miércoles, 25 de enero de 2012

Las Visitas de la Reina de Saba

Llega a mis manos un libro del escritor chileno Miguel Serrano; Las Visitas de la Reina de Saba, su data de impresión corresponde a 1970. Es una edición con dibujos de cuidada calidad y que junto a la magnífica intervención de C. G. Jung en el prólogo, añaden un condimento especial a la propuesta que entraña en su interior.

La lectura se torna interesante, -“un sueño dentro de otro sueño”-, señalaría C.G Jung en su opinión, pues en verdad el tránsito de la propuesta radica en sus características crípticas y muchas de ellas en clave de relato poético, sin un esquema de rigidez. Así, en un instante el relato puede llevarnos desde el monte Kailas hasta la mismísima Ur o de Siva a Salomón.

Un viaje onírico, un viaje a lo profundo de la humanidad y asimismo una incursión a los inicios que ha elaborado el hombre en ese caminar a tientas, tras sus mitos entrañables y de permanente retorno.

La capacidad abarcativa del libro parece perder las fronteras entro lo posible e imposible, entre realidad e irrealidad, entre la misma conciencia, pues al final cada paso de nosotros se une en una suerte de devenir sutilmente atado y delineado bajo los suaves cantos de ese puente de plata entre la existencia y la probabilidad, entre el simple tiempo profano y la eternidad, haciendo cada espacio un vínculo de inexplicable atractivo y seducción, como el cuerpo de la belleza mítica de esa reina de Saba.

En este sentido, Las Visitas de la Reina de Saba, genera una sensación de encuentro, de búsqueda y asimismo de transición hacia el mundo ancestral, primordial e inconsciente que alberga nuestro presente desde una mirada de instante, recuerdo y fantasías.

Desde este perspectiva la capacidad de encontrarse consigo mismo o con otras expresiones de sí, desde referentes tan diversos como la presencia de Siva o la evocación del sabio Melquisedec no dejan indiferentes, la permanente búsqueda, la sensualidad de Parvati, la belleza de una mujer anónima o de la mismísima Reina de Saba abre una veta hacioa esa capacidad indagación más allá de los límites establecidos y es una constante en el relato del narrador, quién además no deja de intrigarse o complacerce en invitarnos a este viaje iniciatico que a su vez es la propia vivencia de su camino.....

A continuación algunos párrafos :

" He vuelto a las playas de Madrás. Mucho tiempo hace desde que el pescador tocara su flauta nocturna. Voy por estas arenas. El mar exuda un pesado vapor, respira como agonizante, como una gran bestia prehistórica. Hundo mis pies descalzos en la arena húmeda y ardiente. Llevo el pecho desnudo, empapado de sudor. Allá lejos se pone el sol y se levanta la pálida luna; pero mis ojos están fijos en estas arenas, buscando las huellas perdidas"..


" ¿Que quieres?, ¿Quién eres? ¿Acaso un peregrino que busca las fuentes de la vida...?

“La Reina de Saba vivió en Sumeria, hace cinco mil años. Su adorado cuerpo, que no cambia, vio el sol de aquellos siglos, su cabeza, cubierta de oro, fue enterrada por primera vez en Ur. Si yo no me olvidara de este rostro circundado de oro vegetal, si mi memoria no fuese tan débil, como para borrar la impresión de esos extraños ojos, no existiría posibilidad alguna de que me fuese desconocida”…

“El tiempo nos atraviesa con una lanza de luz, nos desgasta y nos cansa. Superados por grandes velocidades, sólo nos queda la esperanza de Kalki, el jinete sobre el caballo blanco, energía mayor que la luz y que el tiempo”….

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