Un atribulado aldeano corría en dirección este, en busca del sabio de la pradera que meditaba tranquilamente bajo un frondoso árbol.
Al llegar frente al maestro, el sujeto apenas descansó y procedió a recitar una larga lista de problemas y sinsabores que le afectaban y pidió un consejo para solucionarlos.
Impávido ante tal cantidad de calamidades señaladas por el consultante, el maestro sólo señaló:
- ¿Cómo te comerías un elefante?-
- El sujeto dudó y luego señaló un simple: -no sé-......
- Ante esta actitud el maestro le señaló;
-Veo difícil que logres resolver tus problemas si antes no
logras responder esa pregunta-......
- Variados fueron los intentos y todos fallidos de responder, por lo que el maestro sonrió ante el individuo y le respondió: - Te puedes comer un elefante, sólo de a poco - , ¿entiendes?-, asimismo debes enfrentar tus problemas pues se asimilan a un gran elefante, imposible de devorar en un sólo bocado...
- El sujeto, devolvió la sonrisa y sin más se marchó agradecido..........
No hay comentarios:
Publicar un comentario