martes, 31 de diciembre de 2024

Año Nuevo

 Y llega un nuevo año, al que la noche ha dado paso.

Para que haya un año nuevo, el anterior debe extinguirse

De tal manera, la celebración nace del ciclo de vida y muerte.

Pasado y presente

Donde la euforia carnavalesca es una evocación de los ritos dionisiacos.

Una entrega a nuestra era ancestral
De pérdida y recuperación
Para adentrarnos en el misterio de la vida
De toma y daca 
De ir y partir 

Lo mismo que la naturaleza, nuestro espejo.

Ayer mismo, ha partido un año
Que en síntesis, es una parte de nosotros
Y llega otro, como promesa de futuro

Nos alegramos y bebemos
Por el nuevo año
Como quién revive de su muerte
Todo transitorio
Todo cambio

Una ensoñación del viaje entre ayer y hoy
Que volvemos alegría mediante rituales diversos entre nuestros cercanos.

Mientras enviamos deseos
Mirando hacia el horizonte
Con anhelos de infinito 

domingo, 29 de diciembre de 2024

Y la Muerte no Tendrá Señorío Dylan Thomas

 Y la muerte no tendrá señorío.

Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.

Y la muerte no tendrá señorío.
Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no moriran aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.

Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadaveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío.

domingo, 15 de diciembre de 2024

Bartolillo guarda el Toro

 De niño, mi padre compartía este y otros poemas conmigo, animándome a recitarlos después.

Hoy vuelve a mi memoria y lo comparto en esta página para su recuerdo.


Bartolillo guarda el toro

Sí señor que soy valiente-y mi sangre no consciente,morirá en astas de toro.
Si ese toro me mataseno me entierren en sagradoentiérrenme en pastos verdesdonde me pise el ganado.
Y a mi cabecera ponganun letrero coloradoque digan las cinco letrasaquí yace un desdichadono murió de calenturani de dolor de costado:murió de una cornadillaque le dio el toro nevado.

Haiku 15

Hace su camino el sol de día 

Detrás un telón celeste

Que guarda estrellas para la noche 

sábado, 14 de diciembre de 2024

Haiku 12

 El mar se mece en instantes 

Tal como el ave que va y viene

Nuestra vida es ir y venir

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Sobre el Reino de los Hijos del fuego IV

De los habitantes de aquella comarca regentada por los hijos del fuego, también vale destacar a un grupo significativo.

Estaba compuesto dicho conjunto de personas, por quiénes he designado como los resilientes. Eran estas personas todas aquellas que aún habiendo sufrido las adversidades sembradas por los hijos del fuego, aún mantenían la capacidad de resistencia y liderazgo para enfrentarlos.

Su principal sello era poseer una dosis significativa de realismo, capaz de inmunizarlos ante el hechizo de la fantasía y retórica impulsada por los regentes.. De tal forma, siempre solían atisbar el efecto de las promesas grandilocuentes..

Otra cosa que los caracterizaba era su discurso lacónico y directo, sin esa habitual política de disfrazar los hechos, hasta trastocarlos. 

Sumado a eso, existía en dicho grupo una capacidad para soñar por un país de prosperidad, sin esa conocida perorata de la miseria o pobreza como ideal..

Finalmente, habría que añadir una dosis importante de valentía, para enfrentar tanto  a los defensores de los hijos del fuego como también a los sumisos y condescendientes, que como hemos visto, habían optado por dejar de buscar una propuesta propia, y solían someterse a los designios de los gobernantes. Ya sea por miedo o culpa...

lunes, 9 de diciembre de 2024

Sobre el Reino de los Hijos del fuego III

 Más aquellos que he descrito, no eran los únicos. Pues habían otros que podemos llamar vástagos y seguidores de la secta del fuego.

Eran estos, fieles creyentes de sus amos a todo evento. Capaces de defender los errores más grotescos, incapaces de autocrítica o de un juicio de realidad.

En esto último, tenían algo de similares a los sumisos y obedientes descritos previamente, pues su mente parecía estar programada para mantener fidelidad a todo evento.

Asimismo, se caracterizaban por contar con un credo de violencia, amor al desorden y desobediencia a la norma. Especialmente, había quiénes eran los sectarios de la denominada Revolución.  Una vertiente, nacida de Dictaduras mesiánicas que aún oprimían a diversos pueblos y que controlaban el arte del odio y conflicto.

Junto con lo anterior, era también su sello la indiferencia por los efectos de sus actos, carecían del principio de responsabilidad, tan básico para los adultos y acompañaba esto su principio de culpar siempre a los otros.

En ese sentido, llegaron a eregirse como superiores morales.

Dicha actitud, tuvo un fuerte impacto sobre los apacibles, logrando imponerse sobre ellos a través de esta vía.

Eran estos dos grupos los principales, aunque no los únicos que moraban en aquél reino de fuego, violencia y oda a la ruptura del orden...

viernes, 6 de diciembre de 2024

Sobre el Reino de los Hijos del fuego II

 Y eran estos apacibles, similares a las ovejas que conocí en el campo..

Dispuestas a ser sacrificadas sin oponer ninguna resistencia. Sumisas tanto ante el arreo, como hacia el encierro dispuesto, así como temerosas ante los perros o fieras que las acechaban.

Nada había de valentía en ellos.

Parecían incapaces de acción de defensa, consumidas en su iniciativa o impulso de sobrevivencia alguna..

En síntesis,  dispuestas a pastar y esperar al lobo que llegaría para devorarlos.

Esa fue mi impresión de este grupo, que residía en aquella comarca conquistada por los hijos del fuego...


martes, 3 de diciembre de 2024

Lo que Ví en el Reino de los Hijos del Fuego

 Y fue así como pude observar a una extensa masa humana, que caminaba en una suerte de somnolencia.

Pues pareciendo despiertos, igualmente tenían la apariencia de estar dormidos o bajo un efecto desconocido que les impedía reaccionar como se hubiera esperado.

Caminaban y se desplazaban mansamente la mayoría.
Parecían incapaces de acción, su mirada era fija o cabizbaja, y esos eran los que denominé apacibles.

Dentro de los apacibles, había quiénes al parecer nada valía la pena de esfuerzo o tesón, tampoco de voluntad. Pues habían perdido la esperanza de un horizonte mejor. Y eran estos, a  quiénes primero habían consumido los hijos del fuego.

De tal forma, eran esclavos de dicho grupo reinante.