El superhéroe resulta una figura clásica en la literatura contemporánea, siendo un agente constante de expresión en los denominados comics y de allí a los medios audiovisuales de masas. Su presencia se evidencia en una variada gama de personajes, quienes cuentan con particulares dones que los diferencia de los ciudadanos comunes y corrientes, esto si bien marca un quiebre también constituye un nexo entre los representantes y el entorno que los alberga. Lo anterior quizás como una suerte de proyección de cualidades anheladas y arraigadas en el inconciente colectivo de la comunidad que clama por ellos..
De forma curiosa la transmutación a héroe apela a una iniciación, revelación o entrega de poderes superiores, los que se disponen al servicio del bien, he allí la principal descripción que podemos realizar del superhéroe moderno. En el curso del siglo pasado se constata una tendencia a la revelación o a una suerte de acceso a poderes mediante experiencias relacionadas con la ciencia (En el primer caso se encuentra el ejemplo de Superman y en el segundo una zaga que va desde los cuatro fantásticos, el hombre araña, Hulk, entre otros) de tal forma se activa un registro de realidad que se construye mediante la revelación de lo secreto al estilo iniciatico de los grandes héroes de la humanidad o en la capacidad de mediación del poder de la experimentación científica que viene a reemplazar a la antigua potestad de la magia como eje de poder derivado de la búsqueda por el hombre para el hombre.
Tanto como el proceso, resulta interesante reconocer que el entorno juega un rol significativo en la expresión y aparición del superhéroe. Habitualmente dicho ambiente está precedido por el imperio del pillaje, inexistencia de la ley o simplemente una amenaza latente que sumerge hacia la comunidad bajo un yugo de tiranía e impotencia para estos. Lo anterior, es un elemento significativo pues se constata la unidad de un contexto determinado y el personaje, de esta forma la conciencia de la masa huérfana pareciese plasmarse en una proyección capaz de encarnar un ser concreto, para responder ante la adversidad indomable y aberrante.
La historia de personajes con cualidades especiales y distintivas no es algo nuevo, más bien lo que constatamos aquí es la íntima unidad con nuestra extensa tradición de Héroes de la talla de; Aquiles, Heracles, Sansón, Ulises, Ayax, con un presente de otros como; Superman, Batman, Flash Gordon, El Fantasma, entre otros. Como sea, el desarrollo de la vivencia del superhéroe emerge como tributo hacia una secuencia de provisión de certeza ante la ambivalencia de tiempos “difíciles”…
El superhéroe asimismo no es una divinidad, es más bien una suerte de par con un lugar destacado, una suerte de elegido para mediar entre ese caos que alberga a la sociedad y defender valores perdidos, causas nobles y con ello dar batalla decididamente sin mediar consideración de otros compromisos, todo esto a fin de la realización de aquella misión a la cual se ha consagrado. Por ello, es habitual que el superhéroe posea un alter ego que permita delinear una vida hacia la cotidianeidad de manera de suplir aquellas carencias que evidencia en su calidad de personaje. En este aspecto posee una clara diferencia con el Héroe de antaño, quién simplemente era “el” y no requería de una contraparte, que le permitiese abocarse a una suerte de “normalidad”…
Lo anterior, define una línea sutil de distinción y asimismo implica una vida de permanente desafío en pos de velar por la humanidad y el futuro de esta. Una suerte de guardián tutelar, un guerrero consagrado que aboca su energía hacia un fin de trascendencia.
He referido la relevancia del proceso y asimismo del contexto en el surgimiento del Superhéroe, esto implica un aspecto vital del desarrollo de esta hebra, pues de allí deriva una íntima revelación en torno a la capacidad de búsqueda, respuesta y cambio respecto a un determinado problema. Lo anterior se enmarca en una determinada actitud, que implica la regresión de la perspectiva de solución y de nuestra propia visión de protagonismo en ello.
Si consignamos lo anterior quizás debamos reconocer que el antiguo Héroe era un colaborador y en ocasiones un liberador, versus el Superhéroe que en la actualidad ha tomado un rol mayor de Liberador y en menor grado de colaborador….
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