Santiago ha dado una nueva muestra que su voracidad no posee límites, el día 30 de marzo del presente año el Core Regional aprobó la extensión del plano urbano en 10.262 hectáreas.
Con esto, las zonas de cultivo, áreas verdes y en general espacios con potencial de esparcimiento pasan a integrar el objetivo de Constructoras que literalmente cubrirán de pavimento, concreto y cemento la faz de esta región.
El argumento apela al déficit de viviendas que existiría, sin embargo expertos señalan que con un porcentaje cercano al 3% del total aprobado esto se resuelve,¿?...
Previamente el Parque Forestal había estado en el listado, pero resulto ileso luego de la defensa de vecinos y ciudadanos interesados en calidad de vida y en resguardar espacios con identidad para el encuentro y esparcimiento de los habitantes. No obstante, la ciudad se expande sin control, no existe un lineamiento de arquitectura que otorgue una suerte de diseño o plan sino que es la muestra de espontaneidad, improvisación y desborde digna exponente del laisse faire ortodoxo. Con barrios tradicionales que desaparecen sin más, moles de cemento que opacan, concentran miles de personas, automóviles y contaminación… Todo ello, conducida por una suerte de fuerza irracional en donde se allega más y más población en una región que a estas alturas sufre todos los males de las megalópolis al estilo de Ciudad de México, Sao Paulo, Bombay y tantas otras. Esto a través de tacos de automóviles, bocinas campantes, asaltos, robos, secuestros, contaminación, sedentarismo, obesidad y un creciente individualismo que nos fragmente y disgrega sin identidad y nos lleva a una suerte de vacío nihilista…..
Dicha decisión se encuentra justamente bajo el alero de un Centralismo galopante que diseña una distribución de ingresos, población y prioridades bajo el antojo de la mayoría concentrada en Santiago. Así el viejo adagio; Santiago es Chile se mantiene presente y vivo en la retina de nuestros compatriotas.
Las regiones carentes del “peso” poblacional son simples comparsas y su impulso se sostiene gracias a verdaderos héroes que mantienen su dignidad a un costo inimaginable para la obesa población santiaguina… Hemos sido testigos de los problemas de alza de gas en Magallanes, la ausencia de valentía en el desarrollo de la carretera Austral, el Abandono de Chaitén y asimismo la débil proyección del norte Chileno. Mientras en la Región Metropolitana se destinan sumas millonarios al nefasto Transantiago.
Una región asfixiada, cuya extensión pareciese no tener límites, que alberga a casi la mitad del país, insuficiente en calidad de vida, áreas verdes representa el fracaso de una visión centralista y la crisis evidente para sus millones de habitantes.
¿Qué Hacer? Frente a semejante monstruo, que cual ogro consume ávidamente los recursos que debiesen ser el impulso del país y sus regiones.
Nadie parece decidido a poner el cascabel al gato y por el momento optan por ampliar el plano y dejar para más “adelante” el tema. Es decir se barre bajo la alfombra una vez más……..
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