miércoles, 26 de junio de 2013

Proyección

Es una semana extraña, en el cielo se presenta una suerte de gris que amenaza con lluvia, aunque en definitiva no existe un signo manifiesto de tal evento, sino más bien una suerte de  preludio ambiguo, parcial y a medias de un clima que se constituye a cada paso, con señas de incertidumbre.

En este escenario de claroscuro ambiental, corre paralelamente un símil  del mundo cotidiano de la ciudadanía, en donde también encontramos señales de cierta amenaza y ambigüedad. En efecto, frente a las próximas elecciones primarias a realizarse en nuestro país, nos enfrentamos al hecho de que muchos colegios habilitados como locales de votación están tomados por alumnos. Producto de lo anterior, se ha producido un debate respecto: -¿Que hacer ante dicha situación?- .Frente a  la alternativa del desalojo, han surgido diversas voces que avizoran escenarios extraídos de una verdadera película de terror.

Lo anterior, me ha recordado inmediatamente el concepto de Proyección, el que refiero  para una mayor comprensión de los planteamientos realizados por diversos actores políticos frente al hecho hipotético del desalojo de los estudiantes.


La Proyección es un mecanismo de defensa que opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. Se «proyectan» los sentimientos, pensamientos o deseos que no terminan de aceptarse como propios porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a este objeto externo. Por esta vía, la defensa psíquica logra poner estos contenidos amenazantes afuera.

Aunque el término fue utilizado por Sigmund Freud a partir de 1895 para referirse específicamente a un mecanismo que observaba en las personalidades paranoides o en sujetos directamente paranoicos, las diversas escuelas psicoanalíticas han generalizado más tarde el concepto para designar una defensa primaria. Como tal, se encuentra presente en todas las estructuras psíquicas (en la psicosis, la neurosis y la perversión). Por tanto, de manera atenuada, opera también en ciertas formas de pensamiento completamente normales de la vida cotidiana.

Con frecuencia se utiliza también el término como sinónimo de otro concepto psicoanalítico, el de transferencia. Aunque están relacionados, no significan exactamente lo mismo, siendo la proyección un concepto más amplio: la transferencia es una forma particular de la proyección, en la que los deseos inconscientes correspondientes a una situación relacional del pasado se reactivan y transfieren (proyectándolos) a una nueva constelación de relaciones presentes. 

Para el sujeto, los pensamientos, deseos, hábitos, actitudes, sentimientos duraderos o momentáneos, ideales o esperanzas, así como las aptitudes configuran un mundo que le es propio. De este modo, el «mundo» podría ser una configuración que proyectamos continuamente. Desde la vertiente filosófica, este tipo de situaciones ha sido analizado por el enfoque existencial, de modo especial por Martin Heidegger, quien otorga a este proceso «proyectivo» y conformador de mundo un matiz ontológico. Según este autor, el mundo interno tiende a teñir el externo con su propia configuración. Un ejemplo de la vida cotidiana podría ser lo que se denomina «deformación profesional». El comerciante  ve su mundo como cosas que pueden comprarse o venderse. El economista vive proyectando los esquemas de visión de su ciencia, y así todo es «bienes», «intercambio», «producción», «consumo», «costo», «beneficio». Algo análogo acontece con cualquier oficio o actividad.

Esta «realidad psíquica» es la base de sustento de los tests proyectivos. No todos ven lo mismo en lo amorfo o no significante, como por ejemplo en las manchas de colores del test proyectivo de Rorschach. El mundo interno con su estructura o Gestalt conforma de modo muy especial lo que se ve, y una misma situación «objetiva» es percibida de distinto modo por los diferentes sujetos que a ella se enfrentan. La categorización de respuestas, posterior a la investigación, da pie a las interpretaciones psicodiagnósticas.

De esta forma, las frases que hemos oído esta semana, tales como: " Baño de Sangre", "Militares con Metralleta", entre otros, no son sino la manifestación del yo interno que habita en cada una de las personas, que simplemente emergió al exterior, ante un evento generador de incertidumbre y ansiedad.


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