La ruta del camino siempre llama a la aventura
Más en ese llamado, también se inscribe el designio del extravío
Pues toda ruta presenta opciones, algunas de ellas que nos pierden
El caminante aventurado lo sabe. Por eso, nunca olvida seguir el designio del sol, las estrellas y los ríos
Mirar los cielos, atisbar lo que dicen las nubes y reconocer el suelo que pisa
Más la osadía y el voluntarismo, muchas veces vencen a la prudencia
La impetuosa fuerza que yerra ante la habilidad
Confunde juventud con sabiduría
Así, nos pierde, llevándonos a un destino distinto al imaginado
De esta forma, sucede a muchos: Gobernantes, viajeros empedernidos, comerciantes y ciudadanos
La ruta nunca es el mapa
El terreno siempre guarda secretos
Los cambios son inevitables y nunca hay certezas plenas
Conozco personas que partieron jóvenes y llegaron viejas a su destino
Con extravíos de años
Vivos que llegaron muertos
Sanos que salieron a caminar y fueron afectados por la enfermedad
Seres tristes que mutaron a la felicidad, y también en el sentido opuesto
Promesas diversas envueltas en ilusiones, que luego cayeron al abismo
Nunca te fíes del camino, tampoco le temas, más bien aprende, observa y lee
Quizás la gran lección será el tránsito realizado
Y al finalizar la jornada poder decir nuevamente, hasta pronto.
Un hasta pronto en este mundo no es poca cosa
Implica vivir y ser consciente de un mañana posible
Algo que a veces el camino consume de una sola vez
No hay comentarios:
Publicar un comentario