lunes, 29 de marzo de 2010

Mi Encuentro


La tarde arrecia y en medio de la sempiterna oscuridad emergente algo deslumbra con fuerza a no muy lejos de mi ubicación….

La Luna llena, refleja los rayos en la superficie de aquél lago de nuestro sur amado, el silencio se instala y nada parece alterar el orden que allí permanece….

Entonces, casi como por una suerte de magia puedo observar una embarcación que navega en el lago, con un destello lumínico a su alrededor que va más allá de la posibilidad de nuestra fuente lunar. La embarcación en cuestión marcha solemnemente con un ritmo pausado y denotando un destino superior, es extraño, por la hora, el momento no logro entender que hace un trasbordador impulsado por remos en medio de la noche ya declarado…

-Un viaje especial-, comento, quizás enamorados, turistas exóticos o simplemente lugareños que tratan de alcanzar la orilla para no perder la ruta de sus actividades en época de cosechas y trabajos diarios…..

En un instante una suerte de melodía se expande desde la cubierta, una música de entonación a la suerte de marcha, cánticos que entremezclados en medio de la imponente argenta lunar, la magnitud del lago y la vegetación dan muestra de un verdadero escenario y ritual…

En medio de mi sorpresa atisbo que alguien se mueve en la cubierta es una silueta humana, un niño de no más de 12 años, el que con denodada pericia hace avanzar la embarcación, su cuerpo también resplandece con una suerte de aura que lo envuelve en delicados colores que evidencian una energía especial….

El barco en tanto sigue su proceso, la misión es llegar a la orilla, ese destino prefigurado, el esfuerzo es significativo, más algo no logra satisfacer mi calidad de observador, pues desde que me encuentro atisbando dicho espectáculo la nave en cuestión no ha avanzado pese a que ante mis ojos el oleaje, la embarcación y el esforzado tripulante y capitán, me parecen indicar algo distinto……

Me imagino estar frente a un navegante del leteo (Λήθη Lếthê), aquél mítico río del olvido que todo mortal debía cruzar antes de iniciar su travesía de reencarnación o renacimiento.

La escena es fascinante un viajero que transita más no arriba, una noche iluminada como ninguna otra y el observador que percibe todo con destellos de luces de colores en medio de un bosque copiosamente surtido y con un silencio abismal…..

Recuerdo entonces las historias del Holandés errante, del mismísimo Caleuche y ¿por que no?, de Ulises intentando arribar a su anhelada Itaca en donde lo espera la siempre fiel Penélope. Todos ellos viajeros furtivos en medio del mundo acuatico y marino, tras lejanos destinos esquivos a su suerte.

Mientras, el cántico no se detiene, las entonaciones se unen y conforman un coro, el canto es melodioso, a ratos embota y detiene la conciencia más también alude a emociones de tristeza, de pronto una lágrima se escabulle la emocionalidad se apodera de mi persona y siento una sensación más poderosa que mi razón que me lleva a entender lo que ocurre con aquél enigmático navegante, tal cual si entrara en trance o si dicha imagen proyectara un contenido directo hacia mí interior, me siento invadido de razones y una voz surge en medio de mi reflexión:

- Me presento-, soy el navegante que busca llegar a destino y que nunca arribará a su viaje primigenio pues he quedado detenido en el tiempo- ¿Tal vez me recuerdes o no?, quizás tu frágil memoria me sepultó junto a tantos olvidados entre historias de tragedia, drama, alegría y redención.

Pertenecí igual que tú al mundo de los mortales, igual que tú mis pies pisaron tierra firme para adentrarme tras los bosques y montañas de este mi sur. Más mis quehaceres tenían que ser cumplidos y asimismo los deberes que estaban dispuestos y escritos como una larga lista en roca para iniciar el día. De esta forma, un día de ayer que es casi como decir hoy, partí rumbo a mi escuela lejana desde mi hogar, cerca de dos horas me demoraba en llegar, unos 15 kilómetros de caminos enmarañados por helechos, árboles y laderas intrincadas, riachuelos y el mismo Lago que ahora observas fue donde aquella tarde de regreso mi embarcación volcó hundiéndome en esta misma altura.

-No logré llegar a mi hogar y navego en noches tras mi rumbo que no fue-, mi imagen transita como una película sobre el escenario predispuesto como señal de mi ayer que como dije es hoy y hasta un nuevo viaje, recorreré los días por venir…….
Imagen de tránsito, encarnación de juventud y longevidad en un acto presente que se encuentra dispuesto a llevarse a cabo hasta nuevo aviso.

Ahora Me despido, me esperan nuevos afanes, mi viaje debe proseguir, tan sólo te pido que no me olvides, mi nombre es el de tantos, en el norte, centro y sur que pueblan nuestro país en el anonimato y cuyos esfuerzos son rápidamente olvidados en medio de la mundana fuerza que todo lo arrastra……..

-Su cuerpo resaltaba-, no sólo era su color sino su sonrisa, todo ello me conmovió hasta lo más íntimo volviendo a hacer correr las lágrimas, que anteriormente habían rodado en mi cara… El frío golpeaba y el viento no amainaba, más la soledad permitía estos encuentros, de este modo alcé mi brazo y lo agité en señal de adiós, haciéndome la fuerte promesa de no olvidar este suceso y su sentido…….

A lo lejos mi joven compañero de ruta volvía a destellar en su viaje hacia el rumbo anhelado, hasta el aviso final de su reencuentro con los suyos y con su nuevo espacio…..

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