lunes, 30 de marzo de 2015

Catástrofe en el Norte: El Peso de la Historia

Lo sucedido en el norte, viene a ratificar el sello que Chile sustenta desde su temprano nacimiento  como Estado-Nación, y seguramente que como simple localidad geográfica desde mucho antes. Esto es: Un espacio expuesto a diversos azotes de la naturaleza, con magnitudes de cataclismo.

No será necesario ir muy lejos para identificar sismos, maremotos, incendios o tormentas a través de nuestra historia patria para entender de lo que estamos hablando. Es más, sólo considerando desde el año 2007 hasta la fecha, podemos consignar al menos ocho  episodios de magnitud significativa con impacto en la comunidad.

¿Los recuerda acaso la ciudadanía o los tenía presente la autoridad al momento del episodio en el norte?, -¿Quién sabe?, después de todo, Chile ha estado sumergido en una suerte de sueño surrealista desde hace a lo menos cuatro años, que incluso un ex Senador calificó como: " Fumadero de Opio".....

Difícil entonces retener en la memoria algo tan elemental, pues los narcóticos destruyen los centros neuronales - no sólo de individuos, sino de la sociedad-

Para una mayor ilustración, los detallo a continuación:

1.-  Terremoto en Tocopilla (2007)
2.-  Erupción Volcán Chaitén (2008)
3.-  Terremoto  27/F, Desde Copiapó hasta la Araucanía (2010)
4.- Terremoto en Antofagasta (2014)
5.- Incendio en Valparaíso (2014)
6.- Erupción Volcán Villarrica (2015)
7.- Incendio en Melipeuco y Conguillío (2015)
8.- Tormenta con desbordes y alud desde Antofagasta hasta Coquimbo (2015)

Debo precisar que además existieron episodios con calidad de catástrofe en la Torres del Paine (2011) y el Volcán Caulle (2012), que si bien no involucraron a la población, si representaron una amenaza al entorno.

Lo anterior, honra lo que han referido diversos personajes en distintas épocas y por diversas vías.  Ortega y Gasset, por ejemplo, señaló respecto a nuestro país;  "Porque tiene este Chile florido algo de Sísifo, ya que como él, vive junto a una alta serranía y, como él, parece condenado a que se le venga abajo cien veces lo que con su esfuerzo cien veces creó”. Esta cita se puede encontrar en “Meditaciones del pueblo joven” y en un discurso ante el parlamento chileno, publicado en el Diario Ilustrado.

El fallecido Miguel Serrano, comparo nuestra cordillera con la serpiente "Kundalini”; serpenteante,  activa y telúrica...

El génesis de nuestro suelo  según la tradición Mapuche, se funda en la batalla de las dos serpientes; Ten Ten Vilú y Kai Kai Vilú, quienes en medio de un diluvio desencadenaron una inundación de las tierras

Por último, ha venido a mi memoria en estos días de desastre  en Atacama, una suerte de profecía que oí mientras trabajé en dicha zona, y que habría señalado el mismísimo Padre Negro (Crisógono Sierra y Velásquez, sacerdote destacado y enigmático que la gente recuerda con diversas historias de prodigios), quién vaticinó una inundación y cataclismo de la ciudad. De allí que este relevante personaje, se esmerara en construir una cruz, en  el único lugar donde se podría ver esta, como una suerte de testimonio de la existencia de la extinta ciudad.  Hoy dicho cerro es conocido, justamente como Cerro de la Cruz, y ha servido de refugio a innumerables familias despojados de vivienda.


El presente marco, que muestra un entramado mítico-poético-histórico más allá de lo pintoresco,  nos deja de manifiesto que Chile requiere un servicio de primer nivel tanto para prevenir como asimismo responder y resolver  las diversas eventualidades de emergencias que se desencadenen producto de la naturaleza u otra causa. 

La pregunta, que cabe realizarse sinceramente es: ¿Ha tenido un Servicio Efectivo nuestro país para responder a las emergencias?, al menos en este último episodio que ha azotado a nuestro norte, la respuesta tajante desde la comunidad, es;  No.

¿Se han realizado verdaderos esfuerzos por dotar un Servicio de excelencia en  cada región?

La respuesta vuelve a ser un no rotundo...


Producto de lo anterior, una vez más se constata  una autoridad ausente, con reacciones tardías, donde el peso del 27/F se instala como un fantasma amenazante que evidencia lo anacrónico del sistema de emergencia vigente. De esta forma, sólo el  Azar o la Divinidad han permitido que la tragedia no sea de mayor envergadura. Así, simplemente no se puede con el peso de la historia, pues esta deviene en un determinismo imposible de revertir ante semejante negligencia..........

Saque usted sus propias conclusiones....

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