No ha transcurrido ni siquiera un mes del terremoto que azotó a buena parte de nuestro norte grande, cuando un nuevo evento de la naturaleza, se encarga de situar la perplejidad en la conciencia de miles de compatriotas afectados en esta ocasión por un incendio de magnitudes en Valparaíso....
El evento como tal,surgió inicialmente como una amenaza lejana, toda vez que cerca de las 16:00 horas algunos vecinos se percataron del siniestro- hasta ese momento sólo una columna distante-. No obstante, la conjugación de variables e infortunios, parecieron sobrepasar esa distancia, para instalar una verdadera red de devastación en cosa de segundos en las viviendas y alrededores.
Nuevamente, un hecho emergido desde la naturaleza se presentaba en una faz de poca amistad hacia nuestros compatriotas.En este caso, -el fuego- cuya esencia invertebrada y flexible, parecía burlarse de los intentos que bomberos y vecinos intentaban para frenar su avance a cada instante...
Luego de una reacción algo tibia, la noche vino a instalar en plenitud el dominio de las llamas abrasadoras y carbonizantes, las que como verdaderas lenguas de bestias ansiosas por devorar, avanzaban en un curso insaciable hasta los mismos límites que antes parecían defendidos por la distancia (simple ilusión)..
Así, se constituyó una panorámica propia del infierno imaginado por Dante, la que se encargó de coronar las transmisiones realizadas con un fondo de espeluznante resplandor pasada la medianoche. De esta forma, se constituía el espejo de viviendas , bosques, basura y vastas zonas ardientes, las que eran proyectadas a los hogares de nuestro país, envueltas en una suerte de serpenteante recorrido que no se detenía en su paso de ígnea destrucción.
La llegada del amanecer, sólo permitió verificar el estado de cenizas y destrucción que fueron quedando, tras el paso destructivo del enseñoreado poder del fuego.
De pronto, entre vanos intentos de enfrentar tan desigual agonía, la información varió hacia el recuerdo del pasado, hilando historias de antiguos episodios, que habían devastado lo erigido hasta ese momento. Incluso la apelación al nombre originario- del ahora Valparaíso- hace referencia a; “Alimapu”, voz mapuche compuesta de “ali” (caliente, quemado, seco) y “mapu” (tierra), como llamaban los indios changos a la bahía porteña, por el color arcilloso de sus cerros.
Como sea, la historia articulada en el dolor, evoca un ciclo que de alguna forma delinea también el presente y probablemente el futuro...
Todo esto, mientras las atónitas autoridades y ciudadanos de otras regiones buscaban coordinar una instancia de respuesta ante tamaña tragedia. Nuevamente la maquinaria cuasi instintiva de nuestra estructura como pueblo y nación comenzaba el camino de ayuda y colaboración, como una verdadera rueda sinfin. Los hechos y situaciones sucedidos a través de nuestra historia, dan cuenta de un curso permanente de eventos adversos, los que de alguna manera han fraguado el temple y reacción esencial de cualquier chileno bien conectado con los procesos del acontecer cotidiano. Otra cosa, corresponde al nivel alcanzado para dar una respuesta más bien preventiva y proactiva ante estos episodios. Esa es una pregunta que rondará por largo tiempo , toda vez que en Valparaíso no es la primera, ni será seguramente la última vez, que acontezca una manifestación de estas características...
El desafío por tanto interpela a ciudadanos y autoridades, puesto que implica enfrentar de cara hacia el futuro, cualquier iniciativa de reconstrucción de las viviendas arrasadas por el fuego...
Por otro lado, no deja de expresar esta nueva catástrofe natural, un curso paralelo a la simple realidad de análisis cuantitativo y diseño de una propuesta urbana para la Ciudad-Puerto. En este sentido, podríamos señalar sin temor a errar, que lo sucedido tanto en el Norte como en Valparaíso, ha planteado una dosis de -realidad cruda- hacia el ambiente enrarecido que vivía nuestro país..
Como sea, la historia articulada en el dolor, evoca un ciclo que de alguna forma delinea también el presente y probablemente el futuro...
Todo esto, mientras las atónitas autoridades y ciudadanos de otras regiones buscaban coordinar una instancia de respuesta ante tamaña tragedia. Nuevamente la maquinaria cuasi instintiva de nuestra estructura como pueblo y nación comenzaba el camino de ayuda y colaboración, como una verdadera rueda sinfin. Los hechos y situaciones sucedidos a través de nuestra historia, dan cuenta de un curso permanente de eventos adversos, los que de alguna manera han fraguado el temple y reacción esencial de cualquier chileno bien conectado con los procesos del acontecer cotidiano. Otra cosa, corresponde al nivel alcanzado para dar una respuesta más bien preventiva y proactiva ante estos episodios. Esa es una pregunta que rondará por largo tiempo , toda vez que en Valparaíso no es la primera, ni será seguramente la última vez, que acontezca una manifestación de estas características...
El desafío por tanto interpela a ciudadanos y autoridades, puesto que implica enfrentar de cara hacia el futuro, cualquier iniciativa de reconstrucción de las viviendas arrasadas por el fuego...
Por otro lado, no deja de expresar esta nueva catástrofe natural, un curso paralelo a la simple realidad de análisis cuantitativo y diseño de una propuesta urbana para la Ciudad-Puerto. En este sentido, podríamos señalar sin temor a errar, que lo sucedido tanto en el Norte como en Valparaíso, ha planteado una dosis de -realidad cruda- hacia el ambiente enrarecido que vivía nuestro país..
En efecto, puestos los acontecimientos en perspectiva, podemos leer el hecho manifiesto de que la naturaleza vuelve a recordar que los designios del hombre no dejan de ser verdades temporales y sujetas a la voluntad profunda de otras fuerzas que no siempre transcurren por el riel de esta humana sentencia...
Desde esta visión, hago referencia de la conducta que hemos observado durante los últimos meses en nuestro país, en donde hemos podido constatar diversas manifestaciones que podríamos llamar; altaneras, arrogantes e incluso temerarias respecto al devenir como Nación. En efecto, es necesario por ejemplo recordar sólo algunos verbos y adjetivos contenidos en sentencias tales como: "Refundar", " Se hará lo que dicte la calle", " Se necesita pasar la retroexcavadora", "Aniquilar el Modelo", pronunciadas por diversos personajes de rango político, que un ex Senador aludió como propias de un "Fumadero de Opio"....
Por tal motivo, no puedo olvidar la alusión de la psiquiatría clásica respecto de aquél principio elemental para evaluar a un paciente, denominado; "Juicio de Realidad". En efecto, la pérdida del juicio de realidad nos transporta a una suerte de delirio alucinante, que al no poder ser controlado potencia conductas Mesiánicas, en donde la mirada del sujeto ya no sólo parece ser llamada al desempeño de una tarea específica y precisa, sino a una verdadera redención global de la humanidad. "Ser la encarnación de la verdad", "Poseer la certeza propias de un Profeta iluminado", que rechaza cualquier alternativa a lo que el define como su propio camino o verdad. De esta forma, pasaríamos de un ejercicio Democrático a uno de tipo misional y Teocrático. Una variante en clave política de lo que Freud denominó Furor Curandis para la acción terapéutica....
Por ello, aunque el pesar de mis compatriotas es vasto y las dudas sobre la reconstrucción sean muchas, confío en que una línea de perspectiva cuerda surja para nutrir la acción de los responsables, ya no tan sólo desde las zonas afectadas por el terremoto e incendio, sino también de aquella invisible que cubre y acompaña a nuestro país hacia el futuro...........
Por tal motivo, no puedo olvidar la alusión de la psiquiatría clásica respecto de aquél principio elemental para evaluar a un paciente, denominado; "Juicio de Realidad". En efecto, la pérdida del juicio de realidad nos transporta a una suerte de delirio alucinante, que al no poder ser controlado potencia conductas Mesiánicas, en donde la mirada del sujeto ya no sólo parece ser llamada al desempeño de una tarea específica y precisa, sino a una verdadera redención global de la humanidad. "Ser la encarnación de la verdad", "Poseer la certeza propias de un Profeta iluminado", que rechaza cualquier alternativa a lo que el define como su propio camino o verdad. De esta forma, pasaríamos de un ejercicio Democrático a uno de tipo misional y Teocrático. Una variante en clave política de lo que Freud denominó Furor Curandis para la acción terapéutica....
Por ello, aunque el pesar de mis compatriotas es vasto y las dudas sobre la reconstrucción sean muchas, confío en que una línea de perspectiva cuerda surja para nutrir la acción de los responsables, ya no tan sólo desde las zonas afectadas por el terremoto e incendio, sino también de aquella invisible que cubre y acompaña a nuestro país hacia el futuro...........
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