jueves, 13 de junio de 2024

Silencio

En un momento de nuestra vida

El silencio surge como inquietud,

Sus aparejos son síntoma de anomalía,

Quizás de una amenaza latente

Luego, viene ese diálogo interno,

Que nos aparta del bullicio mundano

Entonces, sin previo aviso nos percatamos 

Del florecimiento de una forma sutil de comunicar sin hablar.

De abrazar la inmensidad desde nuestra mirada.

Sin gritos ni estridencias 

En ese instante, conocemos al silencio místico o sencillamente ancestral.

Aquel de anacoretas que abrazaron el desierto como expresión de ausencia total.

Con el cielo como testigo y unos aullidos lejanos, de tarde en tarde.

Allí donde el viento canta y la realidad se cruza en ilusión.

Ese silencio que puede consumir hasta el exterminio o liberar hacia la eternidad.

Justo en esa frontera que funde nuestro ser

El silencio, abre la puerta perdida.

Sin embargo, otros se aferran al ruido 

A la multitud constante que libera voces

Ecos destellantes y metálicos.

De tal forma, aparece el ser urbano

Domesticado y ajeno al silencio de meditación.

Más bien desconfiado de todo lo que no emita sonidos..

De tal manera, cuando el silencio se presenta, es denostado y rechazado.

Así, nos volvemos mundanos, adictos y temerosos de llegar a nuestro hogar sin ruidos.

Casi como un castigo

Sin trascendencia ni paz

No reconociendo que una vez, todo fue al comienzo, simplemente silencio ..


No hay comentarios: