viernes, 16 de noviembre de 2007

Justicia


En más de una oportunidad, he pensado el concepto de justicia como ese gran ideal defendido por los textos de Derecho y que nos instalan en una suerte de categoría superior ante los demás habitantes de la tierra. Sin embargo debo manifestar mi desconcierto cuando en algunas oportunidades me toca la posibilidad de presenciar hechos o eventos que al ser puestos al imperio de la justicia, resultan absolutamente inmunes a la luz, que algunos pretenden ver en ella...

Ese fue precisamente el caso de Claudio, un joven de 18 años cuya conducta no era distinta a la de muchos de su edad.

Ocurrió en una tarde de otoño, tarde que se caracterizaba por su particular frío, un frío que calaba los huesos y penetraba inclusive las más herméticas vestimentas y con una oscuridad avallasadora , esa oscuridad que va dibujándose al concluir el día. Así diferentes adolescentes y grupos juveniles recorrían la calle poco a poco , algunos en las esquinas otros en negocios de dudosa reputación, ese era el espacio, ese era el contexto, risas, palabras y exclamaciones en un lenguaje desconocido en parte a mis oídos, en clave diría yo....con códigos que solamente ellos podían comprender, quizás herencia del vínculo con personajes del hampa o sencillamente neologismos y mutaciones varias propias de quién no desea ser observado ni escuchado....

En fin, mi objetivo aquél día era organizar un festival de cine y para ello contaba con la cooperación de un grupo de muchachos entre los que se encontraba Claudio, estaba todo listo, habíamos comenzado temprano, la instalación del escenario, sillas, telón y por supuesto una decoración pertinente, todo para que nuestros concurrentes pudiesen trasladarse al ambiente de un cine como corresponde........

Nos faltaba la amplificación, Claudio y dos integrantes más del grupo fueron a buscarla a la parroquia... sin embargo demoraban más de la cuenta, el público comenzaba a llegar, cuando de pronto Carlos uno de los acompañantes llega corriendo a nuestro centro, sus manos temblorosas, ojos desorbitados y un tartamudeo insistente me llevaron a intentar calmarlo primero, para luego interrogarlo, su mirada fue el presagio de una mala noticia que pronto se confirmó.:- Han matado al Claudio- señaló con una voz perdida-.......

Al recorrer los intrincados laberintos de la población, pudimos dar con el sitio del suceso, la policía había llegado y adelantándose a la curiosidad natural de las personas, cubría el cuerpo de Claudio.. Tres estocadas certeras habían definido su suerte aquella tarde. Su encuentro fortuito con una de las pandillas de sector mientras iba a buscar el equipo de amplificación había sellado su destino.... No habría cine aquella tarde para la comunidad que esperaba, no habría cine para claudio un fans de las de aventuras y ciencia ficción.........

Al retornar con los otros muchachos y apreciar el cuerpo tendido tuve esa sensación de nimiedad que destacaba al comienzo y pregunté donde existía esa idea de justicia tantas veces vociferada, a pocos metros un joven tendido en el suelo marcaba el límite entre la melosa ficción y la brutal realidad.... caminé, alejándome lentamente sin más interrogación, la función había terminado...........

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