En días previos había recordado las palabras de José Ortega y Gasset, en relación a nuestro país: "Tiene este Chile florido algo de Sísifo,
ya que, como él, vive junto a una alta serranía y, como él, parece
condenado a que se le venga abajo cien veces lo que con su esfuerzo cien
veces creó".
Nuevamente ha sentido nuestra larga comarca, la pulsión telúrica subterránea que recorre de extremo a extremo. Nuevamente, se ha actualizado el mito de Ten Ten Vilu y Kai Kai Vilú- serpientes ancestrales que dieron forma a nuestro terruño- con sus lucha de colosos capaces de hundir montañas y asimismo alzar masas abisales desde las profundidades del mar...
En esta ocasión, ha sido nuestro norte heroico, espiritual y silente, quién ha debido lidiar con el serpenteo de la tierra , como una suerte de prueba que hermana a nuestra gente desde los albores de su historia.
Así, las ciudades preñadas de sol, valles escondidos, salares, cultura milenaria y de ese mar azul esmeralda de amplitud inconmensurable-que es también, amenaza certera para cientos de vidas- han debido despertar del ensoñamiento que arroba las almas de los residentes. Arica, Huara, Iquique, Pica, Pozo al Monte, Camarones, Pisagua y tantas otras, buscan ahora encontrar ese equilibrio de sortilegio anhelado que transmiten en cada estampa de sus bella tierra.
Nuevamente la adversidad de la naturaleza ha retrucado la estructura de la maquinaria humana, así los discursos y vociferaciones de las masas, han dado paso a la faena laboriosa del trabajo arduo entre escombros y derrumbes que nuestros compatriotas deben asumir, en pro de una reconstrucción que no puede, ni debe esperar (bien sabemos lo sucedido a Tocopilla).
Las escenas de esta ocasión, han sido algo engañosas en comparación con el desastre del 2010. En efecto, a primera vista da la impresión de que no hubiese mayor impacto, sin embargo al ir recorriendo poblados alejados o centros de la periferia, es posible comenzar a descubrir la verdadera faz de este terremoto que se encumbró a 8,2 grados Richter en primera instancia, y luego en secuelas seguidas sobre los 7° grados, para azotar con su energía a cada vivienda o construcción que encontraba a su paso, hasta llegar a estampar el signo de catástrofe en las regiones de Arica y Tarapacá..... Por ello, es necesaria la vista aguda y atenta que logre apreciar en su real magnitud el impacto del sismo.
Bien sabemos que desde la mirada centralista se tiende a ver las cosas algo "lejos". En este mismo blog he sido denunciante del olvido de casos como; Chaitén o de las calamidades del 27/F ( entre otras). Por esto, resulta relevante asumir el desafío de la reconstrucción a la brevedad, y con plazos acotados y delineados técnicamente. En este sentido, el destino -a veces algo irónico-, ha entregado la oportunidad de redimir las culpas y errores del primer gobierno de Bachelet ante el 27/F. Para ello, deberá emprender una tarea no menor y asimismo excluida de todo calculo del "Programa de Gobierno". Más, la realidad es dinámica, la transitoriedad es instante tras instante, y por ello nada obsta e impide delinear el curso del quehacer de nuestra nación para dirigir los recursos y energía necesaria para dar respuesta a las necesidades del ahora con urgencia.
Chile ha enfrentado diversas tensiones a través de su historia, las que han revelado la materia oculta de la cual está constituido nuestro pueblo. En este sentido, la presente situación debe ser asumida como una oportunidad para nuestros hermanos del norte, los que en muchas ocasiones sienten el olvido patente desde la administración central. Por ello, no deben existir ambivalencias de ningún tipo en el ejercicio del liderazgo de quienes son los responsables en estas materias.
Chile está observando, los chilenos deberán emprender la mítica tarea de rehacer la nuevas columnas de su sostén mágico, los gobernantes no tienen excusas para cumplir con el real mandato de su pueblo. Pues más allá de las vociferaciones, está el sentido de altura y hermandad con nuestras regiones del norteasoladas por la fuerza subterránea que despierta de tiempo en tiempo para abrazarnos en un ritual de vida y muerte.....
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