Surge el suceso en un momento
determinado, como una suerte de aparición
que destella de tal forma significación para el evento, que es difícil calificarlo como algo casual.
<– Tu mi
sonriente efigie, que hace poco dudabas de aquello ahora te das por enterada-
¿Dudas? -
muchas me imagino-, pues no es fácil entender que nuestra existencia se
encuentra íntimamente ligada con ese
espacio que denominamos exterior.
Parece entonces que la referencia interna/externa es sólo referencial y no
del todo relevante, pues como señala el antiguo designio escrito en el Kybalión:
“Como es arriba es abajo”. De tal forma, podríamos señalar nosotros; como es el
interior es el exterior.
Los ejes vitales se interceptan y unen en un punto determinado del plano, más allá
de tiempo, espacio o dimensiones determinadas. Una suerte de Aleph. ¿Te
recuerdas del libro de Borges?, la actualización
de la vieja narración de ese punto primigenio que aflora y es unidad. Principio
y fin del mismo universo.
-Me observas, mientras dicto mis apreciaciones- Pareciese entonces que aún
la duda inunda la realidad de tu existencia, mi estimada compañera de jornadas
reflexivas, voz del eco remoto que trasluce la simple esencia de la brisa
portadora de incógnita. Reitero entonces
mi reflexión devenida en creencia, pues me interesa señalar que somos una
proyección activa desde nuestro yo profundo hacia todo el alrededor, capaz de
unirse a nuestro cosmos y así concadenar el universo, en esa secuencia de eslabones
indeterminados que lleva el origen de nuestra existencia.
Un sueño, algo similar, a una interacción en donde tu presencia activa
procesos sin causa aparente en el contexto. Conocemos en algo las experiencias
de Jung, -¿Te recuerdas?, de la
Sincronía.
-Mueves la cabeza de lado a lado- Como
una suerte de dictamen indeciso, ambiguo, indeterminado, frente a la evidencia
que se va entregando.
¿Resulta tan difícil de entender acaso?, entonces la simple convicción no basta, la realidad se funde en nosotros y nosotros en ella. Pequeños signos a veces y luego eventos relevantes se manifiestan frente a nosotros y viceversa.
En fin, cada guiño que nuestro entorno remita es una interacción de orden
circular que nació junto a nosotros y no algo ajeno a nuestro propio universo,
que no es sino la extensión de la amplitud delineada en sistemas, galaxias y
constelaciones hasta el infinito.
-Me sonríes-,
como asintiendo- Comprende; -Tú- el ánima de la compañía, la representación del
remanso, de ese espacio indeterminado que ofrece la anhelada paz, te albergas en diversos espacios a
la vez y probablemente estarás en este mismo instante en diversos lugares y confines del mundo . Esto, porque eres una manifestación de la universalidad que
se une en cada uno de nosotros mediante ese punto de intersección común.
Resulta significativo asimismo observar como la síntesis de unidad es un
reflejo de lo que portamos en el fuero esencial y que en la frase:"Por sus
frutos los conoceréis, alude a dicho evento, quizás de una manera directa y práctica,
aunque no por ello menos evidente de la ligazón esencial existente.
"Surge entonces la idea, su presencia evoca los sentidos comprometidos, profundos,
extensos y simplemente manifiestos en el
proceso de nuestro desarrollo, asimismo, surge de manifiesto el hecho, la acción
como continuo de esa idea". De esta forma, la unidad es la justa apreciación
para quién pretende aproximarse al saber y del mismo modo la desintegración, la
forma más pertinente para quién busca alejarse del saber .
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