martes, 23 de agosto de 2011

El Manuscrito

La soberbia se apoderó de su cuerpo, cada partícula de su humanidad cayó rendida ante el deseo de control omnímodo, total y superior…
La rebelión en su mirada delineó el camino, no era la construcción ni la colaboración su sello sino la destrucción, la eliminación de todo aquello que había sido su hogar...
De esta forma, olvidó rápidamente sus propias habilidades como si fuesen meras superficialidades y se adentró en la fuerza oculta del que busca desafiar el poder, así fue en los comienzos y así ha sido hasta ahora.
Era nuestro antepasado que marchó fuera de la esfera natural, eran los míticos padres desterrados del jardín quienes ahora encabezaban la gesta de los humanos bajo la promesa de liberación y dominio…
Desde entonces la simiente de rebeldía copa nuestras propias almas y nos llama en una suerte de instinto ancestral a destruir, eliminar y arrasar con todo aquello que se oponga al ideario que encabezamos.
Según los tiempos, ciclos y épocas, en cada instante pertinente emerge la semilla depositada en nuestra historia para elevar el conflicto, batalla o guerra desatada para reconocer la bestialidad que duerme plácidamente en nuestras almas….”

Texto anónimo ; "Acerca de los orígenes de la Humanidad", Encontrado en la costa de Tarso…..

-De esta manera concluía el texto, que el visitante encontrara en la vieja biblioteca del pueblo-


Pensativo, reflexionó un instante y prosiguió su camino, el que había prometido honrar y con algo de inquietud miró la vieja aldea que estremecía en su calma externa y que sin embargo guardaba secretos como el que había leído en el manuscrito….


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