miércoles, 30 de junio de 2010
La Búsqueda
Luego de un largo caminar tras el sendero del sur en busca de la ansiada meta, me acerqué donde se encontraba en anciano meditando. Me sonrió agradablemente y luego de mirar su cara un instante, vacié mi consulta sin más:
Maestro, solicito que me respondas por favor respecto a la verdad, a lo que se encuentra detrás de todo.
-Sonrió y me quedó contemplando con una tranquilidad inquietante-, luego respondió;
-Grandes preguntas, simples respuestas- Sólo podemos alcanzar la verdad a retazos- la verdad última me refiero-, pues siempre encontramos algo más allá que nos conduce a sentirnos impotentes, pequeños y en definitiva incapaces de alcanzar la totalidad.
Esa sensación nos ubica en nuestra real dimensión, pues si bien somos capaces de avanzar, inventar y generar creaciones fantásticas a la vista del más incrédulo asimismo somos incapaces de responder más allá de un cierto límite.
Mientras siguen invadiéndonos sentimientos de ansiedad y desconcierto, seguimos siendo en definitiva pequeñas criaturas con un poder desproporcionado.
Más no te aflijas, pues es dable pensar por ejemplo como sería la tarea de una pequeña célula de intentar conocer todo el organismo, más aún en un tiempo definido y sin mayores certezas que el ímpetu, deseo y ansia de ir más allá de sus naturales límites.
No obstante todo lo señalado, siempre existirán nuevos exploradores e investigadores que buscarán nuevos rumbos, pues así ha sido y así será, ¿Adonde llegarán?, no lo sé en realidad, tu en principio puedes partir por ti mismo y conocerte según lo señalaba el antiguo oráculo.
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