La Aprendiz

El largo letargo que la había sumergido en el sueño milenario vino un día a despertarla. Así volvió, sin más aviso que el abrir los ojos frente a frente al mundo que la había acogido y que hasta ahora la trajo de regreso. No recordaba con exactitud que había sido de su pasado aunque solía encontrar en cada espacio de su alrededor pequeños retazos de recuerdo, de un tiempo ido, que como un perfume alentaban su evocación…

En su caminar, despertaba la armonía que circulaba desde  el escenario de  lo más pequeño hasta lo vastamente magno, desatando una verdadera aventura con ese fin interno que buscaba descifrar el enigma que la vida le había señalado y ella cual heroína trataba una y otra vez de responder..

Sus pasos habían ido lentamente sembrando una sutil huella, como una suave brisa desplegándose en la faz de la comarca. En cada día había una lección y en el resonar de las ramas del bosque la mejor información que emanaba de aquellos gigantes que velaban ante toda la campiña. Eran los árboles de la sabiduría de ese devenir que almacenaba un tiempo indescifrable…..

Allí llegaba ella, a buscar refugio lejos demlo mundano, siendo su cualidad más significativa el establecer una comunicación  directa, capaz de captar los más pequeños detalles del entorno, cual sensor que destella señales ante la mínima variación de ondas emanadas. Los elementos no eran indiferentes a ella; agua, fuego, aire y tierra le significaban un paso en su historia y asimismo un signo que latía internamente en ese corazón que le conducía…

Poseía cualidades naturales, donadas en un pasado indeterminado que le otorgaban poderes significativos, de tal forma que su capacidad de conexión formaba parte de aquella cualidad comparable a los hijos de la estirpe del mundo de los señalados…

Asimismo, aquella fuerza inconmensurable se sumada al designio de justicia que le habían entregado deesde su temprana infancia, llegando incluso a enfrentar adversidades colosales  en más de una ocasión, llegando incluso al borde de la extinción. Sabía que en su cuerpo había milenios de otras experiencias y moradores de antaño que habían estado allí, mucho  antes que ella en ese presente del ahora. Sabía además bien que había muerto en innumerables ocasiones y que desde la oscuridad había marchado rumbo a la luz que la guiara en busca de la ascensión a una nueva vida. De tal modo ciclo tras ciclo había cursado un destino definido por la muerte y el renacimiento.

Era la mujer de la búsqueda, la heroína de justicia , la aprendiz que volvía en busca de sus elementos extraviados en algún escondrijo de la vida para elevarse al conocimiento de lo secreto que guarda la apariencia de vestigio y que nos rodea en cada manifestación del ser recóndito que mueve a cada ser en esta tierra y el universo….

Caminaba confiada en ser aceptada por el bosque y sus integrantes de conjuros, la confederación de magas de la luz, pues había cargado con las pruebas que demostraban su linaje. El dolor había sido su compañero, la compasión y la entrega hacia los otros y asimismo la indiferencia y soledad  por buscar caminos extraviados eran parte de su historia…

Allí mismo se perdió la imagen en lo profundo del bosque, donde comenzaba el camino por el designio del nadir de del ciclo señalado, tras el sueño de respuestas para quién había sido muchas veces la encarnación arquetípica de la pregunta existencial y la profunda meditación en el curso de la vida.

Mientras sacudía su capa y alzaba su mirada sempiterna marcada por la melancolía de sus miles de existencias, una lechuza voló en el cielo para posarse en el brazo de un viejo roble….

A lo lejos, el cielo límpido abría nuevos caminos para el devenir de los habitantes de esa extraña comarca y especialmente a la aventurera de la cofradía, la aprendiz de hechicera…..