martes, 19 de julio de 2011

Lonquimay

Nuevamente surge la imagen de ganado arrinconado por la nieve, campesinos aislados y una nevazón que obstruye vías, derrumba alumbrados y amenaza con dejar pérdidas significativas en diversos ámbitos.



El saldo parcial nos habla de cerca de 10.000 habitantes afectados en el aislamiento y desprotección. Las temperaturas incluso llegarán a cerca de -20 º C, mientras la nieve convertirá en un verdadero frigorífico a la extensa zona cordillerana en donde habitan y subsisten seres humanos y animales de crianza.



Un verdadero Deja Vu, que año tras año se actualiza vigorosamente y cuya imagen se impone y repite sin cesar.


Este año al parecer la calma y paciencia está algo más liviana (era que no) y las autoridades locales incluso amenazan con marchar a la capital (tan lejana e indiferente a veces) en manifestación de protesta.



Resulta lógico entender la desesperación de quienes se ven superados y deben apelar a las entidades centrales para resolver un problema doméstico. No obstante, igualmente lógico me parece el preguntarse el rol de las autoridades, Regionales (Intendencia, Seremi, ONEMI, Gobernación y Municipio) pues allí debiese existir una verdadera coordinación respecto al tema; diseño de plan estratégico, protocolos de acción y asimismo actividades durante el año con la comunidad para incentivar iniciativas de prevención.



Eso hablando del mundo lógico, donde las funciones son coordinadas, ejecutadas y evaluadas contínuamente más allá de la simple improvisación (aún falta mucho para ello, según se constata).




La comunidad en el mejor de los casos puede almacenar viveres, mejorar sus viviendas y guardar forraje. No obstante el despeje de vías (con maquinaria pertinente), el diseño de acciones globales respecto a la verdadera catástrofe silenciosa que implica una nevazón y tormenta deben ser labor de las autoridades, pues en ellas recae el liderar procesos de definición de emergencia, evaluación de vías y asimismo sustento en el apoyo de carencias manifiestas en la población dadas por los hechos descritos....



¿Una Marcha solucionará esto?, en el mejor de los casos lo visibilizará, no obstante sólo un trabajo serio a mediano y largo plazo permitirá lograr lo que Lonquimay y otras localidades anhelan desde hace bastante tiempo: Coordinación de sus autoridades ,Planes de emergencia efectivos, apoyo pertinente ante sus necesidades manifiestas y sobre todo un trabajo adecuado de las vías, las que bajo una hermosa y caprichosa capa de nieve , se visten de un blanco en ocasiones mortal.....




El Tiempo será el mejor Juez.....















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