miércoles, 15 de febrero de 2012

Oportunidad I

Nuevamente se hizo el silencio, trayendo junto a su manto la sensación de lejanía, ni el más diminuto sonido emanó de la boca que ayer evocaba melodías placenteras.

Sólo el recuerdo para ocupar la soledad instalada, sólo la rigidez de lo sucedido.

El tiempo transcurría entonces en medio de un ambiente gélido, pues la calidez propia del diálogo no emergía. Es cierto, el sonido de las palabras hilvanadas y emitidas bien pueden ser mera repetición; algo mecánico, sin vida. No obstante, no se podrá negar que existe un abismo entre la voz emitida que deambula en el aire y el silencio instalado que mora allí, sin más, consumiendo cada oportunidad de revivir la sinfonía de la palabra lanzada al espacio, sin tiempo, sin convenciones prefiguradas que dispongan para el algún oscuro sentido….


Era una sensación extraña, pues de poder expresar algo habría sido una simple interrogación, pues -ella-, la conciencia encargada de expresar el acuerdo o disenso, nada decía, era mera presencia, simple formalidad que se erigía en medio de ese espacio compartido que llamábamos hogar.



De tal modo que decidí escribir y luego leer en voz alta, eso fue en a lo menos dos o tres ocasiones que no recuerdo bien, finalmente opté por volver a trazar las palabras en diálogos imaginarios y proveer de vida a personajes que fuesen de mi creación, de esta manera sería el creador de un universo lejano, distante y de cierta forma autónomo, a todo aquello que me aquejaba sin más. Emergieron entonces historias intrincadas tramas de acción, espacios de intriga, manifestaciones de conductas osadas hasta reñidas con lo observado y establecido, las que simplemente aletearon como aves liberadas en una gran pradera. -Que inocente perspectiva pensé dentro de mi asombro-, sin embargo allí mismo se lograron extender las alas de mi propia imaginación, fue en ese espacio que la luz literalmente se hizo presente.



- Sin más que agregar- proseguí por ese camino que se presentaba de manera animosa, pues si algo había aprendido era justamente que esa sensación de felicidad tenía que ver conmigo y esa oportunidad que desde mi interior surgía y me acercaba a creer que las cosas simplemente podían ser mejor, al igual que las aves que transitaban por ese parque lejano….

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