuestra trama era distinta.
Empecinados en llegar a algún lado, no llegaban finalmente a ninguno,
obsesionados por hablar, finalmente consagraban un dialogo vacío.
¿Cuántas veces no lo había
vivido, en cuántas ocasiones no lo había realizado? Era un viejo camino que
para mí al menos estaba desahuciado, y por ello me rehusaba realizar. Los seres
humanos habían sido vaciados de su esencia, transformados en sujetos de mera
percepción de placer o displacer, arrobados en un egocentrismo supremo que los
hacía pensar en sí y sólo para sí. Desde los individualistas hasta los
colectivistas parecían no desear escuchar a nadie, simplemente relatar su
discurso para impresionar como verdaderos actores en el tablón.
Me pregunté cuándo habría
comenzado todo esto, intenté descifrar el momento exacto en que nuestra
sociedad mutó a esta suerte de parodia en que nos convertimos. No logré dar con
la respuesta precisa, aunque si sospechaba que todo comenzó con el avance del
denominado desarrollo económico, por allá en los 90. En dicha década se comenzó
a fraguar un cambio en el alma de mis connacionales, allí anidaba el verdadero
germen del cambio presente.
Sobreprotección, ausencia
parental, compensación vía regalos, ausencia de rigor, facilidad de compras,
una animadversión hacia el sufrimiento, rechazo y vejez.
Recordé que hace más de 20 años
vi por primera vez a un niño patear a su madre, mientras esta le daba
explicaciones al niño.
Luego vendría la búsqueda de
evitar ser adulto y la obsesión con ser viejo. En la práctica, se deseaba
frenéticamente mantener la adolescencia y juventud a toda costa. Vino el auge
de cirugías, implantes, productos estéticos, gimnasios, divorcios, disfrute
oculto y evitación del paso de los años.
Los jóvenes no querían irse de la
casa, tampoco deseaban trabajar y comenzaba a germinar la crítica de lo hecho
por sus padres, aunque dicha crítica se hacía financiada por los mismos.
A la misma crítica hacia los
padres, se sumó después la crítica a la sociedad, a nuestros emblemas,
tradición e historia.
Así, los hijos intentaron no sólo
“matar al padre”, sino a la rama familiar completa, rehaciendo su historia, esa
infausta historia para ellos. De allí nació esa verdadera cofradía de los
juramentados, cuya emergencia se empieza a observar desde el 2010 en adelante.
Juramentados para rehacer todo lo creado, cuyo pecado original debía lavarse
(según ellos). Una secta religioso-política, comenzaba a ver la luz, sus
integrantes en su mayoría jóvenes y algunos rebeldes de antaño, comenzaban a
levantar sus consignas, esta vez para gobernar e imponer la verdad perdida; -Su
verdad-.