viernes, 25 de agosto de 2023

La Lluvia retorna

Por largos años hablaron los sacerdotes 

Hablaron de la muerte de la lluvia

Hablaron del control de la naturaleza

Hablaron tanto y sin detenerse, hasta lograr convencer a parte de la población

De tal forma, muchos les creyeron portadores de la voz de los dioses

Dueños del saber 

Amos de la vieja ciudadela

-Eso hasta ahora-

Más la naturaleza no posee amos ni intermediarios

La voz de la montaña, el río o los cielos no tiene delegados,

-Aquí en la tierra-

Lo supimos esta semana cuando los cielos preñados de agua

Vaciaron sus nubes, hacia valles y explanadas

Cubriendo de agua en sus  diversas formas, nuestra tierra

Lo vimos cuando cauces dormidos, despertaron y arrasaron con lo que encontraban a su paso

Caminos agrietados, casas derrumbadas, puentes destruidos

Todo ello, ante una lluvia que no se detenía y aumentaba caudales por doquier

Los sacerdotes entonces callaron

Nada tenían que ofrecer, más que su silencio

Mientras los ciudadanos luchaban por su vidas

Los sacerdotes gustan de hablar, señalar que todo lo saben

Ahora que tenían la oportunidad, no lo hacían

Se manifestaban extraviados, perdidos

Su séquito gobernante mostraba una torpeza esencial

Palabras iban y venían

Palabras vacías

De tal forma, nuestra tierra nuevamente habló

Bañando con agua a los hijos del fuego corrosivo

Demostrándoles su irrelevancia

Su mínima significación 

Ante un planeta que posee millones de años y misterios desconocidos

Para los vanos gobernantes





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