viernes, 28 de octubre de 2011

Probabilidades

En medio del silencio en que se encontraba absorto, pudo identificar el vuelo de imágenes que se sacudían en una especial simetría de traslado y junto con ello, oír los profundos ecos de voces que emanaban de la superficie.

La novedad era en que forma podía entender todo aquello, lo cierto es que nada era real o al menos así lo pensaba, aunque si recordaba bien las lecturas de los constructivistas radicales era válido preguntarse: ¿Qué diablos era la realidad?.
En fin, como fuera el estaba allí y veía aquello que nunca antes había experimentado y del mismo modo oía los mensajes de un componente críptico que no podía resolver…

En su profunda meditación, apenas era posible capturar nuevas sutilezas, sin embargo una frase brotó de aquella convención de hechos inexplicables a la vista del profano: ¿Escapar o encadenarse?, se quedó pensando, aquella pregunta y luego pudo responder con calma ante esa suerte de acertijo; ninguna de las dos, pues existen muchos caminos para llegar a nuestra meta, más allá de la posibilidad de evitación o del estancamiento….

Luego, las flores se acomodaron al son de la suave brisa, las aves alzaron su vuelo mientras la estepa se tornaba con un aire más amigable y la ruta de su propia vida parecía avivarse….

La nebulosa se tornaba así en apertura, posibilidad de camino y tránsito sin los agobios de enigmas encubiertos ni ideas que emergieran sin más, sólo la capacidad de ver más allá, de ampliar y significar apenas a un paso de lo ya visto, de lo experimentado y conocido…….

lunes, 24 de octubre de 2011

Revelaciones

Fue en el día señalado; aquél de conjugación de día y noche que la dualidad se compuso de imagen a través del número primario.
Desde aquél instante, que algunos llamaron simplemente inicio, se agitó la travesía que llevaría a los hombres de aquella comarca a enfrentarse entre bandos opuestos, como una manifestación presente de los antagonismos milenarios, opuestos que llevaban el signo de dialéctica, cambio que emanaba en un devenir constante…

El tiempo sólo acrecentó la división y cada cual extraía conclusiones a partir de los opuestos y aunque las propuestas eran significativas no lograban dar cabida a la idea primordial, aquella encriptada en la letra de unidad.
Algunos intentaron abarcar ideas de la realidad más allá de lo presente, otros tantos abandonaron sus bienes y los más se sumergieron en los disfrutes, cada cual labraba así su historia sin atender razones superiores.

La permanente irrupción de ideas no bastaba para dar alcance a las ansias de cada sujeto, lo que les envilecía en manera diversa, fue así que el hombre de la asamblea sentenció que: Nada nuevo había bajo el sol.
Pocos o casi nadie para ser honestos escucharon las declaraciones del anciano que dictaba lo que la experiencia le había transmitido, cual epifanía que surge en medio de la más excelsa mirada de búsqueda. De esta forma, la vida transcurrió bajo definiciones variadas y sentencias imprecisas que iban deshaciendo cada vez con más energía la unidad de los orígenes perdidos.

En medio de jornadas de búsqueda desesperada, los ancianos y sabios de la aldea definieron la respuesta ante el enigma instalado en forma tan particular como extravagante ante la mirada de los profanos pobladores. La respuesta vino del hombre extraviado, perdido, demente o sin razón según otros, que se encontraba en la periferia de la ciudad de torres iluminadas. De esta forma, fue que en el delirio de una de las noches, de aquél que todos habían olvidado en una pequeña choza aledaña a al gran río, las voces se manifestaron, estaban allí de manera nítida, nada evitaba su presencia en forma de mensaje extraviado, permanente y asimismo revelador. El sujeto que dormía interpelado por los códigos contenidos por siglos estaba a punto de ser el portavoz de la palabra sostenida por la brisa de esa madrugada privilegiada. De tal forma que en cada instante que los vaivenes de los árboles constataban la presencia misteriosa, las voces asimismo transmitían el anhelado contenido.

En medio de esta faena de sutiles aspectos, cayó nuevamente la noche en el poblado, la luna ascendió al cenit y la aurora declinó hacia la sima de los avernos, oscureciendo el sentido de los moradores, acallando la emergente alegría y con ello instalando la desesperanza como moradora de los corazones desprotegidos de aquella fe perdida. Por tal motivo, por más que el destinatario de la clave de aquella luminosidad perdida, cantara en alabanzas su secreto alcanzado, nada evitaba que las masas corrieran de lado a lado, gritando cual criaturas despojadas de protección, verdaderos niños perdidos en medio del mercado que lloran sin freno ni consuelo la partida de sus padres…

De este modo, el canto primigenio perdió la oportunidad de ser comunicado, pues la jugada de los astros había producido un eclipse en el día señalado, cerrando así la puerta a los que ya vivían en un eclipse interno sin posibilidad de cambio. Esto, al menos hasta una nueva oportunidad en que aquél olvidado pudiese nuevamente ser el mensajero del secreto de las voces milenarias….

jueves, 20 de octubre de 2011

Sirena Dorada

Fueron ochocientos metros de nado constante, verdadera travesía de titanes, con una suerte de construcción que daba en cada instante, paso a un camino de solidez. Una nadadora de excepción que demostró su calidad, tranquilidad y equilibrio junto a esa sonrisa de incomparable calidez que regaló a todos los que observamos su momento culmine en el podio de los triunfadores….

Pensaba en el largo camino para llegar no sólo a esa capacidad de potencial físico demostrado en la contienda acuática, sino en la actitud personal que evidenciaste tanto en el proceso del antes, durante y después de la prueba. Esa mirada de concentración, templanza y calma me evocaba a aquellos líderes que resplandecen con su humildad y calma, sin ambages ni ostentaciones.

Asimismo meditaba respecto a tu camino hacia el presente, imaginaba tu quehacer de sacrificios, esfuerzos, jornadas de planificación y competencia. Momentos de cansancio, frustración y asimismo la enorme energía de motivación que te llevaba a entrenar fuera del país hacia el camino elegido por ti. Consideraba asimismo en cuanta dedicación habías invertido y no pude dudar que tal impulso estaba sostenido por una familia que te apoyaba.

Como una verdadera heroína que debe atravesar por jornadas de prueba te imagine coronando un paso más en tu proceso de ascenso, pues asumo que sabes perfectamente cual es tu meta y desafíos futuros. Esa particularidad, te otorga un don especial y es la capacidad de que no obstante que vives el presente puedes soñar con materializar un futuro, esto mediante un programa, trabajo, motivación y esfuerzo, si mucho esfuerzo….

Gracias Kristel, ayer diste un ejemplo a muchos y muchas respecto a la búsqueda de sueños, pues con tu triunfo nos revelaste que nada puede surgir de la improvisación o del oportunismo y menos sin trabajo.

Eres mujer que avanza en medio del agua, como figura enigmática que mueve sus brazos en una danza de sentido trascendente, mucho más que deportista eres arquetipo de anhelos, esfuerzo y templanza. Peregrina de viajes presentes, pasados y futuros, en el instante de sueños coronados a través del quehacer labrado en jornadas de sol a sol y siempre bajo la consigna de deber más allá de simplezas, simple sortilegio de luz en medio de la tarde, eres mujer de bienaventuranzas"…..

viernes, 14 de octubre de 2011

LLuvia de Ayer

Lluvia extraviada, viajera de comarcas lejanas
Has llegado este día de fulgor y primavera
Tu mensaje ha corrido una larga posta
Esperada quizás por años, mientras la tierra se ha secado

Tus nubes preñadas de agua han llegado a la ciudad perdida
Sin más aviso que el trino de las aves
Tiempo de lavar esa faz desposeída
Tiempo de limpiar las huellas de los años
Los mismos que denotan la sequía de mi tierra

¿Porqué ahora?, se preguntan los sorprendidos ciudadanos
Mientras, corren a buscar sus ropajes de la pasada temporada
Lluvia de primavera, larga travesía
Tiempo ido que se actualiza en el presente
Visita de anhelos perdidos
Entre una sincronía de encuentros
Llanto, derrame y alegoría
Entre piedras y arenas yermas
Canto de esperanza y manifestación de imperioDe la naturaleza que no olvida a sus hijos

martes, 11 de octubre de 2011

El Devaneo de Pigmalión

En su agónico pesar, -El se interrogó-: ¿cómo unir esa entrañable distancia? Que hasta hace muy poco creía indivisible.

¿Acaso sería posible un puente entre dos mundos aparentemente disociados?, en medio de un vacío que asimilaba a la eternidad. No logró dar con la respuesta y sólo se quedó con la mirada fija hacia el inmenso ventanal.

Ella, en tanto guardaba un solemne silencio tras su derrota, aún desconocida a cabalidad por El. Su presencia asimilaba la evocación de una suerte de panteón sagrado, constituido por figuras sacras de divinidades cristalizadas en donde Ella resaltaba.

La noche dibujaba escenarios diversos, constelaciones que transitaban en medio de dos dimensiones que aunque paralelas en su trayectoria eran divergentes, al menos en el presente. Pues en efecto, las palabras eran tan factibles como una lluvia en pleno verano del Sahara.

La mirada extraviada hacia el exterior dio paso hacia el interior, cómo inicio de la senda de búsqueda, que entiende una causa de raíces mucho más cercanas a la redención personal que a la algarabía de las multitudes. Todo se encontraba dentro de sí, lejos de las convenciones y la perspectiva del ambiente social, quizás en otra esfera del tiempo que aún era indeterminada para sus propósitos. De esta forma, el tiempo presente dictaba una travesía de alto contenido introspectivo, con raudales de cuestionamientos, derrotas y éxitos ligados a si mismo y a esa dimensión del yo-tu que para ambos estaba poblada de una sombra que ninguno de los dos podía resolver. Así, como el enigma desafiante de la esfinge ante el tránsito de los viajeros o del mismísimo Minotauro en el laberíntico sendero de tramas por resolver tras la salida anhelada.

El espacio entre ambos universos no disminuía; el viento, la lluvia y la soledad sólo resaltaban la mirada perdida de cada cual, como una suerte de hechizo que los disponía a una prolongada expedición sin más certeza que la sofocante angustia de la oscuridad existencial.

De esta forma, las lágrimas de El, eran una suerte de barniz ante la imagen idolatrada, la efigie inalterada que permanecía distante y por ello se decidió a entregar lo mejor de sí para que aquella lejanía se tornara en algo que abarcara al menos su presente dejando el devenir, como esperanza, aunque fuese la apariencia de ilusión, de la mera probabilidad especulativa que alimenta la vana lucha de los mortales en sus horas de caída.

viernes, 7 de octubre de 2011

Mujer de Enigma

Es media tarde


El espacio se cubre de sombra


Mientras, el sol oculto mantiene la distancia


Tu silueta es incógnita


Pues sólo los murmullos te delatan


Caminas en medio de la nada


Tu rostro perdido junto al silencio




Figura de líneas pródigas


Ausente sin desearlo

Sólo transitas

Tu voz es lejanía

Extraviada, perdida en medio de la ruta

¿Que buscas?


Una mirada se asoma entre niebla

Una sonrisa apenas, sin más

Palabras débiles, en agonía

Cansancio que se arraiga en tu cuerpo

Observo tu faz de ausencia

Para encontar nuevamente tu sonrisa

Más nada parece evocar el despertar

Sólo pasado

Sólo recuerdos


En medio de la tarde

Con llovizna de indiferencia

Tu paso es enigma

Mujer de alas extensas

Mujer de sueños y fantasías










Mil Grullas

La novela del ilustre nobel de Literatura Yasunari Kawabata, embriaga de alegorías y manifestaciones de un ritual, que combina sutilmente la ceremonia del té como espacio de encuentro entre tiempos idos, presentes y futuros. Allí es donde el protagonista retorna a su hogar y junto con ello, al encuentro con personajes de la historia familiar y una misteriosa joven que logra admirar por apenas instantes y de la cual guarda el recuerdo de su pañuelo de mil grulllas.....



Mil Grullas (Sembazuru), presenta un conjunto de diálogos que a ratos se asimilan más a evocaciones, procesos internos, catarsis o encuentros con seres fantasmales, que al simple y llano encuentro Yo-Tu.


Así, los personajes se develan como incognita y asimismo con el despliege de potencialidad por descubrir que sólo cabe al protagonista, pues curiosamente es el, quién representa a un moderno Teseo que debe recorrer las líneas laberínticas en busca de la salida de su prueba suprema.


Para ello, interactuará con Ota la mujer amante de su padre y asimismo del propio protagonista Kikuji: " La señora Ota tenía al menos cuarenta y cinco años, unos veinte má que Kikuji, pero logró que él olvidara su edad cuando hicieron el amor. Kikuji sentía que tenía entre sus brazos a una mujer más joven que él mismo"......


Asimismo abordará una relación con Fumiko (hija de la señora Ota), lo que representará una suerte de cadena y continuidad con el Kharma familiar. La joven Fumiko, evasiva, aunque manifiestamente sumisa se encargará de adornar con los símbolos de la ceremonia del té su propia versión y comunicación. De este modo la ceremonia será la vía de comunicación de sus emociones, sus recuerdos y referencias de mayor relevancia estarán intimamente ligadas a este proceso.


En tanto, asomará la intrigante Chikako, profesora del ceremonial del té, amante por un breve tiempo del padre de Kikuji y asimismo una suerte de vínculo con aquellos aspectos ocultos de cada personaje. Lleva esta mujer una marca en su pecho constituida por una mancha, lo que otorga una suerte de señal y asimismo marcación de rechazo desde los hombres hacia ella.


Finalmente la inasible Yukiko Inamura, quién es más bien encarna a una aparición, proyección íntima y vínculo entre el mundo del protagonista y la realidad, pues su presencia pareciese desvanecerse en cada intento de acercamiento de este hacia ella.


Una novela que arroja señales de nuevos códigos de presentación de las relaciones en una trama donde los diálogos juegan un rol central más allá del término o fin de la narración.


- Ella lo miró-

-Es un Karatsu (porcelana Kyushu de origen coreano)

-Kikuji se acercó

-Es un tazón muy bueno-Ella lo colocó sobre la esterilla del piso.

Era un tazón Karatzu cilíndrico y pequeño, el cual, como Shino, podía ser utilizado todos los días.

- Es fuerte. Digno mucho mejor que el Shino.

-Pero, ¿se puede comparar un Shino con un Karatzu?.

-Uno puede si los ve juntos.

Atraído por el poder del Karatsu, Kikuji lo acercó a su rodilla y lo observó.

-¿Traigo el Shino entonces?

-Yo lo haré. - Fumiko se puso de pie.

Colocaron el Shino y el karatsu uno al lado del otro. Sus miradas se encontraron y volvieron a recaer en los tazones.

- De un hombre y de una mujer- Kikuji hablaba un tanto confundido-. Cuando uno los ve uno al lado del otro.

Fumiko asintió, como si fuera incapaz de hablar..........






miércoles, 5 de octubre de 2011

Cavilaciones

Un cambio estacional no se plasma sino en el proceso, pues no es un paso rígido, con avances y retrocesos, más siempre con fines que implican el camino de la transitoriedad. Los últimos días demuestran que del clima invernal no hemos saltado vertiginosamente a la estación primaveral, sino más bien ha ido cada peldaño en un ascenso de paulatino despliegue e inclusive con detenciones, retrocesos y luego la ineludible marcha.

Así en cada día encontramos la manifestación del nacimiento, ebullición interna de la energía latente que se expresa en brotes, trinos, algarabías y luminosidad muy propia de la época estacional.

Sorprende encontrarnos con esas manifestaciones tan sutiles e igualmente poderosas y más aún ajenas a la razón o control humano, en verdad es una verdadera revelación constatar que nuestro sobrepasado “dominio” no es sino una suerte de caricia o cosquilleo ante la potencia de la naturaleza. En efecto, pues no es necesario recordar hechos de catástrofes como las ocurridas el 27 de mayo del 2010 para “darnos cuenta” de la fuerza de la naturaleza, sino apreciar nuestra propia constitución, la de los seres que pueblan la tierra, el mar, sistema estelar y de galaxias, en fin lo sorprendente de aquello que a ratos parecemos obviar tras una simple pantalla nacida de la tecnología.

Digo esto bajo la premisa que durante bastante tiempo hemos sido absorbidos por los avances en diferentes áreas de las ciencias y que demuestran a un afanoso homo sapiens en plena actividad y de lo cual es interesante considerar cierto mérito en términos de invención y de sotisficación respecto a la técnica y tecnología. No obstante, esto a ratos nos nubla el horizonte, tornándonos vulnerables a la cualidad esencial de nuestra constitución de parte de un entorno que igualmente es vocero y actor.

En efecto, quién no siente una suerte de sensación de poderío al asentarse en construcciones faraónicas y con una alta excelencia en su acceso de tecnología. Imaginemos una vivienda o gran ciudad dotada de lo mejor de nuestro tiempo y obviamente encontraremos a una población con el sentido de existencia basado en una fortaleza relevante, más sin embargo vana, pues ya no depende de sus propias cualidades o capacidades sino de maquinarias que son el seguro de la supervivencia de los habitantes.

Una gran ciudad que sufre un corte de energía; ¿Adonde ir?, ¿Qué hacer?, o sin capacidad de telecomunicaciones ¿Cómo contactarnos?, ¿cómo llevar a cabo la mínima coordinación?, preguntas aparentemente odiosas más que entrañan la lógica preocupación, es decir la anticipación ante aquél evento que puede dejar de ser mera probabilidad y transformarse en un hecho.

En este sentido resulta curiosa la sensación de alarma que ha despertado la noticia de las supuestas “Profecías Mayas” o “El curso y efectos de un meteorito” hacia la tierra versus hechos con los que cotidianamente estamos ligados y vinculados como los mencionados previamente y con los que pareciéramos no sentir sino la sensación de dominio y control. Un apagón, es la expresión de un hecho cercano más que al parecer no causa alarma sino hasta su manifestación.

La sensación de seguridad sustentada en la tecnología de rato a rato se torna vulnerable ya sea por fenómenos naturales o falencias propias del sistema generado por los humanos, lo que constata una especial preocupación implícita de lo que en momentos elevamos en una suerte de deidad.

Como sea, estamos en una verdadera encrucijada respecto al rol que jugaremos en el devenir; simples extensiones de la gran maquinaria que hemos construido o más bien agentes de capacidad de vinculación hacia el entorno y de integración con este por sí más que mero intermediario.

En este sentido y retomando el inicio no debiésemos obviar cada evento del que somos testigos y que se encuentra ligado a esos cambios y transiciones de nuestro entorno natural y asimismo de nosotros, pues a través de la recuperación de dicha sensibilidad lograremos un contacto menos contaminado con nuestro espacio vital y asimismo con los distintos sistemas que lo integran. Como la transición estacional, la lluvia o el avance de la corriente hacia tránsitos marítimos que a su vez ligaran migraciones y cambios en el proceso de continua transitoriedad y ciclos.

lunes, 3 de octubre de 2011

Scout al Atardecer

Es media tarde, no obstante el sol aún ilumina con esa intensidad que caracteriza la transición estacional entre invierno y primavera.

Regresamos de un viaje familiar y al subir por la calle Carmen Fariña en la comuna de Vitacura, veo que caminan tres scouts, junto a su clásico tótem. Su paso es calmo y en su andar delinean una figura que destella una luminosidad especial, parecen alegres y envueltos en una amena plática, quizás preparando una misión determinada, comentando las actividades del día o simplemente definiendo los preparativos para un próximo campamento. Se ven ajenos a cualquier preocupación y su presencia no hace sino recordar mis días de Lobato, entre juegos grupales, camaradería, actividades grupales y el liderazgo como esencia de vitalidad y servicio.

Los observo por apenas un instante e inmediatamente despiertan recuerdos y emociones significativas, la actitud de siempre listo, los días de encuentros, preparativos de servicio y nuestras salidas al aire libre me evocan otra época, de un tiempo ido y que sin embargo se actualiza en estos jóvenes.

Al doblar observo a un grupo rezagado de ellos que están fuera de un local, es una cuadrilla completa, son adolescentes hombres y mujeres departiendo junto a la sonrisa, amistad y compañerismo, verdaderos valores de configuración de un equipo. Esa actitud tan propia de estas agrupaciones que impregnan significativamente las reglas de buena conducta y lealtad entre su filosofía de enseñanza.

Me interrogo y reflexiono respecto a las capacidades instaladas de los herederos de Baden-Powel que podrían ser una gran ayuda en el trabajo con niños y niñas a través de nuestro país. Una forma lúdica de enseñar, aprender y desarrollarse mediante la fraternidad, disciplina, esparcimiento y el trabajo en equipo.

¿Cuánto podrían aprovechar tantos jóvenes de esta experiencia de carácter mundial?

No obstante, la tarde avanza, al dejar atrás a los representantes de Baden-Powel, sólo quedan mis recuerdos de los líderes, el Akela de la manada que caminará hacia nuevos horizontes y la capacidad de tornar lo adverso en oportunidad y la caída en aprendizaje, pues en el viaje de un explorador siempre existirán aquellas contingencias e imprevistos que demandarán lo mejor de nosotros y del equipo.