El cielo, aún no descubre su faz celeste
Un velo oscuro rodea el horizonte,
Mientras la humedad de la bruma, permea los
rostros silentes
Agrupados en una bahía distante
Los ojos se afilan ante el catalejo
-No hay novedades mi capitán- Señala un vigía
Las olas mecen la embarcación, con la
facilidad de un débil contrapeso
Tablas antiguas que honran su historia
Hombres noveles, que custodian la inmensidad
Es 20 de mayo de 1879
Un día más, dentro de la extensa lista de esa
cruzada
Nada hace sospechar, que más tarde, desde el
norte vendrá el máximo desafío
Mientras avanza la mañana, el sol hostiga los
últimos resabios de frío
La calidez, llama a la camaradería
Aunque nunca, al olvido del deber
Las voces del poblado, trasmiten un efecto
magnético
Con impulsos de sensaciones que afloran en el
desierto
La piel pulsa extrañas sensaciones, que invaden de manera sinuosa
No hay probabilidad de combate (en apariencia)
Sin embargo, cada fibra se extrema al máximo
La sentencia dictada con el nacimiento de cada humano
Es una cláusula, que sólo se revela al final,
más nunca falla
Mortales de vida, Inmortales en la épica gesta
El sentido de la vida pocas veces se entiende,
hasta que no enfrentas esa opción
De tal forma, el escenario está dispuesto
Un delicado escenógrafo ha delineado los espacios
Los hombres siguen silentes y alertas
Serán actores de un episodio sin igual
Cada trozo de madera será cercenado, destrozado
en jirones
Los cañones del adversario, no trepidarán en
atacar
Mientras, los espolones gravarán la esencia de
su sostén
Un nuevo amanecer despierta los sentidos
El trazo del tiempo avanza hacia la hora
señalada,Un nuevo amanecer despierta los sentidos
Aquella, donde vivir o morir no será mera
consigna
Entonces, nuestros atentos actores jugarán sus
roles definidos por la historia
Desde un lejano taller de eventos sucedidos en
los pergaminos de la humanidad
El capitán preguntará, si sus marinos han
desayunado
La voz de Aldea, destacará los Humos al norte
No habrá evasión, sino confrontación
El acero pulido y acelerado en motores
modernos, versus la madera, velas y viento
Desde cada posición los actores, de aquí y
allá avanzarán
El torbellino de acciones, ruido y
explosiones, no impedirá el desarrollo
Así, en un momento decisivo, se escucharán las
palabras inmortales:
“Muchachos, la contienda es desigual, pero
nunca se arriado nuestra bandera…..
Los cuerpos acelerados y envueltos en un
frenesí
Abrasarán la vida para trascenderla, y caer,
uno tras otro…
Hasta dar paso al abordaje, un salto de osadía
hacia el adversario
Nunca huir, nunca evadir, hasta consumar el
rol de nuestra obra
El público observará desde cerros, los actores
del acorazado harán lo suyo
Las palabras volarán por el mar y desierto
Para decir, que los hijos de Mapuches e
hispanos
Aquellos menospreciados de la Capitanía
General, nuevamente han rendido su vida
Las olas, en tanto mecerán los cuerpos,
tablones e irán llevando hasta el fondo
A la anhelada Esmeralda, que decorará el
sinuoso océano
Mientras la tarde cae, Iquique descansará por
breves momentos
No hay comentarios:
Publicar un comentario