El que ayer te sonreía y lanzaba clamores ante tu paso- hoy mismo clava el puñal artero-
-Ve incrédulo, cerciorate-, que allí mismo donde caminaba el glorioso Julio César, hoy yace su cuerpo moribundo mientras se retuerce al observar como su hijo se alza con el poder de la conspiración. ¿A quién le importa que el vencedor de las Galias perezca en medio de la vía como un vil perro? .
Incrédulo e inocente; acaso recuerdas al gobernador romano Poncio Pilatos exclamar: “Ecce Hommo”, por el redentor Nazareno malherido, quién camina rumbo a la inmolación…. Tu memoria es frágil, nada sabes de la eterna rueda, del eterno retorno, de la historia que vivieron antes que tu existieses, aunque me imagino lo sospechas…..
Así, el que antaño alzó vuelo pretencioso, bien puede esperar un final como el mismísimo hijo del sabio Dédalo que intentara alcanzar el sol. Por otro lado no olvides al astuto Ulises, quién luego de vagar en los mares por 20 años finalmente logra llegar a su anhelada Itaca. Como sea, no te lamentes: - ¡Oh, tú caído!, que mañana será un nuevo día y con ello un nuevo ciclo, una nueva historia que renacerá para volver a remontar los sueños, aún cuando en la misma esquina se delineen los mayores desafíos de tu vida….
En ese juego estamos consagrados los humanos, en el permanente caudal del río vital que ha de llevarnos en constante devenir hasta que remontemos nuestra propia eternidad….
Incrédulo e inocente; acaso recuerdas al gobernador romano Poncio Pilatos exclamar: “Ecce Hommo”, por el redentor Nazareno malherido, quién camina rumbo a la inmolación…. Tu memoria es frágil, nada sabes de la eterna rueda, del eterno retorno, de la historia que vivieron antes que tu existieses, aunque me imagino lo sospechas…..
Así, el que antaño alzó vuelo pretencioso, bien puede esperar un final como el mismísimo hijo del sabio Dédalo que intentara alcanzar el sol. Por otro lado no olvides al astuto Ulises, quién luego de vagar en los mares por 20 años finalmente logra llegar a su anhelada Itaca. Como sea, no te lamentes: - ¡Oh, tú caído!, que mañana será un nuevo día y con ello un nuevo ciclo, una nueva historia que renacerá para volver a remontar los sueños, aún cuando en la misma esquina se delineen los mayores desafíos de tu vida….
En ese juego estamos consagrados los humanos, en el permanente caudal del río vital que ha de llevarnos en constante devenir hasta que remontemos nuestra propia eternidad….
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