Surge un alarido, desde
la estepa milenaria
Voz desgarradora, que
denota el instante revelado
Entre amaneceres de
conciencia disgregada
Un atisbo de idea en sonido se ha plasmado
Son los versos balbuceados por el hombre
Un atisbo de idea en sonido se ha plasmado
Son los versos balbuceados por el hombre
Que cual constelación se
han ordenado
De esta forma; Invocación, cántico o alabanzas, se intercalan entre el susurro de árboles emancipados
Nace la humanidad en instante
Se alza la estación, mientras cruza el río su designio
indiferente
Más allá de todo, en la
remota historia de andares atávicos
Una criatura interpela al
infinito en la alborada
El silencio ha sido interrumpido
-Escucha tú- la propia
trama, de encanto y melodía
Preñada de momentos, en el
tiempo indescifrable
Simple deambular de
artilugios olvidados
Desde ahora devenido en
verbo
Motor del decir que
encanta,
¿Vendrá ahora la
serpiente postrera?
Como fruto del paraíso
perdido
Se escuchan los cánticos
de humanos
Atiende las entonaciones,
¡Oh, mortal!
Que surgen cual magma
desde diversos confines
Tornando la palabra en vida
¡Despierta entonces
criatura!
¡Ve y lleva el mensaje!
Ese de enigma encriptado,
desde tu caverna primigenia
Que cual garganta acumula los ensueños
Que cual garganta acumula los ensueños
De noches borrascosas, inconsciente y silente existencia
Es el verbo ahora, flujo
de habilidades del provenir
Donde cada instante se
traduce en evocación
Tiempo ido, tiempo porvenir
Labrado desde el sentido
de la búsqueda ancestral
Vuelan desde ahora poesías, más
atrás se observan las bandadas
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