miércoles, 10 de abril de 2024

Un paseo a Grecia

 Fue hace unos días que retorné a Grecia

Digo esto en un sentido figurado, pues nunca he estado presencialmente allí.

Sin embargo, mi experiencia fue posible gracias al acceso propio de los viajes a través del tiempo y mediante artilugios divinos 

- Dicho lo anterior- Debo precisar que dicha cultura siempre ha sido un referente en mi viaje

El mismo concepto de viaje que suelo citar, alude a la travesía de Ulises u Odisea

Una incursión de ida y vuelta de 20 años, proceso en que se desarrolla la mítica guerra de Troya y el retorno a Itaca.

Que sin embargo, representa a la vida en su conjunto.

De la Ilíada y la Odisea, es esta última la que siempre me atrajo. Con sus eternos eventos de adversidad, enemigos, aventuras, extravagancia y sensualidad. Hasta por fin llegar al hogar esperado.

Un evento imperdible, que Homero describe a la perfección.

-Volvamos al retorno a Grecia-  Este fue de la mano  de una invitación realizada por una verdadera representación de divinidad viajera. La conjugación de Calipso y Nausicaa para Ulises.

De esta forma, la materialización de Grecia se encarnó sin más problema. En donde  historias y lugares vinculadas a esta cultura, fueron brotando sin inconveniente a través de la narrativa de la deidad. Así, puertos extraviados, figuras monumentales y pueblos aparecieron en mi memoria. 

Todo esto sumado a la referencia del oráculo de Delfos y las colonias italianas..

Cada lugar renovó mi memoria con el recuerdo de pasajes y eventos, ayuda esencial de la deidad facilitadora que me alegró y satisfizo de manera significativa, junto al café. Brebaje africano, al que pronto la habilidad sin par de la anfitriona, añadió productos de una lejana aldea.

De tal forma, volvieron a recrearse los pasajes de Minos, el laberinto, la épica de las Termópilas, la heroicidad y valentía Espartana, junto a la habilidad política de los Atenienses..  

Junto a ellos, la presencia de Zeus Dios gobernante del olimpo, su cónyuge Hera, Palas Atenea, Apolo, Hermes, y por supuesto el mentor de la humanidad como la conocemos; Prometeo.

Asociado a lo anterior, los filósofos clásicos; Sócrates, Platón y Aristóteles. Más una extensa lista de ilustres que germinaron nuestra cultura.

Sin olvidar, la sentencia permanente del Oráculo de Delfos: "Conócete a ti mismo". Vigente y cautivante, hasta el presente...

- ¡Que más agregar?-

-Fue una travesía de ensoñación-, donde la narrativa de la deidad se compaginaba con los recuerdos y evocación. Unas ilustración de primera mano que hizo reforzar mi interés por esa lejana tierra.

Por esta vía, constaté la generosidad de la travesía cotidiana y asimismo de las deidades, que nos conducen de tarde en tarde, a islas remotas en pasajes de nuestra realidad, como una conexión mágica de mundo paralelos.

Un pasaje de fantasía y realidad, entre ideaciones y fragancias que ayudan a la distensión, que traen desde una entrevista con la pitonisa hasta el surgimiento del areópago,  estatuas prominentes, figuras de sátiros, pegaso y maestras crepusculares.

Agradezco a la deidad encargada de este evento, quién a través de la narrativa recreó los mundos del ayer y los conectó en el presente, trayendo el aroma del mediterráneo a las costas del pacífico..

Asimismo, su mensaje, presencia y compañía.

No es sencillo despegarse del quehacer cotidiano, tampoco levantar velas en viajes de evocación, ni menos interactuar con facilidad en estos tiempos, sin embargo ese día fue un instante significativo que reforzó la esencia del viaje, reflexión y lo trascendental en medio del vacío gris y agresivo que a veces se intenta imponer a  nuestra sociedad y vida. 

Todo ello, acompañado a la vieja usanza de la cortesía y hospitalidad griega, junto a la compañía de una divinidad, tal como la historia mítica lo precisa.

Luego de tan significativa experiencia, proseguí mi viaje, para no olvidar que la travesía siempre sorprende y continúa....







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