viernes, 24 de septiembre de 2010
Día de Niebla
El velo tendido por la neblina
Recordaba aquellos días de antaño
Tiempo ido tras el camino pasado
Aunque no por ello olvidado
Bruma, envoltorio de frío solemne
Canto de las zonas abismales
Cuyo manto oculta el brillo del sol
Suave manto que se apodera del entorno
Destello de realidad sin visión
Ensimismamiento del mundo externo
Deambulamos así, despojados de la energía
Huérfanos del cielo, sin referentes celestes
Sólo la niebla acechando nuestro tránsito
Persistente, recordándonos que como la vida
Nada es absoluto ni inmutable
Marcando la incertidumbre y ambigüedad
Entre las flores que comienzan a despertar
En esta campiña de colores diversos
Se mantiene el telón grisáceo sobre la mañana
Cuerpos entumidos, primavera suspendida
Cambio, siempre cambio
Mientras el eco de nuestra humanidad
Anhela un nuevo día para seguir el camino
Más allá de la ilusión temporal
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