Vivir

Experimentar, vivenciar es de alguna forma adentrarse hacia una frontera inexplorada, un espacio inubicado. Esto es, una suerte de instancia que no es lo esperado, sino una nueva oportunidad en donde somos otros. Sencillamente nos adentramos a una tensión y configuración del cambio.

Vivenciamos el amor y somos distintos, “otros”, “estamos en las nubes” según el decir popular, las nubes pertenecen al espacio, al cielo, al ambiente etéreo que supera lo meramente terrestre, son de cierta forma extraterrenales. Asimismo vivenciamos la soledad, y la percibimos como un desierto sin límites, un continente que sobrepasa los puntos cardinales, es decir supera los ejes fundantes de la orientación, nos encontramos solos, el silencio asume un nuevo rol en donde la otredad es un eco de la voz interior que nos alberga. Es entonces, cuando nos encontramos con nosotros mismos, según refiere el dicho, en un diálogo particular y sutil aunque no exento de aquello relatado previamente, esto es el cambio, mutación, adaptación y tensión entre la infinitud y la finitud entre la extensión y contracción de ese espacio tiempo sin límite.......

He oído a personas que conversan consigo mismas.., ese acostumbramiento nos otorga una suerte de cercanía, acompañamiento aunque no les libra de ser denominados “Locos” o “dementes, otros en cambio más recatados encienden música, radio o el inefable televisor.
Entonces el sonido, la voz nos enlaza con esos “otros”, que aunque ajenos y distantes son concebidos por las personas como cercanos........, paradojas de este tiempo.Una caja inmóvil o encendidad, es entonces la diferencia hoy entre la soledad y una suerte de acompañamiento virtual, otros en tanto fijan su mirada en las mascotas e incluso conversan con ellas.- He sido testigo de diálogos fantásticos y trascendentes- Algunos incluso me han revelado que obtienen mucho más que uno que otro mensaje con su mascota, sino una comunicación fluida, cercana y de complicidad con estas e incluso revelaciones sobrenaturales..

Más, la oportunidad de compartir, esto es; "hacer de uno lo múltiple y de lo diverso uno", a través de la interacción es la “vía regia” para superar el abismo que supera hoy en día a los individuos, transformándoles en islotes, seres ajenos y lejanos como una suerte de naufragos terrenales que los somete a una vida fragmentada y con la deprivación más básica y elemental para el ser humano y todo miembro de una comunidad, esto es ; aquella del mirar, compartir, contactarse, sonreír, enojarse, la de vivenciarse como un ser con sentido y sentidos.