Detrás de la sensación de desarraigo se encuentra una profunda vulnerabilidad como criaturas carentes de todo vínculo y afecto. De esta forma, nacen los "Huachos" de la civilización, quienes transitan tras la "Madre Universal". Esta búsqueda, une a sujetos diversos, sin diferenciación social, etárea o racial, que anhelan ser amados por la madre esencial -deidad primaria- que los alberga y protege en su útero elemental.
Dato no menor, implica el hecho que casi dos tercios de los hogares en Chile, se encuentran bajo mandato del Matriarcado, con una ausencia evidente del progenitor.....
Quizás como una derivada, nace entonces popularmente el denominador de "Mamones", esto es, un calificativo hacia los hombres (paradojalmente llamados así por las mujeres) en relación a la dependencia hacia nuestra madre. Un ojo femenino obviamente es agudo y para muchas esa mujer, devenida en -otra- para las mujeres de la cotidianeidad, puede ser simplemente una rival, antagonista, castra-hombres o cómplice intrigante de los males de sus hijos.
La traza de crianza, entonces nos lleva a identificar la calidez y el afecto, con la figura femenina, logrando esto ampliarse hacia la comarca de la propias hembras, que en una clara manifestación de identidad se fortalecen y nutren, dejando de lado a los "machos" mamones....
Como sea, la búsqueda de esa Madre Universal o Magna Mater, es una suerte de anhelo general y más aú en la America Latina, no debemos olvidar la feligresía hacia la Virgen María, con diversas versiones y encarnación del arquetipo esencial de lo maternal por excelencia....
La unión de esta representación equilibra la necesaria perspectiva de complementariedad e identidad, con un origen específico. La sensación de orfandad, propia de la condición de hijos nacidos de relaciones efímeras, padres ausentes o simplemente fecundadores de poca monta, que demandan ser contrapesados por una figura de valía significativa en la psique del individuo elemental, que aún llora el ser parido, crecer y desarrollarse (elementos propios de la autonomía y diferenciación).
Crece entonces el caudal de individuos que deambulan buscando succionar el líquido de protección, una caricia de bondad, la sonrisa a todo evento y el regazo cálido que defiende la frágil existencia. Por tal motivo, no resulta extraño por estos días observar como hombres y mujeres adultos han mutado en presencia infantil tras los pasos de una mujer de apariencia afectiva, de amplia humanidad, mamas abundantes para alimentar y sonrisa enternecedora que recorre sus moradas y entorno con un mensaje de promesa......
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