martes, 16 de junio de 2015

Laberinto y Koan

-¿Cómo sacar el ganso de la botella?- señaló el maestro a su discípulo Nansen...

Es sólo cuestión de ver, es sólo cuestión de prestar atención, de estar despierto; es sólo cuestión de despertar. El ganso está en la botella si estás dormido; el ganso nunca ha estado en la botella si estás despierto. Y en sueños no hay ninguna manera de sacar al ganso de la botella. O el ganso morirá, o tendrás que romper la botella. Y ambas alternativas no están permitidas: ni se ha de romper la botella, ni se ha de matar al ganso. Veamos... un ganso ya adulto, en una pequeña botella... ¿cómo puedes sacarlo? A esto se le llama “koan”.

Un koan no es un acertijo corriente. No es un acertijo porque no puede ser resuelto. Un acertijo es resoluble; sólo has de buscar la respuesta correcta. La encontrarás. Sólo necesitas algo de inteligencia para encontrar la respuesta al acertijo. Un acertijo no es algo irresoluble.

Un koan es irresoluble; no puedes resolverlo; sólo puedes disolverlo. Y la manera de disolverlo es cambiar el plano de tu ser: del sueño a la plena vigilia. En el sueño, el ganso está en la botella y no hay manera de sacarlo de la botella sin romperla o matar al ganso... en el sueño. Por eso, visto desde el sueño, el acertijo es imposible. No puedes resolverlo.

Pero hay una manera... que, recuérdalo, en absoluto guarda relación con el acertijo: has de despertar. Eso no tiene nada que ver con la botella ni tampoco nada que ver con el ganso. Tienes que despertar. Tiene que hacer algo contigo mismo. Por eso Nansen no contestó a la pregunta.

El discípulo medita un día tras otro, pero aunque se devane los sesos tratando de encontrar una solución, en realidad, no hay ninguna salida. Cansado y absolutamente exhausto tiene una repentina revelación: comprende que al maestro no le interesan ni la botella ni el ganso, entonces tienen que representar otra cosa.

La botella es la mente y tú eres el ganso. Y con el presenciar, es posible darse cuenta de que puedes identificarte tanto con la mente que acabes creyendo que estas dentro de ella aunque no sea así. Entonces el discípulo corre hacia el maestro para decirle que el ganso esta fuera. Y el maestro dice:” Lo has comprendido. Deja que se quede fuera. Nunca ha estado dentro”.

Como veras si te hubieses quedado pensando en el ganso y la botella, no hubieses encontrado la forma de resolver el koan. Tenías que darte cuenta de que representaba otra cosa, si no el maestro no te lo hubiera planteado. Era un problema entre la mente y la conciencia.

El ganso es la conciencia, que no está en la botella de la mente, aunque tu creas que es así y le vayas preguntando a todo el mundo como sacarlo de allí. Habrá idiotas que intenten ayudarte a sacarlo con técnicas. Se les llama idiotas porque no han entendido nada; El ganso esta fuera, nunca ha estado dentro, por lo tanto, no es cuestión de sacarlo.

La mente es  una sucesión de pensamientos que pasan ante ti en la pantalla de tu cerebro.

Tú eres el observador.

Poco a poco, por ignorancia, te empiezas a identificar con cosas hermosas que te sobornan.
De igual manera cuando te atrapan cosas hermosas, también lo hacen las feas, porque a la mente le encanta la dualidad. No puede existir sin ella.

La conciencia no puede existir en dualidad.


Y la mente no puede existir sin dualidad.

1 comentario:

Rosario dijo...

A propósito de tus escritos.. Encontré esto de Jesús Miravalles Gil que lo complementa:
“Puedes identificarse con cualquier cosa. La gente se identifica con otras personas, se identifican con cosas y se sienten desgraciados si le faltan esas cosas.
La identificación está en el origen de toda desdicha, y toda identificación se realiza con la mente.
Hazte a un lado, y cede el paso a la mente. Muy pronto comprenderás que no existe ningún problema, que el ganso está fuera. Ni tienes que romper la botella ni matar al animal. “ ( (sabiduría de Oriente)