viernes, 27 de agosto de 2010

Delirio



Entre la neblina
surgió tu imagen
Mitad misterio
Mitad Mujer

Camino insondable
de risa sensual
con atrevida vestimenta

Fantasma o demonio
Me dejé atrapar
por el encanto
de tu voz

Silencio pleno
Musica de ecos
Recuerdos y fantasías

jueves, 26 de agosto de 2010

El camino



Un nuevo día por el camino incorregible

lunes, 23 de agosto de 2010

Los 33 de Atacama



La sensación de agobio aumentaba en los ansiosos espectadores de aquél escenario montado a contrapelo en medio de nuestro desierto atacameño.

El sol abrasaba los cuerpos de trabajadores y rescatistas en medio de faenas orientadas a lograr el ansiado contacto, más allá pululaban periodistas, policías y una variedad significativa de políticos de variada procedencia.

La vieja mina había cedido a la avanzada inicial evidenciando cuan vulnerable era el trabajo realizado por aquellos hombres que horadaban sus entrañas en los días previos al derrumbe, Ellos, sin más instrumentos que los viejos recursos siempre escasos e insuficientes habían extraído sin más la cuota de riqueza que aquella tierra podía entregar hasta que llegó el instante que algunos interesados habían intentado obviar y que dejaba de manifiesto el deterioro de aquella mina que los informes técnicos había entregado a las autoridades para detener las excavaciones y prospecciones sin recibir la respuesta esperada.

De tal forma, el panorama no era sino el montaje de una obra con características de drama y epopeya escrita mil y una veces en la historia de nuestro país.

Por un lado, los heroicos mineros atrapados en las entrañas de la misma tierra que los ata y dirige con poderes fantásticos invitándolos a aventurarse hacia la promesa del mineral señero, otro tanto corresponde a rescatistas y trabajadores encargados de llevar a cabo lo imposible para los humanos, más allá familiares que lamentan, lloran y deambulan entre la desesperación y la perplejidad de una tradición para ellos conocida, pues no serán ni los últimos ni los primeros en la larga data de accidentes de la minería, policía a cargo del orden y personajes curiosos que van y vienen mostrando sorpresa, emocionalidad y comprensión. ¿Cuántos realmente sabrían de esta mina o de Atacama?, me pregunto en la intimidad. Son los mismos que en un dejo de superioridad siempre evidencian una perspectiva de cosmopolitas ajenos a las “barbaridades” de nuestra tierra.

La tierra nuevamente ha recordado su lugar al hombre, al pequeño homo sapiens que busca trepanar las entrañas subterráneas sin consulta, medida o respeto y asimismo a quienes dicen ser los encargados de tal labor económica y no escatiman en exprimir con las mínimas seguridades los frutos de allí emanados.

La temperatura se expande sobre la superficie, se evidencian jadeos, miradas extraviadas y la búsqueda de algún refugio que logre paliar la sensación de calor que no se detiene. Esa es la realidad, algunos pareciesen conocerla tan sólo por imágenes y en medio de la turbación emiten sonrisas y miradas de insoportable levedad.
De pronto, surge un ruido, luego el movimiento y posteriormente la euforia, la sonda ha dado con el refugio de los mineros, quienes han dejado al paso un mensaje: Los 33 estamos bien. Simple, preciso, ¡que lucidez!, aún bajo la tierra y a setecientos metros aquellos hombres nos demuestran su entereza y capacidad…..

Un leve detalle se sabrá después, la sonda se desvió cerca de unos cincuenta metros y con ello logró dar con el objetivo. ¿Milagro, la mano divina retorna luego del exilio?, quién sabe, de eso los humanos nunca sabemos mucho. Seguramente serán las mismas palabras que los mineros repetirán una y otra vez junto con las gracias a Dios, fe y esperanza.

Vendrán días complejos para el rescate, no obstante la primera etapa se ha cumplido a cabalidad, realmente no me extraña el comportamiento de los mineros, los conozco al igual que a los campesinos, arrieros, colonos y a cuanto arquetipo de valentía, tesón y trabajo que habita nuestra tierra que nos ampara y hoy con este gesto nos ha unido nuevamente ante el rigor…..

Desde la ciudad gris se escuchan bocinas, hay alegría en las calles, Chile comienza a entender su sentido y la palabra unidad y compatriota se escucha cada vez más seguido… ….

jueves, 19 de agosto de 2010

Oportunidad





Tan sólo por un segundo, confía plenamente en tus capacidades
Pensando que tienes en tus manos, la capacidad transformadora de tu vida

Creyendo firmemente en tus pensamientos
Mirando a tu alrededor con esperanza y optimismo
Alzando la vista al cielo y agradeciendo por el vivir

Sabiendo que siempre eres especial

Tan sólo por un instante
Cree con fuerza ilimitada
Confía plenamente y camina con seguridad
Por la senda de la vida

Sintiendo que eres protagonista y artífice de tu destino
Hoy, ayer y siempre

miércoles, 18 de agosto de 2010

A propósito del Lenguaje




La relevancia de nuestro lenguaje se evidencia a cada instante tanto en aquello que no se puede decir o a través de nuestra estructura corporal, facial de señas o en el habla. Allí donde el diálogo requiera entrar en acción se incorporará el lenguaje como decir activo, verbo y logos cargado como significante en su estructura y del significado amplio que va desde lo convencional hasta la subjetividad.

Entro a un baño, observo a un padre con su hijo, el niño de unos tres años señala mirando a la taza: -¡Hola caca!- al percibir su obra de evacuación concluida. Para el, dicha deposición es algo, un elemento significante, un objeto que se torna otro y con el cual mantiene una comunicación verbal ante la mirada algo complicada del padre.

Dicha disposición del hablar hacia un elemento significante resulta altamente creativa e imaginativa, un ejercicio muy particular de la capacidad infantil, en donde el lenguaje no sólo se estructura formalmente sino que además goza de esa libertad de trascender las fronteras de lo culturalmente definido.

Los niños suelen jugar con las fecas, incluso Freud asigna una etapa del estadio de desarrollo infantil con el nombre de anal bajo la tesis de la sensación placentera que tendría la evacuación en el menor, asimismo podemos observar en pacientes psiquiátricos la manipulan sin el prejuicio establecido que nos gobierna a nosotros como sujetos lúcidos o racionales.


Respecto a los excrementos humanos, encontramos muchas particularidades, algunos señalarán; -estoy con la mierda hasta el cuello- para expresar el agobio en que se encuentran en tanto los actores al iniciar su obra gritaran cual mantra sagrado; Mierda, mierda, mierda. ¿Quién entiende algo?, resulta extraña nuestra relación con ese producto final de nuestro proceso digestivo.

En rigor hablamos de un elemento terminal que se ha transmutado y que se devuelve al mundo; el guano que es la defecación animal ha sido objeto de alta demanda y valorización, sin ser despreciado por ello.

¿Que ocurre en tanto con nosotros en el diario vivir?, oiremos ¡mierda!, ¡merde! o ¡shit! y sabremos que es una maldición ante algún percance. Nuestra estructura mental ha asimilado que aquello impredecible que nos afecta, agravia o amenaza puede ser contraatacado con esa expresión al estilo de los actores que entonaban su mantra antes de la obra…. Nos remitimos así a nuestra conducta ancestral para neutralizar un mal, que no es sino la significación y la asimilación a la vez, por otro lado mantenemos la convicción y reiteramos la conducta cual ritual que inicialmente fue realzado de significación y que en el presente ha devenido en un acto instantáneo o simplemente mecánico.

Soñar con fecas humanas es presagio de buena suerte, el mundo onírico nos conecta con la idea de fertilidad o simplemente allí lo indecible se asume como magnificencia y con un valor diferenciado de nuestra cotidianeidad….


Respecto a este concepto no podemos eludir su significado múltiple, polisémico que nos invade permanentemente como parte de esa dualidad que entraña nuestra propia existencia y ligazón. La escoria, el desecho, como realidad de invalidez, precariedad y abandono por un lado y aquella de fortuna, fertilidad, manipulación y herramienta del desarrollo de un devenir distinto a través de la evocación. Todo ello posible bajo la estructura amplia, flexible de nuestro lenguaje y de nuestra cualidad compleja como humanos.

lunes, 16 de agosto de 2010

Tras el rumbo



Al subir al auto apenas sintió las advertencias del chofer ante el avasallante avance de los automóviles en la pista, -El- cual sonámbulo poseído por una fuerza superior sólo asintió ante el conductor y luego fijó su mirada en el horizonte-.

El cielo se oscurecía y una suerte de sombría sensación lo iba poseyendo paulatinamente, ya no era esa sensación de incertidumbre que había experimentado previamente sino algo que lo sumergía derechamente en una depresión sin salida, en un literal descenso hacia el inframundo, que no era un lugar externo sino su propio interior, el que bullía entre seres, ruidos y voces que lo acongojaban mientras deambulaba extraviado, sin destino hacia ese camino anhelado.

Las preguntas se desprendieron como fruta madura, una tras otra hasta conformar un bombardeo que literalmente lo arrinconó, ¿Qué había sucedido?, estaba seguro y abandonaba su misión, la misma que se había prometido llevar hasta las últimas consecuencias. Había desechado el amor candente de ella, ni siquiera había sido capaz de llamarla, explicarle su estado o intentar prorrogar la fecha de su encuentro. Nada de eso, simple y llanamente había optado por la excusa de los cobardes, el escape sin más.

Sentía que había perdido algo valioso, de eso no había duda, no obstante sentía igualmente que dicho amor no era para el, no lo merecía, es más aventuraba a expresar íntimamente el sentimiento de menosprecio hacia sí mismo, explicándose los motivos de su ahora traición en ese aspecto. Bien sabía que allí existía una de las razones más no la principal, eludía el profundizar su reacción, algo intuía de lo que podría emerger de su exploración en ese espacio interno y no se tentaba fácilmente ante dicha demanda que su conciencia le exigía como el mínimo acto de correspondencia con la conducta de aquella tarde.

Miró nuevamente hacia la calle y observó un espacio gris, las personas comenzaban a correr por la lluvia (igual que yo, huyendo se decía), todos huimos de algo, sentenciaba buscando de alguna forma calmar su estado de exaltación interna, no lo lograba y al contrario las contradicciones aumentaban a cada instante sin detenerse en lo más mínimo, sin clemencia, ese era su juicio, lo sabía y por ello buscaba apelar.

Nuevamente se fijó en ese horizonte insoslayable y distante, mientras seguía ese proceso de reflexión, de ataque y contraataque consigo mismo, en una suerte de espiral envolvente y sinfín. Sabía que amaba a aquella mujer y le era imposible a esta altura negarlo-nunca tan bajo, pensó- sin embargo no estaba con ella, había escapado sin aviso, ¿porqué? No escatimo esfuerzos y se lanzó en esa suerte de pozo profundo que era su estado de conciencia y confrontó sus demonios que se acercaban cada vez más cerca de sus esmirriadas defensas, mientras en la ciudad la lluvia desencadenada en pleno cubría la totalidad del ambiente y en la radio aseguraban que dicho frente duraría al menos dos días.

Aturdido y sin la menor capacidad de lograr la anhelada tranquilidad sólo apelo a descansar su espalda en el asiento, cerrar los ojos y señalarle al conductor que le avisara cuando llegarán a la dirección señalada.

Nada parecía tener lógica sin embargo íntimamente descansó al pensar que aquella tarde su mujer e hijos estarían en el hogar esperando su llegada, probablemente con un té caliente y algo de calor me sienta mejor, se dijo asimismo y luego se durmió abandonando toda opción por dar respuesta a ese juicio interno que traía consigo……

miércoles, 11 de agosto de 2010

El Observador



El malestar esa sensación de desagrado que se expresa inicialmente con un detalle o área determinada y que termina por extenderse de manera generalizada fue algo manifiesto en su percepción al visitar su futuro lugar de empleo. No desestimaba los hechos, sino que evaluaba que estos habían sido levemente interpretados, es decir con ausencia de rigor, que permitiese situarse con una evaluación de mayor exigencia y no esa actitud de complacencia que observaba entre el grupo de trabajo que le tocaba acompañar.

Ante sus ojos la conducta de mansedumbre entremezclada con autocomplacencia era sinónimo de una conducta débil y entregada vilmente a los dictámenes de quienes terminaban decidiendo sin consultar o entender su postura al respecto.

La ausencia de proactividad exterminada en buena medida por una burocracia asfixiante y uniformadora no le lograba convencer, pues estimaba que era posible avanzar más. No obstante, a ello se sumaba la ausencia de una política de apoyo en el sentido del reconocimiento del trabajo que allí se hacía. Conocía en parte el pensamiento de los burócratas políticos que tienden sólo a buscar respuestas superficiales, efectivistas y de corto plazo para alimentar la euforia de la masa sin considerar apuestas desafiantes hacia el mediano y largo plazo.

Pensaba en un equilibrio justo entre el trabajo técnicamente correcto, en la pertinencia política y asimismo en la trascendencia del quehacer con un sentido de país y sociedad más allá de la mera ejecución de acciones descoordinados que observaba a ratos.

Era realmente crítico y poco idealista pues consideraba a la masa en gran parte como un cuerpo fofo, flácido, sin consistencia corpórea y altamente voluble ante los vaivenes del contexto, asimismo eternamente hedonista toda vez que se guiaba por los meros estímulos de placer que significaban los lineamientos a seguir. Desde ese punto de vista no estaban preparados para deliberar ni dirigir nada más allá que sus erráticas vidas, seres infantilizados y atados a supersticiones, rituales de jolgorio y olvido de un deber más allá de lo meramente instantáneo. Carecían simplemente de aquella entereza de los verdaderos líderes, contaban sólo en número, eso lo sabían quienes deliberaban y manipulaban, pues intentaban permanentemente solazarlos y atraerlos hacia sí para ganar su voluntad como señalé previamente mutable desde el simple devenir que habitualmente desarrollaban sin mayor precisión en sus decisiones…

Eran personas de alguna forma incompletas, a medio camino y que resultaban presa fácil para embaucadores. Aunque si bien eran desconfiados carecían de la autoestima suficiente como para negarse, contradecir o argumentar desde la razón o la experiencia, por ello siempre terminaban apelando a la manifestación de angustia, llanto o violencia, observarlos era contemplar a un niño abandonado y alejado de sus padres que vaga en la inmensidad sin saber como lidiar con ese abismo que se precipita sobre su pecho.

Había llevado poco tiempo en dicho mundo y prontamente aprendió a leer sus códigos, ligados al engaño, la tima, la ambigüedad verbal y sobretodo la práctica permanente de el autodesprecio como principal arma para capturar a los neofitos con la solicitud de variados favores. Sabían perfectamente con quién desplegar tal o cual procedimiento y eran expertos en obtener con relatos artificiosos el signo de aprobación de quienes caían ante sus historias. Lo cierto es que la parte oculta de dichos relatos hablaba de ausencia de responsabilidad, carencia de proyectos hacia el futuro y un rechazo hacia la disciplina como eje de la organización personal.

La soberana Estupidez II


La soberana estupidez, caminaba en palacio buscando nuevas ideas para guiar su reino, observó atentamente por uno de sus balcones al gentío de la calle que admiraba a un mono bailar y realizar piruetas al son del tambor de su amo, dicha escena le encantó y desde ese día dictaminó: “ Música para acompañar a los esclavos de los trabajos forzados”….

viernes, 6 de agosto de 2010

La soberana Estupidez



La soberana estupidez recorría las calles de la principal ciudad de su reino, observó la tristeza de sus habitantes y al preguntarles por la razón estos aludieron a los impuestos que les oprimían.Pensativa les respondió; -de ahora en adelante se os prohibirá producir, así no tendréis que cargar con los impuestos- y se marcho feliz por su decisión......

Festival de Bayreuth

Realizado anualmente, el Festival de Bayreuth en Bayreuth, Alemania está dedicado a la representación de óperas de la autoría del compositor alemán del siglo XIX, Richard Wagner. El mismo Wagner concibió y promovió la idea de un festival especial para mostrar sus propias obras, en especial la tetralogía (representada en cuatro días) El anillo del nibelungo y Parsifal.

Las representaciones tienen lugar en un teatro diseñado ex profeso para el festival, el Bayreuther Festspielhaus (Teatro de los Festivales de Bayreuth). Wagner supervisó personalmente el diseño y la construcción del teatro, que albergaba numerosas innovaciones arquitectónicas con el fin de dar cabida a las inmensas orquestas para las que Wagner escribió su visión particular de lo que debería ser el montaje.

Desde su inauguración en 1876, el festival de Bayreuth se convirtió en todo un acontecimiento sociocultural. Asistieron al festival jefes de estado como el Kaiser Guillermo I, Pedro II de Brasil, Luis II (en secreto, probablemente para evitar al Kaiser) y miembros de la nobleza, además del filósofo Friedrich Nietzsche; y grandes compositores contemporáneos de su director como Anton Bruckner, Edvard Grieg, Piotr Chaikovski, Camille Saint-Saëns y Franz Liszt. Hasta la fecha el festival se ha convertido en un peregrinaje para los entusiastas wagnerianos, que suelen esperar años para conseguir las entradas.

A continuación un video de la introducción al tercer acto de La Walkiria, conocido como La Cabalgata de las Walquirias:

jueves, 5 de agosto de 2010

Sorpresa




Entre calles estrechas

abrumadas de indiferencia

Vi elevarse la alegría en un volantín

Seguida de tres niños


Sus pasos delineaban

la ruta desconocida

de la esperanza


Que muchos

de los presentes habían olvidado

y otros tantos desconocían


miércoles, 4 de agosto de 2010

La Decisión


Había planeado cada paso a realizar en aquella tarde según el secreto pacto acordado con ella en los días previos. La sensación que respiraba le transmitía seguridad y fortaleza hasta casi la exageración, así esperó pacientemente el avance del día sin estimar el impacto de su opción.
Se sentía tranquilo, su apariencia era calma, hasta el extremo de bromear con sus compañeros de oficina sin considerar el peso de sus dichos y consecuencias.

El había tomado una decisión y ahora la cumpliría, -se repetía-.
Se había cansado de vivir una vida de mentiras, a medias y sin sentido, deseaba entregarse al amor y no vivir la miseria de las ataduras de un matrimonio que en sus palabras lo abrumaba y consumía sin mayores perspectivas….

Con ese aspecto e ideas fluyendo en su mente deambuló por escaleras, pasillos e intrincados ambientes de su espacio de trabajo - observó por las ventanas a las palomas de la plaza, los peatones, estudiantes, vendedores y cada uno de ellos le pareció la encarnación de su ideal- Era dueño de ese momento de gloria que significa observar todo desde una perspectiva superior, elevada y que lo distanciaba de las vidas pequeñas de cada uno de esos seres y asimismo lo acercaba a su propia historia y destino como artífice de un camino distinto, especial, camino que realizaría con ella, se aseguraba asimismo.

Por ello, se sentía libre, ligero, el amor era una suerte de elemento vital que lo elevaba más allá de los horizontes que había conocido, esa sensación de emancipación y levedad le impregnaban una esencia extraña y placentera. Nada parecía importarle, de tal modo la tarde, el trabajo planificado y las actividades derivadas de cada evento circunscrito al tiempo, fueron desfilando ineludiblemente sin más atención hasta llegar a la hora decisiva, el punto de encuentro entre la realidad y ficción, en síntesis el instante que podríamos calificar como el quiebre con todo aquello que hasta ahora era su hogar y que pretendía abandonar. Fue entonces que se produjo un cambio interno y que recorrió su cuerpo completamente, leves sensaciones primero, que luego se evidenciaron en taquicardia, sudor en sus manos y una sensación de pánico que le era imposible de controlar. Fue justo en ese momento que además comenzó a evidenciar la duda como un tormento más que como reflexión, una suerte de contradicción existencial que arremetía desde lo más profundo de su ser.

Caminó al baño, bebió agua, se mojó la cara en reiteradas ocasiones, su rostro recibía una y otra vez el líquido que buscaba despertarlo de este sueño molesto y angustiante. No obstante esa extraña sensación que se había apoderado de el, no se marchaba, es más podía sentir que aumentaba a cada segundo envolviendo su lucidez en otra realidad que lo llevaba por un sendero radicalmente distinto al que pensaba arribar al iniciar su día.

Al momento de partir, optó bajar por las escaleras, pensaba que tendría más tiempo de reflexionar sin embargo la esperada calma no llegó y el páramo en que se había sumergido creció hasta poseerlo misteriosamente, de esta manera se condujo por las calles en un estado difícil de describir, buscando la locomoción como siempre lo hacía, más sintiendose otro distinto,al subir señaló al conductor del taxi la dirección y este se encaminó a su destino. Al mirar atrás pensó recién en ella, eso fue todo.

No había podido cruzar el puente imaginario que les impedía estar juntos, la tarde se ensombrecía y las nubes prometían la ansiada lluvia, todo ello configuraba un escenario curiosamente similar al momento que vivían sus ahora frustrados planes.