Mientras caminaban por la planicie el discípulo observó la ciudad destruida e interrogó al maestro- ¿Cómo habían podido llegar a esta situación?
- El sabio anciano, se detuvo y relató:
El sentido se había perdido
Nada significaba nada
En medio de esa nada reinante
La trascendencia era un lejano recuerdo
La amistad no era sino ilusión
En su reemplazo; la traición florecía
Entrelazada como enredadera
Con poderes magnos sobre la comarca
La otrora ciudad dorada
Aunque viva, estaba extinta sobre la faz de nuestra tierra
Ascendieron los mercenarios
Ellos empuñaban el báculo
Mientras ladrones, corruptos y delincuentes
Eran ungidos como nuevos príncipes
Entonces devino lo esperado
Por las cortes de aquellos ligados a la sombra
Esto es; el caos sinfín
La indiferencia por la dignidad
La pérdida del orden
No obstante, la semilla del amor verdadero y virtudes
Estaban aún en el corazón de algunos
Ellos aunque ignoraban tal estado
Serían los llamados a terminar el ciclo de ignonimia
Así una nueva época avanzaría
Ante la mirada de los incrédulos
Pues la sabiduría siempre había estado junto a los hombres
Aunque estos fuesen sordos y ciegos ante ella
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