El Perro es el undécimo signo del zodiaco chino. Simpático e inteligente, tiene un enfoque binario a la vida y sus relaciones con los demás. Si te beneficias de su amistad o su amor, un Perro nunca te decepcionará.
El Perro claramente prefiere el campo a la ciudad. No es un gran viajero como el Caballo, y prefiere sobre todo cuidar de su hogar. Honesto, fiel y celoso, el Perro también es de naturaleza irascible cada vez que se deja ganar por la angustia y el pesimismo, o cuando sus hábitos son trastornados. No queriendo la soledad, buscando la seguridad sobre todo, el Perro es el más conservador y tradicionalista de todos los signos del zodiaco chino.
En el mundo profesional, el Perro es a menudo un abogado, un juez, un oficial de policía, un profesor, un educador, un sacerdote, un doctor, un sindicalista, un agente secreto, un filósofo, un crítico o un escritor.
El Perro revela a sí mismo los secretos de sus deseos más íntimos, sin sentir ninguna vergüenza. Muchos años de introspección y pensamiento también han comenzado finalmente a dar fruto, ya que revelan más claramente el camino de una espiritualidad más profunda y más sólida.
El Perro también logra dominar las muchas ansiedades y dudas que lo han estado plagando durante muchos años y han sido una fuente de bloqueo en su vida. El aumento de la madurez del Perro tendrá efectos positivos a lo largo de 2018, especialmente para su familia y sus amigos. Gracias a su aura cada vez mayor, el Perro es escuchado con mucho más atención por su séquito, y no duda en dar consejo objetivo y apoyo efectivo a los necesitados.
Nuestra sociedad transita hacia una posibilidad de entendimiento, el signo del perro permite dicha alternativa, su pasado salvaje jugaría en contra, no obstante el presente cercano y domestico, indica que las oportunidades de acuerdo se abren significativamente.
Cercanía, lealtad que se entregan y deben ser honradas, pues un perro exige a lo menos un momento de atención. Ante un distanciamiento, la orfandad puede penetrar en el sentimiento de este signo, la peregrinación hacia otros hogares, en síntesis la búsqueda anhelada de ese afecto y reconocimiento histórico que identifica al peregrino que deambula de ciudad en ciudad.
El año del perro por tanto, se separa del año del gallo de fuego, se identifica como un espacio de acuerdos, reciprocidad y colaboración. La incógnita vendrá de parte de nosotros mismos, cuan dispuestos estamos para ello....
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