jueves, 8 de mayo de 2008

Metarealidad


Tradicionalmente la concepción de realidad, ha buscado revelar “una realidad”, es decir una suerte de corpus con características tales como; ajena, distante y diferenciada del observador o sujeto. Junto con ello ha pretendido dar cuenta de principio a fin desde una mirada absolutista y global, es decir desde un sistema cerrado que nos provee respuestas asimilables, estándares y unívocas respecto a dicha entidad que denominamos “realidad”. Es así que diversos pensadores han provisto su esfuerzo y quehacer a ser los descubridores y representantes de una suerte de verdad revelada; desde la filosofía clásica estructural y detallista que plantea una concepción definida y precisa hasta las ideologías totalitarias cuya vertiente tiende a tener como mínimo común denominador la captura de la realidad cual si fuese posible asirla como un animal y luego proceder a su embalsamamiento.

Lo cierto, es que a lo más han provisto una multitud de atisbos, percepciones y propuestas, no obstante dichas descripciones no han dado cuenta de la totalidad sino a lo más de un fragmento, una suerte de mirada desde una ventana en una dirección definida y rígida sin poder girar en los trescientos sesenta grados y sin incorporar las diversas dimensiones y enfoques.

Remontándonos a la tradición griega recordamos un atisbo explicativo a través de la alegoría de la caverna de Platón, allí el sabio nos expone la percepción engañosa de unos sujetos, quienes permanecen atados al interior de una caverna y ante ellos desfilan siluetas, reflejos de en una suerte de sombras chinas. Desde el orientalismo tenemos la concepción de Maya una realidad ilusoria, una suerte de sueño en el cual habitamos y nos encontramos ligados y unidos como islas en el mar de la omnipresencia divina.

Sea como fuere los intentos explicativos que buscan trascender lo unívoco y expresar la diversidad y con ello la probabilidad de ser más que la mera instalación absoluta y diferenciada nos lleva al camino del constructivismo, una cibernética del segundo orden, los estudios de Maturana y Varela respecto a los medios perceptores en los animales y a partir de allí a la construcción de realidad por parte de estos demostrando la capacidad diferenciada, variable y adaptativa según los propios mecanismos de cada uno.

Los estudios de física cuántica en la actualidad nos habla de caminos diversos, de una instalación cambiante y dispersa más que una física Newtoniana rígida y estructurante cual reloj o sistema mecánico. Con esto, podemos atisbar la presencia de una supra realidad o metarealidad que alberga opciones, paradigmas y percepciones múltiples en un instante y al mismo tiempo una suerte de universo es decir uno en la diversidad, con capacidad de actualización permanente, trascendente e integrada a los individuos y sujetos no alejada, distante en una suerte de olimpo divino o altar de la dualidad.

Entonces, nada nos es ajeno y todo “puede” o “no puede” suceder en la expresión máxima, que con diversas entradas alberga y acoge los roces de capturar su esencia más dichas entradas no son la realidad o la expresión del todo sino un reflejo, un mero instante de vínculo, una mirada desde una torre a través de la ranura, en síntesis todo y nada al mismo tiempo…..

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