lunes, 9 de septiembre de 2013

El asedio

Cercan el rebaño los depredadores
Sus ojos de brillo extendido
Les otorga  una señal de acción certera
No son más de dos o tres ( en esta ocasión)
Sobre la suave estepa de ilusión
No obstante, dicha cantidad basta
Persistentes, intuitivos y coordinados
Han diseñado su estrategia desde hace mucho
No conocen de peros, ni titubeos
Así, se van acercando a la presa
Arrinconando a la manada de sumisos individuos
Corren a uno y otro lado, confunden, aúllan
De tal forma los fugitivos se aturden, marchan sin sentido
El extravío se apodera de la poderosa columna
De pronto sin aviso, un integrante del tropel se ve aislado
Presa propicia, es cercada en el instante
Luego la faena es cosa aprendida, aunque con herencia ancestral
En minutos todo termina, la multitud se sosiega
No ha sido el día para ellos, ese es el consuelo
Mientras, la víctima sacia la apetencia de los depredadores

En una ofrenda de cíclico retorno

No hay comentarios: