jueves, 24 de julio de 2008

El Monólogo de Prometeo





Prometeo: Gracias Dios superior, gracias por existir…

Coro: He aquí uno que agradece. Más, ¿cuantos protestan?

Prometeo: ¡Oh!, Dios superior, padre cósmico, aún en los momentos de mayor adversidad he sentido tu compañía, más allá de oscuras tinieblas o monstruos pérfidos que me acechan incesantemente…..Siempre he buscado encontrar tu rostro en el de mis semejantes, quizás como una quimera antinatural más no del todo alejada de la realidad….

Coro: Se advierte del sonido de Boreas…

Prometeo: Gracias, debo agradecer, pues es mucho lo deseado sin embargo escasa es la amabilidad o la cortesía. Pocas son las instancias que evidencian el agradecimiento de aquellos afortunados que hoy acumulan y reciben…. Más cuantos lamentos debemos oír al decaer nuestra fortuna…
A ti altísimo, vuestra fuerza es vital a no dudarlo, es energía, sabiduría y amor hacia los pequeños, los caídos e inspirador de grandes proezas…
Ahora mismo, con un dardo lanzado a mansalva por las veleidades de Eros, me levanto y camino con la seguridad del que sabe cual es su norte.
Escasos son los momentos de sosiego, sin embargo más escasos son los instantes en que reflexionamos del saber vivir, del respeto y fortaleza ante el devenir….

Coro: Muchas protestas, demasiadas víctimas buscando culpables. ¿Dónde están los héroes?.......

Prometeo: Difícil es nadar contracorriente y aunque mis valores sean abatidos, igualmente remontarán el vuelo hacia la inmortalidad. Pues como he dicho hace mucho tiempo atrás…..

Coro: Silencio, el héroe calla…….
-Levemente afectado y cabizbajo busca en su recuerdos-


Prometeo: ¡Ea, pues!, ayer lo dije, en el tiempo pasado, mis recuerdos retornan a mí, aquí va: “Ser feliz, no es un estado, más bien una filosofía, una forma de ver la vida, con cristales multicolores”. Nada está fijo en el universo, empero mi disposición será siempre navegar y reconocer el entorno, más que maldecir o buscar venganza. Navegar, trascender los estuarios de los caudales y remontar los días, noches y auroras que nos permitirán sonreír como el más afortunado al llegar a mirar cara a cara un amanecer, ver volar una bandada de aves o sonreír a un pequeño….

Coro: Vuela Apolo en su carro y más allá danzan las Ninfas del mar…..

Prometeo: Hubo un tiempo, que no es el de hoy en donde buscaron al hombre más feliz del pueblo y encontraron a un humilde mendigo casi sin vestimenta. La riqueza no es el origen de la felicidad, de la “Eudaimonía”, aunque algunos lo crean, tampoco el poder, menos la vileza, estos sólo son estados de placer, placer vano, mínimo, egoísta y limitado…
Si he enfrentar la vida lo haré con el máximo de rigor y allí buscaré la excelencia, el ir más allá de la vanidad y la mezquindad, eso es quizás mi verdad hoy…

Coro: Se aleja, nuestro personaje, casi como la imagen de un recuerdo lejano; suave, lenta e imperceptiblemente….

Hastío




La sensación de rabia, ira fulgurante que emerge dentro de mí a ratos nubla la recta conciencia...
¿Razones?, miles; torpeza, insensatez y sobre todo la soberana estupidez que alimenta el alma de mi país. Nadie se atreve a decir nada, nadie opina sino que somos meros observadores, atentos seguidores de una suerte de película o serie. Espectadores, meros autómatas que otean la realidad sin animarse a ser artífices de un cambio…

Todo intento es encauzado por la violencia abyecta que termina desviando los objetivos. De este modo, se enfrenta la realidad en nuestro país sin matices, sin intermedios, negro o blanco, bueno o malo. Esta perspectiva, es una actitud suicida que tarde o temprano termina por confrontar a una parte importante de la población. Se proclama la democracia no obstante somos usuarios de una “Plethocracia”, es decir de una muchedumbre, sin horizonte, sin sentido de crítica y opinión más allá de los argumentos esgrimidos en la verborrea incendiaria, destructora y corrosiva.

Se vocifera, se demanda, se espera que “este” o “aquél” me resuelvan mi vida, ¿Cuántos?, pensaran en lo que ellos mismos pueden hacer para mejorar la convivencia y el desarrollo, silencio, nada de esto trasciende.

El ensimismamiento y autoreferencia nos llevan al paroxismo desbordado de crear realidades fantasiosas que pretenden ser presentados como hechos constatables. La verdad es que sólo son posible gracias a la manipulación de los medios de comunicación; “Hospitales inaugurados que no están terminados”, “Túneles que no están concluidos”, “Un transporte público precario”, “Bebés que nacen en un Baño”, cuantos hechos más anónimos adornan el día a día sin obtener una respuesta consciente…

Somos seres depresivos, aceptamos cual destino lo que acaece, esperamos no obstante una suerte de redención en un más allá que no aparece…..

Ausencia desmotivación decaimiento del espíritu, facilismo, pensamiento instantáneo y embotamiento a través de estímulos distractores van carcomiendo nuestra conciencia y asimismo el deseo de aportar a la mejoría de nuestro entorno….

Algo huele extraño en el aire y salvo una lluvia torrencial que nos bañe de la capa de sedimento contaminado no se avizora aún una solución a la perplejidad reinante….

jueves, 17 de julio de 2008

Arbol Vital




Arbol de la Vida
Fuerza trascendente conectada al mundo
Terrestre, Aereo y Subterráneo
Raíces arraigadas
Tronco Superficial
Ramajes etereos
Que nos contactan con lo inasible

Arbol de la Vida
Misterio viviente del renacer
Más allá de las fronteras circunstanciales
tu te insertas en el tiempo
Antes, hoy y mañana
pasado, presente y futuro

Anclado hacia la tierra
no temes emerger ante la adversidad terrenal
Alzando tus brazos al cielo

Libre, señorial e imponente
Eres vida, simiente y campo

Arbol, continuidad hacia el infinito
Pues aún derrotado retornas a la tierra
Para renacer Heroíco hasta el infinito

martes, 15 de julio de 2008

Historia de Amor entre un Mortal y una Diosa



I.- Introducción

El amor es un fruto que merece ser cultivado y trabajado como la tierra de un campesino, quién ama su labor y se afana en mejorar la producción de sus siembras, cultivos o plantaciones.

Más, ¿que se puede hacer?, cuando el amor es unilateral y se confronta frente a la incertidumbre del rechazo. Esta es la duda permanente, que agobia a las personas en diferentes épocas y circunstancias.

Podemos ser testigos de la rivalidad familiar, la animadversión entre culturas, religiones o bien entre estatus sociales. Escribo lo que escribo, porque pienso que el amor no tiene más barreras que las que uno ha señalado desde sí, y si bien el intento pudiese ser fallido por una no correspondencia de aquél o aquella que es el objeto de amor, bien puede uno asumir que entregó su voluntad a un gran proyecto.

Por ello, he decidido explicitar una historia que merece ser narrada por un tercero a fin de no generar sobre expectativas o bien para fantasear un poco con los encantos de un momento especial para dos personas.

La historia en cuestión, la escuché una tarde de reunión familiar y me pareció interesante de escribir, pues cuenta con los elementos necesarios para entretener y además traspasar esa emoción que toda historia romántica contiene, esto es; tensión, invisibilidad, esfuerzo, lucha, sacrificio hasta llegar a ese monte venusiano del amor…

II.- El Ambiente

El lugar podría ser cualquiera, en realidad no era distinto a los escenarios donde ocurren estas historias, es decir las del mundo real, aquellas con sabor y no esas elaboradas en formato de fantasía. En este caso, una oficina Bancaria, correspondiente al área administración y atención del cliente…

El nombre de el, es decir quién será nuestro Protagonista era Edilio, hombre de experiencias variadas, casado y separado a la sazón de sus cuarenta y algo. Sin embargo dicha situación no había generado en él los anticuerpos tan normales hacia las mujeres y comunes en los hombres que han logrado separarse y que con frecuencia uno escucha respecto a su ex, con epítetos y calificativos tales como: Bruja, bestia, demonio, rata, y otros de mayor calibre pero que no abordaré en esta historia por ser algo especial…….

Edilio era un hombre de estatura media, quizás el prototipo de nuestra raza mestiza, en donde el crisol de etnias había dado forma a nuestros representantes masculinos, poseía además la fina y hábil expresión de nuestros típicos chilenos, avezado, lenguaraz, poeta, político y obviamente gustoso del buen comer y hablar con las bromas a flor de labios. Al menos así lo recordaban sus colegas; Chimbarongo y Urquiza, ambos igualmente exponentes, de ese ser tan particular que ha procreado nuestra cultura nacional.

Los días de Edilio eran lentos, junto con el pesar de cargar con una separación debía soportar cada día, los cada vez más frecuentes y evidentes acosos e insinuaciones de su jefa. Era esta, una mujer algo mayor de los cincuenta y que cada vez que podía dejaba en evidencia su predilección por la labia y expresión de nuestro protagonista. Todo esto, era manifiesto aunque de la manera hipócrita y velada con que parte de nuestra cultura que siente cierta superioridad económica o de jerarquía lo puede hacer, esto es con ciertos abusos, desdén y algo de afecto embozado en muestras algo estilizadas y ocultas para que no se “vaya a pensar mal” de quién gozando de mayor estatus se fija en un subalterno. Todo esto herencia de la culposa tradición hispánica cargada de protocolos y abolengos.

Lo cierto es que nuestro ilustre protagonista comenzaba a sospechar algo extraño y sólo se lograba escudar en su categoría de casado, que aunque como habíamos dicho al comienzo ya no existía por la separación, no obstante su sola mención era útil para repeler los embates de la Sra. Gardenia Torrealba de León, mujer decidida y obsesiva en sus afanes amorosos, aunque ciertamente respetuosa del designio de Dios….

III.- La Ceremonia

Los avatares como hemos observado, iban delineando una delicada situación para Edilio y su tranquilidad laboral. No obstante, este igualmente se daba maña para proseguir con su rutina sin alterar sus planes junto a Chimbarongo y Urquiza, socios y amigos del trabajo. Así, en un día de primavera fue invitado por Fernando Soto Saldías, alías “Chimbarongo”, a un gran evento social de la familia, en efecto se casaba una de las hermanas de este y obviamente sus amigos no podían estar al margen...

Urquiza y Edilio prepararon cada detalle y en un día viernes pasada las 23:00 horas tomaron rumbo hacia la típica localidad de Chimbarongo, origen del nombre con que habían “bautizado” a su amigo, por ser este originario de dicho pueblo. Luego de un viaje algo enredado, pues las indicaciones habían tendido a la confusión e incluso el escape de una patrulla de carabineros, los amigos habían logrado dar con la dirección. Era esta una casa de campo, con su forma característica, esto es: adobe, estucado en ocasiones y en otras simplemente mostrando la dignidad de dicho material a la vista, un corredor, grandes pilares, cierta extensión de terreno y obviamente los infaltables perros, verdaderos sensores y guardianes del hogar chileno.

En efecto, luego de sortear el recibimiento y escrutinio de los celosos canes, el par de amigos procedió a incorporarse a la fiesta en pleno. Ya sea por la hora de llegada o por esa suerte de conducta territorial, que suelen desplegar los individuos pertenecientes a alguna cofradía o grupo particular, la llegada de los dos “extraños” no resultó del todo grata, es más las miradas inquisidoras se tornaron hasta cierto punto amenazantes para l los forasteros. Sólo el grito y recibimiento de Chimbarongo, salvó de un asedio más directo a los recién llegados. Quienes si bien agradecieron la hospitalidad de su amigo no desestimaron las miradas intrusas de los lugareños e invitados en general que con una suerte de silencioso acoso los rodeaban y observaban de forma intrigante.

La fiesta prosiguió su itinerario, los amigos atentos de lo que ocurría, pero más distendidos, optaron finalmente por bailar con algunas de las concurrentes. De estos bailes surgió una suerte de atracción de una de las participantes del baile por Edilio. Esta muestra de cercanía y proximidad más allá de lo permitido, por quién resultó ser hermana de Chimbarongo, levantó cierta inquietud en un celoso lugareño, el cual aumento la hostilidad inicial. Todo ello quedo patente para los invitados, quienes sospechando alguna emboscada, optaron por partir raudos, no sin dejar el sello de su labia en el corazón de las damiselas allí presentes en la noche……..

IV.- En Busca del Amor

Nuevamente en el trabajo, prosiguiendo la interminable rutina diaria, Edilio y sus amigos retornaron a los comentarios, preparativos y planes acostumbrados. Punto de referencia especial lo marcó el hecho de que Edilio, comenzó a mantener una comunicación con la hermana de Chimbarongo. El nombre de esta era Rosa, frisaba los veinticinco años y destacaba por su estampa, tan propia de la mujer chilena de campo digna de alabanzas sin titubeos y fruto de las mezclas de raza mapuche, española con tintes arábigos y negroides entre otros…..

La relación mantenía ilusionado a “Chimbarongo”, quién pensaba a Edilio como un buen partido para su hermana y además le aseguraba una alianza en el mundo laboral donde se desenvolvían…

En tanto la secreta admiradora de Edilio en el trabajo, representada por Gardenia Torrealba, mantenía intactas sus esperanzas de conquistar el amor del aludido, mediante artificios y marañas burocráticas propias de su rango y alcurnia como hemos señalado con anterioridad. Para ello, sostenía los acosos y ataques en forma sistemática, sin tregua y creando un verdadero cerco tras su objetivo. El amor para ella era cuestión de ciencia y decisión. Así, cada golpe era un paso que avanzaba en sitiar a su presa, aunque esta luchaba por escabullir los acometidos de los que era objeto cada cierto tiempo.

Para nuestro protagonista, las cosas funcionaban, aunque no del todo bien. Algo en su interior le decía que no estaba satisfecho y luchaba por lograr descubrir que era eso, que no calzaba. Últimamente el sueño no era el de antaño, las preocupaciones por su ex mujer no eran tema, sin embargo algo impedía disfrutar de la calma y tranquilidad anhelada por el. Ni siquiera, el naciente romance con Rosa, lograba calmar y saciar esa verdadera necesidad interna que le oprimía. Nada, ni sus libros de cabecera a los que concurría en tardes de meditación: El Capital, Los zarpazos del Puma o La Teología de la Liberación, lograban satisfacer su demanda interna. En ese momento, lo desconocía y ni siquiera intuía donde estaba la raíz, mucho más tarde lo descubriría y sería una verdadera revelación para él…….

V.- La Revelación,

Una tarde de primavera, en donde el sol se hacía sentir profusamente; Edilio archivaba con santa paciencia los informes relativos a Recursos Humanos. Algo mareado y a la vez preso de un sopor asfixiante, intentaba combatir esa sensación de abandono que suele aquejarnos a media tarde. En ese afán, se encontraba cuando sintió el sonido de los tacones que avanzaban hacia el. Gardenia Torrealba, en un instante se encontraba enfrente suyo, le dirigió una señal algo marcial, para luego hablarle en un tono que denotaba autoridad y un dejo de despecho encubierto por la odiosidad que tan bien exponía al hablar con los funcionarios. Edilio le escuchó atentamente o mejor dicho lo más que pudo pues las ideas no lograban centrase por la fatiga descrita previamente.
–Deseo que escuche bien lo que voy a señalarle, espetó- Tal como lo habíamos mencionado en la reunión pasada, el día lunes se incorporará a trabajar en nuestra unidad una nueva funcionaria y es mi deseo, – Recalcó-, que se le reciba y trate de forma especial, pues ella es especial, -usted entiende- , ¿no?. Con esa idea, lo que Gardenia Torralba intentaba señalar era que el origen y educación de la nueva funcionaria correspondía a un nivel superior a los del común y silvestre trabajador, esto es en buen chileno “otro pelo”.

Edilio entre adormecido y algo perplejo, atinó a responder afirmativamente, más que por respeto, fue una conducta instintiva para obviar cualquier perorata extra. Al retirarse su jefa, se quedó pensativo y recién comenzó a procesar los dichos de Gardenia, luego sin dar más vueltas al asunto, siguió su introspección tal y como estaba antes de ser interrumpido……


VI.- Una Experiencia Religiosa

La vida habitualmente supera lo imaginado o sencillamente nos instala frente a eventos inesperados, que desarman nuestra apacible rutina, sumergiéndonos en un torbellino tumultuoso y arrebatador. Todo esto, y mucho más es lo que experimentó un día lunes cualquiera, en primavera nuestro protagonista. Todo esto y mucho más, quizás no es posible describir dicha experiencia con palabras y sencillamente me permito una licencia llamándola: “Experiencia Religiosa”. No es que Edilio, haya experimentado algo similar a Ignacio de Loyola o Teresa de Ávila desde lo místico, sin embargo algo de aquello fue parte del encuentro que pasaré a relatar a continuación y que significó un hito en su vida , sencillamente un antes y un después.

Edilio se encontraba procesando la información de costumbre, cuando desde las escaleras del Banco sintió descender en una conversación relajada a Gardenia con una acompañante, la sombra proyectada hacia dicho espacio impedía a simple vista una adecuada visualización, no obstante en un momento los rayos proyectados desde una ventana contraria se posaron directamente hacia la acompañante de Gardenia. Fue entonces, cuando nuestro protagonista observó en forma directa la estampa de aquella que descendía pausadamente por la escalinata. A los ojos de Edilio, era una suerte de imagen angelical que bajaba desde las nubes, una Valkiria mítica de dorados cabellos desplazándose hacia el Walhalla. Nuestro protagonista, se encontraba en estado de máxima perplejidad, inmóvil, sin atisbar que hacer o decir mientras aquella mujer fascinante se acercaba ante el y del grupo que lo rodeaba. En dicho estado, apenas escuchó la voz de Gardenia Torrealba, quién le decía – Me escucha Edilio Rojas-, esta es la señorita Elsa Von Groven, desde ahora ella será integrante del equipo de atención al cliente en el banco. –Sí, alcanzó a balbucear, Edilio- cuando de pronto su cara se encontró frente afrente con aquella mujer rubia, alta, delgada y con una mirada impenetrable. –Sí, afirmó-, mucho gusto soy Edilio Rojas. Su mano recibió la mano de Elsa y luego esta se perdió siguiendo a la supervisora.

Urquiza y Chimbarongo trataban de comentar la llegada de esta nueva compañera, más Edilio tenía la mirada perdida en el horizonte, abstraído y lejano de esta realidad, lejos muy lejos, de las risas y bromas de sus compañeros. Sin lugar a equivocarme, podría señalar que se encontraba en el estado de gracia de quienes han vivenciado una experiencia mística y trascendente…………




VII.- La Encrucijada

En algún momento de la vida, debemos enfrentar en el camino intrincado de la misma, la decisión respecto a algún evento significativo. Es justamente allí, donde debemos apelar a nuestro bagaje de experiencia y sapiencia para seguir el “Hilo de Ariadna” a fin de llegar a una respuesta satisfactoria entre las alternativas que se nos presentan. Podríamos decir que algo similar ocurría con Edilio Rojas, hombre espontáneo, sencillo, emprendedor y buscavidas como el mejor chileno. No obstante dichas cualidades, nuestro protagonista también padecía esa típica muestra psicológica de nuestra raza y cultura nacional; La indecisión, ese darse vueltas sin lanzarse a la presa o al triunfo con la seguridad Anglosajona, Germánica o el Verso Itálico (heredado por nuestros vecinos argentinos). No, para el protagonista cada paso debía ser meditado, evaluado, medido y luego formalizado a través de frases ponderadas, algo muy lógico y coherente con la burocracia estatal y el sin fin de trámites que estamos acostumbrados a realizar los Chilenos hasta para comprar un simple boleto del metro…..

Los días corrían y la presencia de la Srta. Von Graven, no era indiferente ni para Edilio ni menos para los integrantes masculinos de la planta del banco, quienes con una mirada carnívora cual depredador veían ir y venir a la dama en cuestión. Incluso ya se corría la voz respecto al Jefe de producción, quién estaría interesado por esta digna hija de las tierras Hiperbóreas.

Todo lo anterior era absorbido por Edilio y causaba una gran aprehensión en su cada vez mayor interés por Elsa, no obstante debía asumir que pasaría con su naciente Relación con Rosa Soto y con los acosos de Gardenia Torrealba. Su vida había dejado definitivamente la apacibilidad para transformarse en una permanente muestra de ansiedad, interrogantes existenciales y una prueba ante su capacidad de resolución….

No ayudaban tampoco las alusiones y bromas de sus amigos ante las pretensiones de Edilio, quienes con el estilo burlón acostumbrado, señalaban dichos tales como; “Mucha carne para tan poco Gato”, o alusiones al estilo del hombre que realmente interesaría a Elsa Von Graven: Esto es, una suerte de Play Boy, vestido de blanco ya sea para tenis, Golf o un fin de semana de Regata, junto a un deportivo descapotable y la necesaria cuenta corriente abultada para saciar las demandas de semejante fémina. Edilio los oía y a ratos se entristecía, se miraba al espejo, comparaba su edad ante la juventud de Elsa y casi se convencía de que estaba soñando o aspirando a un imposible. Sin embargo a ratos se planteaba que bien podría ser esta una mujer diferente, con anhelos y sueños elevados, valores superiores y que le aceptara tal cual era. – Perfectamente puede ser distinta, se decía y eso le calmaba esa creciente angustia que mantenía en su interior-….

Mientras se sosegaba por un lado, por otro aparecían su ex esposa, Rosa Soto y Gardenia, recordándole que tarde o temprano debería decidir , dejando de lado ese eterno baile de la ambigüedad tan bien representado por “Cantinflas” y que representaba el arquetipo de su actual situación personal.

Con la idea fija en que debería resolver este verdadero rompecabezas, cerró su oficina y partió a tomar locomoción directa a su casa, -cuando aún se podía hacer-, sin esa maraña monstruosa instalada en santiago por el pomposo y autoritario Ricardo, llamado Transantiago.

VIII.- Hora de Decisiones

Hemos visto que los días avanzaban y todo se encaminaba a la indispensable toma de decisiones. Así las cosas, un día cualquiera ya próximo al verano, Edilio recibió una llamada, a la que con algo de inquietud asintió y acató. El llamado provenía de Rosa, su joven y cada vez más demandante enamorada, quién le informaba que había viajado desde Chimbarongo para visitarlo a su trabajo y luego salir a alguna parte a divertirse.

Todo esto, en medio de la mirada inquisidora de Gardenia Torrealba, quién avanzó a paso firme hacia Edilio y por primera vez, en este zigzagueante juego de ambigüedades y términos medios, salto en busca de su presa. –Veo que tiene una cita- espetó la mujer, con un tono entrecortado. ¿Acaso está siendo infiel a su esposa?, remató mirando a sus compañeros de trabajo entre ellas a la joven Elsa, quién había sido objeto de ciertos halagos y servicios por parte de Edilio, lo que a los ojos de Gardenia aparecía como una amenaza más, a su proyecto de amor. Si bien fue sorpresiva y algo inquisidora esta arremetida, Edilio desplegó su acción de contraataque, con la maestría de un eximio General y señaló: -No, no estoy siendo infiel, pues hace seis meses que me encuentro separado-. Esa declaración, no fue inocua pues al lanzarla cual misil hacia su interrogadora, miró fijamente hacia donde estaba Elsa, como si quisiera decirle -estoy aquí-……

Gardenia, retrocedió, luego mordiéndose sus ganas de seguir, se retiró murmurando palabras casi sin sentido.

Todo siguió su curso normal, Urquiza y Chimbarongo festinaron como de costumbre, en tanto Elsa sólo asintió y continúo con su trabajo.

Más tarde llegaría Rosa, con su delineado cuerpo y morena tez, la que causaría un cuasi infarto a Gardenia y una corrida de bromas entre los funcionarios del banco y por que no decirlo un cierto recelo de Elsa Von Graven, quién no supo responder respecto a tal sensación que la invadió al ver como Edilio se alejaba junto a Rosa por la entrada principal, una suerte de portal de grandes relieves y dorado ensamblaje.

Edilio por un instante volteó y fijo su mirada en Elsa, algo quiso decir, aunque la distancia hacía imposible tal ejercicio. Luego comprendió que debía resolver ciertos asuntos.. Al rato de deambular por diferentes parajes del centro santiaguino, Edilio decidió romper con Rosa en medio de la Plaza de Armas, de este modo ambos se separaron bajo la mirada del indómito corcel de Pedro de Valdivia, Edilio avanzó hacia el norte en cambio Rosa se encamino por Ahumada en dirección Sur.

Al alejarse de la plaza, Edilio comenzó a fermentar su objetivo, esta vez no atendería razones sociales, diferencias de edad, hermosura o cualquier otra brecha creada por la sociedad. Esta vez, sería sólo el deseo de un hombre que ha sido llamado por una suerte de Diosa, a quién debe rendir pleitesía y obediencia, de ahora en adelante sólo Elsa será mi dedicación, -se dijo así mismo-. Podríamos señalar que al pasar por la catedral casi realizó un juramento, aunque Edilio por formación se declaraba distante de pensamientos religiosos, al menos por hoy, su fe estaba entregada hacia esa suerte de Ángel guardián que le esperaba, así lo había decidido……..


IX.- El Encuentro

No fueron pocos los intentos, ni mucho menos el tiempo que nuestro protagonista comenzó a dedicar hacia el acercamiento hacia Elsa. Con una sutileza propia del más eximio diplomático, Edilio encontraba cada día nuevas oportunidades para entablar diálogo con su Diosa. Con una reverencia y dedicación propios del más devoto seguidor religioso hacia el motivo de su cofradía. Es más, cada tarde en que Elsa abandonaba la oficina Edilio la seguía furtivamente, espiándola sin ser observado por el objeto de adoración…….

Lo anterior, sin embargo no estuvo de exento de accidentes o traspiés ya sea del propio protagonista como del entorno. Tal fue el caso de una oportunidad en que Edilio se ofreció con su amabilidad y gentileza tan propia, a traerle un café a media mañana a Elsa. Todo aparentaba estar sin problemas, el café en la cantidad precisa, en el tipo de taza que agradaba a Elsa y con la temperatura a punto era tal el embelesamiento del idólatra, que no reparó al acercarse hacia el escritorio de Elsa en un pequeño pero significativo montículo que sobresalía en parte del piso , casi al llegar donde el objeto de su amor platónico, trastabilló con tan mala suerte que luego de golpear el montículo perdió el equilibrio vaciando literalmente el café en la falda de la Señorita Von Graven… Edilio tartamudeando trataba de explicar, Elsa sobresaltada y sorprendida luego del impetuoso embate, trataba de limpiar y sacudir el líquido de su falda, evitando una posible quemadura en su piel…. Todo eso era a su vez observado por Urquiza y Chimbarongo, quienes reían y aprovechaban de informar a sus otros compañeros, dando además detalles precisos con muestras propias de los mejores exponentes del teatro del absurdo…

Aquella tarde, Edilio permaneció en silencio, meditabundo y abstraído, nada le sacaba de encima ese peso enorme del error cometido hacia la figura inmaculada de Elsa. Se sentía cual hereje que causa una afrenta a alguna figura religiosa significativa. De pronto sin ser capaz siquiera de advertir o pensar nada, sintió los inconfundibles pasos de Elsa avanzar hacia él. Levantó su vista y observó a Elsa frente a frente, se preparó para lo peor, sin embargo de esa mirada directa y algo pétrea de su amada surgió una singular sonrisa, que luego fue acompañada de un saludo afectuoso- Gracias por tu gesto Edilio- indicó Elsa, no me pasó nada y no quiero que te preocupes más….. El sólo escuchar esas palabras, casi desvanece a nuestro enamorado, quién apenas reaccionó señalando a su manera un – Cuando quieras- sin pensar siquiera en lo gracioso que salía dicha frase en el contexto señalado. Elsa volvió a sonreír, volteó dando media vuelta y caminó nuevamente rumbo a su escritorio….

De ese día en adelante, Edilio redobló sus esfuerzos y renovó asimismo sus estrategias de acercamiento, logrando a ratos un éxito rotundo que lo llevó inclusive a pedir a Elsa que lo llamará bajo el pretexto de que su teléfono tenía una falla y no podía llamar sino recibir llamadas solamente….
De este modo, paso a paso, se fue generando la inevitable sensación de compañía, camaradería y afecto, que luego sería el campo para que Edilio declarase su amor contenido por tanto tiempo, tal y como lo había soñado en reiteradas oportunidades, hasta obtener el consentimiento de su Diosa, en una manifestación de romanticismo épico…….



El tiempo transcurría y el verano se instalaba en plenitud. Así se podía observar las calles inundadas de vendedores voceando helados, bebidas, mote con huesillos y toda esa variedad infinita de personajes, que el centro alberga en diferentes temporadas: transeúntes que caminaban en diversas direcciones, el bullicio del transporte público, cantantes ambulantes, lectores de Tarot, escolares capeando clases junto a los siempre presentes policías que caminaban tranquilamente (en dicha época aún se podía caminar descuidadamente por Santiago centro, sin pensar en ser objeto de un robo a manos de los maleantes, que hoy han hecho su segundo hogar de esta zona)… Tal era el ambiente en las afueras de la Casa Matriz del Banco Oviedo, en tanto adentro, las personas iban y venían, preparando informes administrativos, contables, presupuestarios entre otros. Todo esto, con una temperatura algo superior a la normal, producto del desperfecto del aire acondicionado.
Tal era el ambiente de trabajo aquél miércoles de diciembre cercano a navidad; agitación dentro del orden y pautas establecidas sabiamente por los empleados, de forma tal de “demostrar”, que allí se trabajaba.

Edilio trabajaba según las normas establecidas y de tanto en tanto, se daba maña de bromear con sus amigos o referir algún ofrecimiento hacia Elsa, hasta ese momento todo era normal, si pudiésemos definirlo de tal forma. En un momento, alguien llamó a Edilio, este respondió y palideció, luego recuperando la calma asintió, señalando: -Que pase-.. De pronto apareció en escena Rosa Soto, quién caminaba con paso decidido hacía el módulo de edilio, vestida a la usanza veraniega con un sugerente peto, pantalones de jeans y unos zapatos de taco que daban algo de ritmo a su avance, casi al estilo del tamborilero antes de iniciar alguna faena…..Los empleados simulaban trabajar sin embargo observaban con detención el caminar de Rosa ya sea porque conocían las andadas de Edilio o porque un impulso instintivo los llevaba a asomarse y auscultar el ambiente minuto a minuto, inclusive el hermano de Rosa; -Chimbarongo- no sabía si salir al encuentro o más bien guardar el necesario silencio para la ocasión. De pronto, Rosa se detuvo a la altura del escritorio de Edilio y con severidad señaló; -Deseo hablar contigo, ahora- , sin mediar ni un ápice de incertidumbre…..Edilio obedeció de manera automática y juntos se alejaron……

Todo lo anterior, fue observado sigilosamente por Elsa Von Graven, quién pese a su formalidad acostumbrada, no pudo evitar sentir una sensación contradictoria respecto a la posibilidad de una reconciliación entre Rosa y Edilio. -¿Qué diablos le importaba a ella?, se decía- Sin embargo, una especie de ansiedad la comenzaba a corroer internamente debilitando su raciocinio, era la semilla del amor, eran los celos primigenios de quién siente la incertidumbre de perder al que ha sido o es, su objeto de afecto..………..

Aquella tarde Edilio concluyó para siempre su relación con Rosa, y con esto fijó su objetivo hacia el futuro sin dudar ni sentir la timidez de siempre………..










X.- La Conquista

Al volver Edilio a la oficina, se dirigió directamente hacia Elsa y sin ningún ademán extra, le solicitó que le llamase en la noche, pues arguyó una dificultad con el teléfono. Ante dicha petición Elsa aceptó y al despedirse, fue objeto del seguimiento secreto por parte de Edilio hasta que ella subió a la micro que la llevaría a su hogar….

El corazón de nuestro protagonista palpitaba agitadamente y corrió a tomar locomoción para llegar a su casa y esperar la llamada de Elsa…..

- Los eventos de la vida se entremezclan de manera misteriosa y con un alto nivel de sorpresa, de tal manera que habitualmente nos superan en nuestra capacidad de reacción-.

Al reunirse al día siguiente nuestros protagonistas, Elsa señaló su preocupación por el estado del teléfono a lo que Edilio vivazmente indicó que estaba impecable y el problema resuelto. Sin embargo algo en el ambiente quedó circulando, algo más que ambos sabían o al menos intuían e intentaban inhibir. Sin embargo de un momento a otro Edilio manifestó a Elsa su declaración, sin pensar en un rechazo o mejor dicho sin atisbar más que a desalojar todos los sentimientos albergados desde que la conoció. Elsa observaba con cierta indiferencia, aunque internamente sentía el vértigo que solemos experimentar al subir a “la Montaña Rusa”, todo da vueltas y gira despojándonos del punto de equilibrio, cuando nuestro improvisado orador concluyó de hablar, esta le quedó mirando fijamente y señaló: -Sí- …….

Edilio que más bien esperaba un rechazo por anticipado, sólo atinó a sonreír y besar la mano de su diosa, la figura mítica que le había llevado a realizar verdaderas procesiones tras de ella en forma encubierta; a veces detrás de un quiosco, en otras en un farol y en ocasiones simplemente cubriéndose con el periódico del día…….

Así nació el amor entre un hombre de la tierra y la diosa Hiperbórea, entre el Sigfrido Chileno y su Valkiria, así emergió el mensaje de la esperanza y las oportunidades junto a la inexpugnable sincronía en la tierra de nuestro querido Chile…..

Han transcurrido más de 11 años desde entonces y ellos siguen su relación de eterno pololeo, en una permanente devoción de Edilio hacia Elsa y de esta hacia el, en el círculo de amor que sellaron un día de primavera.

Así se configuró una relación que a los ojos de muchos no tenía cabida en la razón calculadora, fría y mediocre de quienes se derrotan con anticipación o simplemente son los agoreros de prejuicios sin fundamento………..

Los tiempos han cambiado, sin embargo ni el aire irrespirable de Santiago, el fracaso del experimento llamado Transantiago, una Ministra mojada por una estudiante o las eternas faramallas de la Concertación han impedido que el amor de misión, de feligrés y creyente de nuestro protagonista haya variado ni un ápice hacia su Divinidad……

Así de tarde en tarde algún día sábado es posible encontrarse con una pareja tranquila y feliz que sale a pasear a cinco perros cerca de una plaza a la altura de las Hualtatas con Indiana, disfrutando con ellos amenamente….. ¿Cinco perros?, -ustedes se preguntarán que hacen cinco perros, en este cuento y yo sólo diré; -Eso amigos, es otra historia-

martes, 8 de julio de 2008

Nuestros Gigantes






Nuestros Gigantes han venido de ultramar
En una noche lejana avanzaron hacia la isla mágica

Por años realizaron el ritual del Manutara
Disputando el cetro del reinado

Agiles, diestros y valientes
nadando y escalando tras el huevo decisivo

Nos han legado a sus vigías
Quienes otean sin cesar el horizonte

Más allá del tiempo
Anhelando quizás un lugar pérdido

Iluminando su esperanza
Tras la estela de la bóveda ancestral

lunes, 7 de julio de 2008

Sincronía











En más de una oportunidad, nuestro andar ha sido sorpresivamente tocado por un episodio curioso, profundamente significativo y extrañamente atingente a un evento en que se desarrolla nuestro presente.

Tradicionalmente, al experimentar dicha vivencia solemos asignar el denominador de “Casualidad” y con el afán de tranquilizar nuestra conciencia y de tal manera proseguimos nuestro precipitado andar.

Jung nos refiere el término de sincronía para definir situaciones como las descritas anteriormente, la voz sincronía proviene de la etimología griega syn, "con, juntamente, a la vez", y de la mitología griega, Chronos o Khronos (en griego Χρόνος), "tiempo". Se entiende como un término que se refiere a coincidencia en el tiempo o simultaneidad de hechos o fenómenos.

Tales hechos no acaecen con las características de la mente supersticiosa ni son asimismo expresión de la paranoia obsesiva que pretende ver en cada evento un hecho de significación trascendente para su persona. No, en el caso de la sincronía el hecho en sí, no es el que define el futuro propiamente tal, como sería el caso por ejemplo de: “Un gato negro”, o “Pasar la sal en la mano”, “Botar Sal”, etc. En el caso de la sincronía nos referimos al cruce o intersección entre dos hechos de manera no causal es decir sin la lógica causa-efecto aunque son de cierta manera coincidentes en su significación…..

Las historias, no las buscaré en autores ajenos sino en mi propia vivencia, es así que al menos puedo dar cuenta de tres episodios en donde se cumplen los criterios señalados y que me hacen recordar el concepto Serendipity, emparentado con el de sincronía y al que me referiré en otra ocasión.

En una oportunidad, nos aprestábamos con mis padres y hermano menor a partir rumbo a la ciudad de Curico en donde se llevaría a cabo el matrimonio de mi hermano del medio. Recuerdo que al ir saliendo, un robusto árbol que se encuentra a la entrada y que jamás había experimentado fractura alguna en invierno con los temporales literalmente se “ desgancho con uno de sus brazos”, la relación fue cuasi inmediata respecto a la simbología del árbol y la fragmentación de una de sus ramas centrales con la creación de una nueva familia y la separación del tronco de uno de los integrantes de la familia…..

En otra ocasión, mi padre se encontraba algo consternado con este mismo hermano de la historia previa, por ciertas diferencias suscitadas tras una visita al hogar de este. Pensativo y algo reflexivo, no dejaba de evidenciar preocupación por su hijo. –Bien-, en tal circunstancia un día mi Padre sale al patio de nuestra casa en el campo y comienza a revisar plantas y árboles para su correspondiente poda, cuando al pasar por uno de los árboles se golpea la frente con algunas ramas. Al volver a casa y luego de la curación correspondiente, me acerqué a su frente para observar mejor su herida, no era profunda aunque sí distaba mucho de ser un rasguño o simple erosión. Aunque no fue eso lo que me llamó atención, sino la particular forma de su herida, la que formaba literalmente la palabra;”LI”. Con algo de conocimiento al respecto, apelé al I Ching y me dediqué a descifrar el significado de Li. Cual sería mi sorpresa, cuando constaté que dicha palabra significaba el Hijo del Medio..¿?.....

Por último caso, hace unos días me comprometí con mi novia, dicha ceremonia involucró a nuestros padres y se realizó un sábado 28 de junio. La fecha original era el 21, aunque por diversos motivos debimos postergarla para la fecha señalada. La actividad se cumplió tal cual estaba planificada y posteriormente departimos en casa de mis padres un café y torta para la ocasión. Hasta ese momento no ocurría nada fuera de lo esperado, sin embargo el día lunes(yo había viajado a santiago el domingo al hablar con mi madre, esta me comentó que junto a mi papá se habían percatado que el sábado en cuestión de nuestro compromiso ellos cumplían 40 años de matrimonio civil. La noticia no dejó de sorprenderme, pues dos hechos aparentemente sin ligazón nuevamente se unían para nuestro asombro…..

Habitualmente omitimos talas sucesos quizás involuntariamente, sin embargo y recordando el título del libro de un destacado autor chileno, el acontecer es más que el simple hecho en cuestión, sino que conlleva un sentido, una verdadera “poética” que se va entramando paso a paso…..

martes, 1 de julio de 2008

Casandra y Prometeo















"Ver más allá de las colinas y el horizonte ha sido el anhelo milenario"

Casandra: -Veo el futuro-
Prometeo: ¿En verdad?.
Casandra: Así es, veo lo que veo,futuro, presente y pasado.
Prometeo: ¿Cómo saber que es cierto?..
Casandra: Porque soy la Pitonisa y confío en mis visiones
Prometeo: Hasta que punto puedes asegurar eso, ¿Acaso eres una divinidad?..
Casandra: Si, soy perfecta, lo intuyo todo, absolutamente todo. Desde el trinar de una ave hasta el llanto de una mujer en las penumbras de la noche..
Oráculo: (se observa que Prometeo se acerca a Casandra y la Besa en los labios)….
Prometeo: Has previsto esto o esto otro (acaricia su cara dulcemente)…
Casandra: ¡No!, ¿Cómo ha sido esto? ¿Qué embrujo me ha poseído?, ¿Quién eres?
Prometeo: Soy sólo yo, el otro, soy mi propio mundo, soy la libertad y sapiencia. Has estado hipnotizada como Narciso ante el lago, ensimismada y convencida de tus poderes, sin siquiera dudar un segundo, sin pensar en los demás. La soberbia finalmente te poseyó y has sido víctima del orgullo y la vana vanidad de los más simples mortales… Sin embargo aún no te convences de ello.
Casandra: Imposible, soy una Diosa, lo sé todo, todo, estoy más allá del sol, en los suaves ríos, en la oculta montaña. Veo, sí, veo más que todos…
Prometeo: Si. Ves todo, menos el sentir, el alma de las personas, sólo ves conductas y detrás de ellas los fantasmas. Has olvidado el bello jardín de los mortales, alejándote de la esencia de una Pitonisa, racionalizas todo, dejando huérfano tu corazón, quién se nubla por los pensamientos predictivos. Si, claro que ves, aunque es sólo lo que tú deseas ver Casandra…
Oráculo: Casandra camina hacia una ladera, seguida por su sombra y un séquito de personajes..
Prometeo: Te marchas, enmudeces, ¿Qué piensas realmente?, acaso la confianza en los demás es un juego de niños para ti.
¡Respóndeme!, tan sólo una vez mírame sin la razón del convencimiento y mírame con tu alma y al menos asume la duda, la empatía….
Oráculo: Casandra se detiene, a lo lejos el trinar de las aves del panteón Troyano reseñan la llegada del atardecer. El mar serpentea suavemente mientras las embarcaciones se aprestan a recalar….
Casandra: ¡Oh, Dioses del Olimpo!, ¿quién soy, sino la Pitonisa?. ¿Existe alternativa para mí realmente, más allá de la predicción?

Tetis: Soy la madre de Aquiles, aquél que sucumbió por su propia debilidad. No serás ni la primera ni la última Casandra. Aún no es tarde para reconocer tus limitaciones, la respuesta está en ti…
Oráculo: Casandra escucha atentamente, al caminar se perciben dos personajes a su alrededor: Prudencia y Obstinación. Tarde o temprano uno de ellos vencerá y el destino de Casandra estará definido.
A lo lejos Prometeo camina ágilmente y en espera de la cita con Casandra, el destino está por verse y siempre abierto a cada uno pues nada está dicho hasta una vez consumado……