lunes, 18 de abril de 2016

La Danza Natural

La naturaleza Danza su baile, con una particular armonía.

Soplo  de  brisa hábil e ímpetu de volcán.

Donde hombres y mujeres, seres de la humanidad, no somos más que acompañantes.

Si bien nuestra capacidad nos otorga el sueño de superioridad,


siempre llega el momento, para despertar de tal ilusión...

La naturaleza, sutil a ratos y brutal en otros, ondula su despliegue como un cuerpo sensual, con oscilaciones  de anhelo y desesperanza.
De tal manera, cuando esperamos algo de ella, perfectamente nos lo puede negar y asimismo
cuando estamos desprevenidos, se abalanza en un furioso ataque.

Sólo la fútil añoranza nos permite evadir lo evidente, descubrir  lo ineludible.

Por ello, permite que el canto del ave anide en tu interior, admira la hermosa cordillera,
junto con respetar su majestuosidad.

No olvides el camino recorrido por nuestros ancestros, que hasta ayer vivían en un frágil
equilibrio con el entorno natural.

Alza tu mirada, respira profundamente y sueña por alcanzar la bella cumbre.

La naturaleza baila, mientras el sol curte  rostros anónimos o inunda el campo de anhelos,
mientras su movimiento abraza el éxtasis del fulgor de mareas y cataclismos.

Recorre el Vesubio su evocación,  mientras Ten Ten Vilú y Cai Cai Vilú se entrelazan
en una lucha mortal que dará inicio a un nuevo amanecer.

Cae la tarde, Santiago se inunda, sus alamedas ayer estériles, hoy son acuáticas. Simple
juego de la danza sensual y peligrosamente fatal, de esa Mater Natura que nos acaricia y devora.









No hay comentarios: