miércoles, 17 de octubre de 2007

Realidad o Conspiración de Ilusiones

Es frecuente referirse a la realidad, como una entidad absoluta, única y omnipotente. Sin embargo al introducirnos a la comprensión de tal término nos encontramos con una instancia que nos obliga a superar lo preconcebido para abordar con cierta perspectiva eso que llamamos por realidad. En efecto para abordar una instancia última como lo es aquél concepto, debemos reparar primero en la capacidad de percepción, interpretación y vivencias de los distintos individuos, lo cual constituye una imagen de referencia intermedia que mediatiza la realidad y apela su representación a fin de captar su real dimensión.

A partir de lo anterior debemos escudriñar en una estructura que amaga las intenciones de abordar una perspectiva global y más bien lucha por generar un componente fraccionario en donde tras diversos tornasoles se nos aparecen imágenes, conceptos e incluso ideas sin más asidero que la lectura de cada cual. En efecto y parodiando al autor de la República; ¿ha visto alguien la idea de barco? , ¿Perro?, ¿amigo? etc., probablemente no, pero sí a especimenes de tal “realidad”. Frente a esto entendemos por tanto que en la búsqueda de la verdad, la realidad está permanente hipotecada por la interpretación y la veta de múltiples miradas que presentes y activas se interponen frente a la posibilidad de ofrendar una visión determinante y final. De tal perspectiva obtenemos entonces una actividad dinámica de contrastes, comprobaciones, ensayos, propuestas más con una imagen supeditada a la interpretación, percepción y vivencia desde lo particularmente experimentado.

Desde esta óptica aparecen al menos tres corolarios esenciales en la construcción de la realidad como unicidad primero su carácter dinámico, segundo su acceso desde múltiples visiones y tercero su carácter subjetivo.

El aquí y el ahora de un habitante del Congo africano es percibido, interpretado y vivido diametralmente opuesto a un neoyorkino, italiano, chileno.


Desde esta perspectiva los anhelos totalizantes encontraran un hueso duro de roer y del mismo modo el día a día de nuestro cotidiano se tornará algo incierto desde el punto de vista de lo correcto, lo acertado, lo debido, esta situación además traerá aparejado una extra sensibilidad hacia lo individual allí donde las normas, formatos y leyes aún no han regularizado nuestra naturaleza de multiplicidad.

Alguien podría perfectamente pensar en la existencia de múltiples realidades como tantos individuos viven o han vivido, estas realidades si bien posibles, debemos plantear que existen en tanto se sustentan en visiones que acogen y apelan de un instante anterior , que se ha apreciado tangencialmente , parcialmente .

A partir de tales visiones es posible comprender el carácter dinámico que se planteaba previamente. Frente a esta situación cabe preguntarse cual es la realidad en la cual estamos insertos, ¿aquella que es para mí? ¿Aquella que es para otros? , ¿O más bien una meta realidad que es capaz de albergar las distintas imágenes que producen los individuos?. Resulta curioso preguntarse por esto pues es algo que habitualmente creemos resuelto, sin embargo a través de una aproximación de tipo empírica reconocemos frágil y altamente variable. Particularmente próximo a la idea de homeostasis en la biología, idea más de tipo referencial que efectivo, pues se ha reconocido a nuestro organismo como un sistema complejo en permanente ajuste y adecuación. Lo anterior es si quieren inicialmente asimilable a la perspectiva oriental del ying y el yang, fuerzas dinámicas en permanente búsqueda del control.

Reafirmando una de nuestras ideas anteriores, podemos comprender nuestra realidad como una estructura en permanente construcción en donde conviven diversas percepciones y formas de vivir estas percepciones.

No obstante lo anterior, es importante destacar una nueva trama a abordar y que representa uno de los ejes centrales en el proceso de constitución de realidad y que dice relación a la injerencia de todas aquellas instancias que podríamos llamar fantasías o desviaciones del patrón referencial y originario de nuestra propia y de cada una de las particulares realidades emanadas de cada individuo. En efecto, hemos señalado aquí en carácter dinámico y multifacético que puede emerger del ejercicio mismo de cada individuo que percibe, vivencia o interpreta la realidad, su entorno, sin embargo debemos asumir que aquellas imágenes que somos capaces de reflejar y representan nuestra particular manera de entender, percibir y vivir esta realidad , en oportunidades trastocan el sentido de una cierta regla de coexistencia entre los individuos , una regla que dice relación fundamentalmente con saber coexistir y respetar. Ahora, volviendo a la idea matriz que moviliza este análisis, es importante avanzar a descubrir como diferenciar en esta lectura aquello que representa la imagen de un evento, objeto o sujeto desde una instancia por así llamarlo realista y cuando nos encontramos con una imagen alterada en la base misma de los eventos que sustentan aquella instancia ante la cual apelamos a reflejar y entrega nuestra mirada mas allá del simple deseo o ilusión íntima que florece más no necesariamente representa lo que es o mejor dicho lo que se dice que es o debe ser........

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