En medio del silencio, emerge nuevamente el gigante dormido; El Volcán Calbuco que desde el año 1961 no manifestaba su signo inequívoco de actividad..
"El Pillán ha despertado", la cólera de los Dioses ha movilizado a un nuevo actor para dar a conocer su ira. Chaitén Caulle y Villarrica han sido su últimos precedentes....
¿Señales?, quién sabe, más si uno examina su expresión, la naturaleza no deja de interpelar a nuestro país. Ya lo hemos señalado en otros comentarios, Chile posee una cualidad de extremo límite, en donde las erupciones, tempestades, tsunamis y terremotos son parte de nuestro ADN interno.
No está de más señalar que dicho ADN hace trastabillar las elucubraciones y dislocaciones mentales que pierden nuestro camino, cumpliendo la función de activar lo que en Psiquiatría se denomina: "Juicio de Realidad"......
En efecto, no es casual que nuestro país se extravíe producto de diversas causales, más siempre la naturaleza pareciese interpelar a cada actor, gobernante o individuo de turno, para enmendar el camino hacia la ruta trascendente, hacia la vía de unidad, que no es sino la de construcción de nuestra patria e incorporando de paso a quienes somos sus moradores....
Así, emerge la misteriosa acción de la naturaleza, aquí y allá, demostrando lo fútiles de dichas acciones y asimismo expresando claramente lo vulnerable de nuestra posición en el planeta....
De lo anterior emerge el respeto y afecto ancestral hacia la tierra, que nos da sentido de identidad y pertenencia (MAPU-CHE), que sólo en los últimos siglos ha ido degradándose, todo ello amén de contaminación a diestra y siniestra. No sólo de industrias, sino de cada individuo causante de incendios, vertederos y emisores de toxinas varias.....
La columna que emitió el Calbuco ascendió cerca de 10 kilómetros, nada despreciable. En esta ocasión su acción ha sido benigna (hasta ahora) y salvo un par de extraviados no hay vidas que lamentar.
No obstante, se mantiene el desafío de coexistencia en nuestra movediza tierra y con ello la interpelación por ese aprendizaje de sabiduría que permita asumir nuestra naturaleza telúrica que nos sacude una y otra vez....
Frescas están la heridas del norte y aún las de Iquique, Valparaíso, Tocopilla, Chaitén, Caulle y el 27 F. Que nadie pretenda hacer borrón y cuenta nueva, menos los líderes de nuestra nación que pareciesen perdidos como niños en medio de debates sin fin y que más bien debiesen apuntar a poner primero los pies sobre la tierra y ser capaces de responder a la esencia de la voz que clama por un trabajo bien hecho y sin engaños.....
Año de la Cabra, año movedizo, activo, díscolo y zigzagueante, aún estamos en abril, queda mucho por recorrer. ¿Qué nuevas sorpresas nos deparas?.......
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