lunes, 2 de mayo de 2011

Adios Sabato

Te conocí casualmente, cuando de adolescente me encomendaron leer tu libro; El Tunel. Fue un encuentro revelador, pues por primera vez sentía que mi mundo se abría ante la modorra de certezas y que no había sino un camino de encuentros casuales con las personas, lo que definía el hecho de que habitualmente marchabamos solitarios. Brutal despertar, ese existencialismo tuyo, más un gran acicate a la búsqueda de nuevas tierras y vivencias....



Así por ejemplo, la relación de Castel y María eran del todo complejas, enigmáticas y diferentes a las historias lineales que hasta entonces había conocido. La simple y compleja idea de que alguien coincidiera en la interpretación de aquél pequeño detalle, como el detalle de la ventana pintada por el artísta me conmovió y me lancé a buscar ese mundo de sutilezas en un viaje por esta vida que se abría a mi juventud....


Aunque luego seguí tu huella a la distancia y hasta me aleje de tu obra, igual me informé de tu camino; de joven te uniste a las ideas Comunistas quizás anhelante de soluciones totales y modeladas a la imagen de la Utopía prometida sin embargo muy pronto las abandonaste, quizás espantado o desilusionado de esa armadura ortoxa y lacerante del materialismo Marxista. También hiciste algo similar con tu formación científica, dejando de lado la Física que estudiaste y practicaste en el mismísimo Instituto Courie, para dedicarte a causas "menos racionales", "relevantes" y sin embargo tan imprescindibles como la pintura y tus ensayos.


Con el tiempo te convertiste en algo así como un Humanista, alguien para quién los otros no dejan de tener sentido, por más brutalidades o estupideces que realicen. Gran valor, valentía y motivación .Así, no dudaste en reunirte junto a tu compatriota Borges con el regente Videla en un intento de moderar los pesares de tu país. Posteriormente fuiste encargado del informe de los Derechos Humanos y ungido por el Nobel de la Paz.


A tu lado, siempre tu esposa , con quién decidiste casarte por la Iglesia luego de una larga travesía marital. ¿Mero ritual o búsqueda de trascendencia?, ¿Quién lo sabe?, solo tu estimado escritor.


Aunque como he señalado previamente, te seguía de lejos, no te perdía la pista y fue así que hace unos meses encontré dos libros tuyos en la librería y me abalancé a comprarlos. Me sentí reencontrandome con un viejo amigo (previamente había releído el Tunel) y de esta forma pude disfrutar la lectura de Heterodoxia junto a Uno y el Universo como un verdadero regalo ...



Por eso, al enterarme ayer de tu muerte, me sorprendí y decidí dejar este simple testimonio:

Gracias a la distancia por tu legado y mis mejores deseos junto a un feliz viaje hacia la eternidad a tí : Ernesto Sabato......














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