Seducción
En el confín de la tierra, he sentido los llamados de tu calida voz de dulzura y encanto.
Iluminada como luna llena, resplandeciente magnética y deslumbrante ante la naturaleza que le adornaba me encontré frente a la mirada de aquella mujer llamada seducción.
Imagen arquetípica del enigma que liga la travesía del hombre hacia un viaje consagrado de promesas de pasión, disfrute sin lugar para la razón o de reflexión alguna.
Circe en la isla Calipso o el mismo Paris ante la reina de Troya fueron los portavoces de tus encantos y poderes. Cada cual en su momento ha tenido el agrado o desafío de poder atisbar tu mirada penetrante y sentir el llamado de la naturaleza primitiva adornada de una estética sin par, simple imán de fuerza poderosa que emerge desde la profundidad de la tierra cual magma tectónico que desborda los cimientos establecidos por el orden imperante de la costumbre o el simple hábito.
Las mismísimas sirenas presentes en el viaje del Rey de Itaca fueron tu expresión en su momento, desatando un impulso incontrolable hacia los eximios aventureros, quienes se lanzaban enloquecidos a la búsqueda de los míticos cantos de figuras dibujadas en las rocas desde donde marcaban el destino de su fin.
Encanto sin igual que trasluce el mensaje del deseo contenido y perfeccionado en tan disímiles idiomas, tan variado y expresado en formas sensibles las cuales permiten acceder de su magia a tantos y tantas como existen en nuestra humanidad.
Luminosidad de fuego, candil de estrellas atropelladas y reunidas en el fantástico farol del reflejo que llama a concurrir sin meditar a tantas criaturas que terminarán colapsadas en el ardor de la lumbre ilusoria. Más nada te detiene en tu afán de avanzar pues no conoces del arrepentimiento, tan sólo cumples el rol que has desempeñado desde siempre, elevando tu camino de prestigio y de palabras ungidas de placer, promesa y devenir efímero.
Los caminos ante ti no son muchos; – acatar o resistir - parecen ser las opciones demarcadas ante tu llamado, sin intermedios o falsas pretensiones de dominio. Así el desafío ha sido lanzado para hombres y mujeres, el ser humano como especie desterrada….
-Medito en este mismo instante en que las promesas lanzadas por ti configuran un futuro paradisíaco e indescriptible- cada oferta eleva nuevamente a la otra y así paso a paso tu voz de convincente mensaje untado en miel va tiñendo la razón ante el discernimiento.
Así el camino está delineado a definir el sentido de este encuentro sin igual, ¿apelo entonces a la astucia de Teseo para escapar del laberinto urdido por tus gráciles manos o simplemente me lanzo a realizar el ejemplo del magno Alejandro ante el nudo Gordiano. –Aquí estoy hoy-, en la encrucijada que permite dos opciones: claudicar o vencer- ….
En el confín de la tierra, he sentido los llamados de tu calida voz de dulzura y encanto.
Iluminada como luna llena, resplandeciente magnética y deslumbrante ante la naturaleza que le adornaba me encontré frente a la mirada de aquella mujer llamada seducción.
Imagen arquetípica del enigma que liga la travesía del hombre hacia un viaje consagrado de promesas de pasión, disfrute sin lugar para la razón o de reflexión alguna.
Circe en la isla Calipso o el mismo Paris ante la reina de Troya fueron los portavoces de tus encantos y poderes. Cada cual en su momento ha tenido el agrado o desafío de poder atisbar tu mirada penetrante y sentir el llamado de la naturaleza primitiva adornada de una estética sin par, simple imán de fuerza poderosa que emerge desde la profundidad de la tierra cual magma tectónico que desborda los cimientos establecidos por el orden imperante de la costumbre o el simple hábito.
Las mismísimas sirenas presentes en el viaje del Rey de Itaca fueron tu expresión en su momento, desatando un impulso incontrolable hacia los eximios aventureros, quienes se lanzaban enloquecidos a la búsqueda de los míticos cantos de figuras dibujadas en las rocas desde donde marcaban el destino de su fin.
Encanto sin igual que trasluce el mensaje del deseo contenido y perfeccionado en tan disímiles idiomas, tan variado y expresado en formas sensibles las cuales permiten acceder de su magia a tantos y tantas como existen en nuestra humanidad.
Luminosidad de fuego, candil de estrellas atropelladas y reunidas en el fantástico farol del reflejo que llama a concurrir sin meditar a tantas criaturas que terminarán colapsadas en el ardor de la lumbre ilusoria. Más nada te detiene en tu afán de avanzar pues no conoces del arrepentimiento, tan sólo cumples el rol que has desempeñado desde siempre, elevando tu camino de prestigio y de palabras ungidas de placer, promesa y devenir efímero.
Los caminos ante ti no son muchos; – acatar o resistir - parecen ser las opciones demarcadas ante tu llamado, sin intermedios o falsas pretensiones de dominio. Así el desafío ha sido lanzado para hombres y mujeres, el ser humano como especie desterrada….
-Medito en este mismo instante en que las promesas lanzadas por ti configuran un futuro paradisíaco e indescriptible- cada oferta eleva nuevamente a la otra y así paso a paso tu voz de convincente mensaje untado en miel va tiñendo la razón ante el discernimiento.
Así el camino está delineado a definir el sentido de este encuentro sin igual, ¿apelo entonces a la astucia de Teseo para escapar del laberinto urdido por tus gráciles manos o simplemente me lanzo a realizar el ejemplo del magno Alejandro ante el nudo Gordiano. –Aquí estoy hoy-, en la encrucijada que permite dos opciones: claudicar o vencer- ….
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